CAPITULO 25

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CAPÍTULO 25:

Will

-Tengo tantas preguntas...- Le dije mientras agarraba con fuerza los apoyabrazos de la cómoda silla en la que me encontraba.

-Y pienso responderte todas las que pueda.-

Traté de evitar el contacto visual. Era raro ver a una persona que conocí antes de toparme con los daimondios, y era más raro saber que tenía una relación con este mundo.

-¿Por qué nos ocultaron todos estas cosas durante tanto tiempo.-

Shey cerró los ojos, imaginé que la respuesta no era sencilla, y que ella tampoco quería decirme, pero no le iba a dar otra opción.

-Aunque me gustaría poder contestarte, se me hace imposible encontrar una respuesta que pueda hacerte entender. Es una explicación muy larga la que estás buscando, y no quiero que pierdas tiempo en algo que los días y la enseñanza te van a aclarar.-

- Entonces dime por qué es que durante 18 años no tuve una señal de estos poderes, y de repente soy superman y mis mejores amigos tienen control mental y tiran hielo de sus manos.-

Shey se rió de mi comparación.

-Eso es fácil de responder. Verás, tu eres descendiente directo de un saiamond antiguo, y los tiamandinos de sangre ancestral no presentan ninguna habilidad hasta llegados sus 5000 días tiamandinos, que serían 18 años terrestres. Y en lo que a tus amigos concierne, los tiamandinos que no sean puros o de sangre ancestral solo son capaces de activar sus poderes estando con un tiamandino que haya sido activado. Por eso cuando tú te activaste, tus amigos también lo hicieron.-

-Ok, y... ¿Por qué los daimondios y los saiamonds no viven juntos?-

-Veras, somos especies muy distintas, aunque provenimos del mismo lugar. Los daimondios son más arrogantes y nunca dicen lo que piensan, sus mentes están mucho más desarrolladas que las nuestras, pero es porque pasan todos los días de sus vidas estudiando para ser más sabios, y poder encontrar alguna forma de vencernos.

/Nosotros en cambio somos más humildes, instintivos, nos preocupamos unos por otros, amamos con todo nuestro ser, por eso nunca verás a un saiamond separado, o que dejara de amar a la otra persona.

/Aún así, no somos perfectos. Como te habrás dado cuenta, controlamos el calor, el fuego, y todo eso quema en nuestro interior, es por esto que hay momentos que no podemos controlar nuestras acciones, pero trabajamos día a día para mejorar. Tenemos una política estricta sobre no pelear, ya que podría llevar a la destrucción de muchas cosas y personas.-

-Háblame de Hens.-

-Tu amigo es un níveus. El tiene control mental. Su raza es algo raro de encontrar, y casi siempre está con nosotros. Como te dije antes, los daimondios ocultan muchas cosas en sus mentes, y al estar con personas que pueden leer toda esa información sin su permiso, se intimidan. Aquí son recibidos con mucho cariño.-

-Y, ¿Qué hacen aquí? Me refiero a tantas instalaciones, normas escondites...¿Por qué no pueden abrir sus puertas a todos?-

-El problema Will, es que no somos los únicos en el planeta tierra, y los terrestres están al tanto. Nos persiguen, los perseguimos. Hacemos alianzas y empezamos guerras. Hemos intentado hacer la paz, pero al no estar de acuerdo con los de nuestro propio planeta los humanos están asustados y nos atacan. Es por esto que queremos poner orden. Si los daimondios pudieran por un segundo dejar de pensar en ellos mismos, podríamos llegar a la paz. Pero ellos buscan la destrucción de todos los planetas en los que nosotros existamos.-

Shey parecía ofendida, pero más allá de todo estaba dolida. Parecía como si en verdad esto fuera un peso en su corazón, y sentí tanta compasión y transparencia de parte de ella, que le creí hasta la última palabra.

-Dime qué necesitas que haga, yo lo haré.-

-Pareces alguien dispuesto a sacrificar la vida por tu raza. Y al ver lo que hiciste en la prueba al encontrar a nuestro caídos... creo que no hay alguien tan comprometido y fiel como lo eres tú-

Recordé cómo es que había llegado aquí.

-¿Todo eso era una prueba?-

-Lo era. Aunque debo decir que no esperábamos que hubieran accidentes, tengo que admitir que eres más poderoso que lo que imaginé.-

Me sentí halagado, pero al mismo tiempo enojo brotaba en mi interior al saber que por una insignificante prueba mi mejor amigo estaba en peligro.

-¿Qué era exactamente la prueba?-

-No hay un resultado exacto, solo esperamos una respuesta que muestre que eres fiel a los siamonds. Años antes muchos daimondios llegaban aquí diciendo ser de los nuestros y nos atacaban bajo nuestras narices, así que decidimos montar algo que probara su lealtad. Solo un saiamond es capaz de reconocer a otro saiamond, y tú lo hiciste sin titubear. Sabías perfectamente que se trataba de tu raza aunque nunca habías estado con alguien como tú, y aún así ira nació en tu interior. Me atrevo a decir que lo que sentías era porque llorabas las vidas de tu propia sangre, y es por eso que decidimos dejarte entrar, porque tu corazón tiene la pureza de un saiamond.-

Sentí como si perteneciera a este lugar, como si aquí estuvieran las personas que me harían sentirme útil y encajar.

-Dime que hacer para ayudarte, qué puedo hacer para empezar a defender a los míos, a darle utilidad a estas habilidades. Necesito encontrarle sentido a esto que nace en mi.-

Shey me miraba con orgullo, contenta de tener a un nuevo miembro, y me gustaría decir que nunca estuve tan feliz en mi vida, pero estaría mintiendo, porque mi felicidad dependía de 3 cosas, o ,mejor dicho personas, y en el momento ninguno se encontraba conmigo.

DaimondiosWhere stories live. Discover now