CAPITULO 27

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CAPÍTULO 27

AMANDA

- Haz tus preguntas.-

-Bueno, primero quiero saber si tú eres la reina de la que tanto hablan.-

-Así es. Yo soy Hemenser, la grande. Mi cuerpo recibió no solo el don de ser un saiamond, si no que también níveus. Mis poderes van más allá de cualquier cosa antes vista, y gracias a ello, lideré las fuerzas saimandinas, para combatir a los daimondios, y llegar a un acuerdo de paz. Y, claro está, lo conseguí, aunque duró muy poco tiempo, dado que los daimondios no son capaces de aceptar que alguien es mejor que ellos y aunque mis humildes hermanos intentaron de todo, no fueron capaces de lograr una disposición de parte de ellos.-

Hemenser siguió hablando, alabando a los saiamonds, y criticando a los daimondios. Por un momento, creí que ella pensaba que yo era un saiamond, ya que no tenía ni la más mínima delicadeza al hablar sobre las deficiencias de mi raza, pero al ver su cara de superioridad, y un poco de asco, entendí que ella estaba completamente al tanto de mi situación.

-Ok, si entiendo. Para lo que dices, los daimondios son engreídos y tercos, además no son nada especiales, y sus vidas son un error. Siempre están buscando la guerra, y quieren que el mundo esté bajo sus pies, aunque ellos creen que ya se encuentran en esa posición. Por el otro lado, los saiamonds son humildes, fuertes, correctos, respetables, respetuosos, y perfectos.- Resumí con sarcasmo, esperando conseguir una respuesta de ella que me dijera que no estaba hablando totalmente en serio.

-Así es.- Dijo con orgullo.

Entonces, decidí buscar otra manera de conseguir información, sin que necesitara su "sabia" opinion. Sabía su historia de antemano, algo me habían dicho en la base, no la sabía perfectamente, pero conocía masomenos como fué que nuestra raza llegó a la tierra. Como su hijo e hija eran los adversarios más violentos, que llevaron a Tiamandino a su destrucción, y al venir ella a la tierra para salvar nuestra existencia, su hija vino detrás.

De ahí, la historia se resumía en ramas y ramas de personas que no interesaban.

Pero lo que nunca nadie me dijo es cómo era antes de la guerra.

-Dime por qué es que tenemos poderes.-

-No son "poderes" niña. Ustedes terrestres creen todo lo que los humanos creen. Ya se perdió el valor de nuestras creencias.-

Giré los ojos, y a mi mente vino un recuerdo de mi mamá y sus charlas de "no puede ser que los adolescentes hayan perdido toda clase de cultura". Me agarró nostalgia. Me había olvidado completamente de mi mamá, de mi familia, de mis viejos amigos.

Limpie la lágrima que amenazaba con salir, y volví a concentrarme en el problema.

-De cualquier forma.- Siguió explicando ella, - Nuestros dones son más antiguos que el sol de este sistema. Verás, Tiamandino no tenía verdes praderas, ni extensos océanos, pero tenía los colores más exóticos que podrías ver en tu vida.- Sus mirada era soñadora, y pronto dejé de ser yo la única que sentía nostalgia, - Terrenos que se extendían por kilómetros y kilómetros, de un tono negro, tan oscuro que se confundía con la nada misma, pero entre esa oscuridad, surgían líneas, grietas, de un rojo intenso, y tonalidades de naranja, amarillo, violeta, que cruzaban por todas partes. Siempre soñé en acercarme a esas tierras, tocar las grietas, y sentir ese calor abrasador y reconfortante .-

-¿Por qué nunca lo hiciste?-

-Es ahí a dónde quiero llegar. Nuestro planeta tenía 3 diferentes tipos de suelo. Diamo, Saimo, y Gálsium . En Diamo las tierras eran heladas, el hielo cubría cada espacio visible, la posibilidad de cultivo era muy reducida, la de vida, más todavía. Luego estaba Saimo, tierra muerta que rodeaba Galsium. Árida, demoníaca, desértica, la chance de sobrevivir era casi nula. Y luego, Galsium. Tierras Santas, la fuente de energía de nuestro mundo, de ahí venían nuestras vidas, nuestra felicidad, nuestra fuerza.

/En la antigüedad, la vida de nuestro planeta se basaba en Diamo, nadie se acercaba a las otras tierras, nadie se atrevía. Nuestra civilización estaba en paz, los problemas que habían eran superficiales, y absurdos. Pero un día, todo cambió. El gobierno un hombre se negó a seguir el procedimiento obligatorio. Los comandantes, en aquel momento no se vieron capaces de sentenciarlo a muerte, así que demandaron su expulsión hacia las tierras sin vida.

/Su expulsión no fue bien asimilada en la sociedad, y junto a él, fueron muchos de sus amigos, familiares, y seguidores. Pués al final del día, los comandantes sentenciaron a su propio hijo a una muerte segura.

-¿Era su hijo?- Ella asintió,- No pudieron tener ni un poco de compasión.-

-Así no funcionan las cosas estando al poder niña. Tienes que hacer lo que es mejor para tu pueblo.- Dijo, excusándo a aquellos que condenaron a su propia descendencia., pero pude notar que en el fondo, también estaba buscando redención.

-¿Qué pude haber cometido para semejante consecuencia?-

-Se negó a asumir el cargo de comandante.- Su mirada se torno lejana, y distante, como si estuviera relacionando todo con su propia vida. -Pero eso no es lo importante. Lo que sucedió después trajo el cambio más grande, y consigo también el destino de todo Tiamandino.

/Galium no estuvo de acuerdo, y en la partida del subcomandante, una tormenta arrasadora surgió de la nada, algo nunca antes visto, y rodeó a el exiliado y sus acompañantes. Rayos y truenos salían de ellos. De Repente todo fue silencio, hasta que el grito más fuerte y doloroso que podrías imaginarte se escuchó.

/Las tinieblas incrementaron, y todo tipo de claridad sobre los condenados se perdió, pero al mismo tiempo, socorros de ayuda, y exclamaciones de sufrimiento se escuchaban cada vez con más ferocidad.

/Y así cómo todo comenzó, se disipó. Y delante de todos, se encontraban los 8 exiliados, parados, con los ojos rojos, llenos de llamas a su alrededor, con una energía nunca antes vista, y sobre todo, ira. Emanaba ira, enojo, sed de venganza, parecía que iban a atacar a toda la ciudad, pero en su lugar, se fueron, se alejaron, y comenzaron una sociedad distante, diferente, donde todos los nacidos con el don, eran aclamados y alabados.-

-¿Pero, cómo es que sucedió?No tiene sentido alguno, ninguna tormenta podría causar inmunidad al fuego, ningún tipo de lluvia conocida es capaz de cambiar genéticamente el adn de las personas para que su descendencia tenga a su vez el don.-

-¡Niña! O dejas de pensar como humana, o no vuelvo a explicarte nada.- Asentí tragándome las palabras y el orgullo. -Tiene un sentido de por qué esto sucede así, pero tu clase de "historia" ya terminó por hoy. Quiero mostrarte lo que eres capaz de hacer.

-Espera, tengo un montón de preguntas, quiero entender mi pasado, así podré entender lo que me pasa.-

-No, si entiendes quién eres, podras entender el pasado, y eso lo acabo de comprobar. Sigues pensando como humana.-

-¿Y qué piensas hacer?-

-Mostrarte a uno de tus amigos.-

Las palabras se me quedaron atascadas.

-¿Q-qué?- Balbuceé.- N-No podrías. C-cómo?-

-Sólo concéntrate en él, y podrás ver, así como hiciste con tu amiga y el chico.-

DaimondiosWhere stories live. Discover now