Capítulo sesenta.

Start from the beginning
                                    

-Un psicólogo fue a ver a tu madre al hospital, días después que naciste- comienza a decir Donald mientras Jaqueline sigue llorando contra su pecho- Tu madre no quería darte de comer, no te tomaba en brazos como haría cualquier madre, no te miraba... le declaró depresión post parto. Dijo que con el tiempo se le quitaría, que sería temporal, pero no fue así.-toma un poco de agua.- Con los años tu madre desarrolló un rechazo hacia ti, cada vez que te veía, lo único en lo que se fijaba era en mi traición. Traté de ayudarla, pero con el tiempo se me hizo imposible estar junto a ella y convivir con su odio y resentimiento. Nos alejamos sentimentalmente, no quisimos divorciarnos de mutuo acuerdo ya que ninguno de los dos quería otra polémica, así que seguimos juntos pese al infierno en el que vivíamos. Traté muchos años de revivir nuestro amor pero pronto me di cuenta que no tenía caso, así que trabajé aún más, si no estaba en casa no discutiríamos ni tendríamos que soportar el tenso ambiente. Con el tiempo creí que era lo mejor mantenerme alejado de ti, y luego dejé simplemente de preocuparme.-me mira arrepentido.-No hay día en el que no me arrepienta de haber engañado a tu madre y no dedicarte el amor que tenía para darte, Brooklynn, no hay mañana en la que me despierte sintiéndome todo lo miserable que un ser humano puede sentirse. No solo le fallé al amor de mi vida, también te fallé a ti; mi niñita. Les fallé a ambas...- es la primera vez que los veo a ambos llorar con tanto dolor.- No te pido que me perdones de inmediato, no soy tan imbécil y sé que tal vez nunca lo hagas, pero déjame intentarlo, déjanos intentar ser una verdadera familia, te prometo que haremos todo lo que esté en nuestras manos para ganarnos tu confianza y luego, tal vez, tu amor. Hemos estado yendo a terapia de parejas, y creemos que ya es momento de enfrentarnos al mayor y más importante desafío de nuestras vidas: nuestra familia.

-Solo una oportunidad, Brooklynn, tan solo una te pedimos. Por favor.

Los miro a los dos a los ojos.

-Yo... no sé qué pensar.- murmuro frustrada y aparto la mirada. Tapo mi cara con las manos mientras pienso.-No pueden esperar venir aquí, contarme la revelación de sus vidas, y esperar que los perdone sin más. Lo que me han contado me ha respondido muchas preguntas que me he hecho a lo largo de la vida, pero sigo sin explicarme algunas otras. No han sido solo unos años que se han comportado como unos idiotas, han sido 25 años. 25 años en los que no he contado con ninguno, 25 años en los que me he tenido que criar sola, mientras ustedes seguían comportándose como unos niñatos y no como los adultos que deberían ser. ¡Yo no tengo, ni tuve la culpa de que él se acostara con su secretaria!- señalo a Donald, mirando a Jaqueline con rabia.- Y, tampoco, tenía culpa de que ella no quisiera tener sexo contigo.-señalo a Donald.- No tenía la culpa de sus problemas, no merecía ser rechazada por ambos. Estoy embarazada, y créanme que haré todo lo posible por no ser como fueron ustedes conmigo, tengo claro lo que no tengo que hacer como madre gracias a su ejemplo. ¿Tienen idea de cuántas noches lloré esperando que alguno de ustedes entrara en mi habitación y me dijera que me quería? ¿Cuantas veces, en la escuela, esperaba que alguno de ustedes dejara de trabajar y fuera a ver alguno de mis actos? ¿Tienen idea de cuánto me esforzaba para que se sintieran orgullosos? ¿Tienen idea lo mal que me sentía de no recibir una tarjeta o lo que sea de su parte el día de mi cumpleaños, navidad? ¿Saben cómo me sentí cuando no fueron a mi graduación? No, no tienen idea. Al parto fueron porque sino cómo.- suspiro.- Lo lamento, pero si quieren una oportunidad tendrán que ganársela porque no estoy dispuesta a dejarlos entrar en mi vida y que luego desaparezcan sin más, ya no soy solo yo y no voy a permitir que le hagan a mis hijas lo que me hicieron a mi.-me levanto de mi asiento ignorando sus llantos y camino a la puerta para abrirla.- Ahora les pediré que se marchen.-los miro a ambos con frialdad.

Se levantan lentamente y caminan hasta mí secando sus ojos.

-Nos merecemos esto, pero ten por seguro que vamos a luchar por ti. Ya basta con hacernos a un lado, queremos estar ahí.

No los miro. Una vez salen cierro la puerta.

-Ojalá.-murmuro a mi pesar.-Ojalá que lo hagan.

Camino sin ánimos a la cocina y mientras como comienzo a llorar. No sé si porque está la comida deliciosa, porque aparecieron después de tanto tiempo o por las hormonas. Creo que las tres.

No me cabe en la cabeza que alguien pueda desapegarse de su hija recién nacida, menos aún una madre. ¡Me tuvo nueve meses dentro de ella! ¡Nueve meses compartiendo su cuerpo, su vejiga y la comida! Ahora que estoy embarazada sé que haré cualquier cosa por mis niñas, menos dejarlas. No podría sin morir por dentro.

Con todas las emociones que he tenido que soportar este día tendré que descansar un siglo para recuperarme.

Con cansancio me dejo caer sobre el sofá a comer tranquila. Luego vendrá Alexis y Gea a ayudarme a terminar lo último que falta en la habitación de las niñas: las cunas.

A pesar de todo logro sonreír, mis niñas, ya falta menos de un mes para conocerlas y no puedo estar más contenta con eso. Quiero tenerlas aquí ya.

Aunque otro pensamiento me hace paralizarme.

Estoy bien, ellas están fuera de peligro y no queda nada para su nacimiento.

Me prometí que cuando estuvieran fuera de peligro le contaría todo a Leinghton.

De solo pensarlo se me revuelve el estómago y siento unas pataditas, como cada vez que su maldito rostro aparece en mi cabeza.

Sacudo la cabeza y me tranquilizo, siempre puedo mandarle un correo de que irá a ser padre, ¿no? No tengo por qué verlo. Le diré, él verá si quiere verlas o tener contacto con ellas (si no duda que son de él, claro) y, en el mejor de los casos, no tendremos tanto contacto entre nosotros, solo hablaremos cuando tengamos algún inconveniente con las niñas o nos veremos en sus cumpleaños. Sí, puede funcionar.

Rehaceré mi vida y él hará lo mismo. Estoy dispuesta a ser su amiga para evitar el ambiente tenso cuando estemos con las niñas, pero nada más. Mis hijas tendrán a sus padres, no juntos pero los tendrán, que es mucho más de lo que yo tuve.

Solo espero que él acepte.

-Claro que aceptará, no quiere estar conmigo ni yo con él, es lo mejor.- me digo a mi misma antes de levantarme a abrir la puerta cuando suena el timbre.

De solo pensar que pueden ser mis padres nuevamente...

Suspiro de alivio y sonrío.

-Pareces feliz de verme.- me sonríe y se acerca a besar mi mejilla con cariño.

-Estoy feliz de ver a Gea, no a ti.- me agacho con cuidado y dificultad y tomo a Gea en brazos para besar sus mejillas y hacer que ría.- Entren.

Alexis deja sus herramientas sobre la mesa y bajo a Gea para que vaya a buscar a Zoe.

Alexis se acerca a mí y me abraza dejando a las gemelas entre nosotros.

-Ahora dime qué pasa.

Sonrío. Me conoce tan bien... algo increíble debido al poco tiempo que nos conocemos.

-¿Quién dijo que me pasaba algo?

-Tienes los ojos brillantes. Has estado llorando.

Suspiro y asiento.

-Han venido mis padres.- susurro mirando mi barbilla.

-¿Tus padres?- parece tan confundido con yo cuando los vi.

-Sí, mis padres. Ellos... me han pedido perdón, me contaron cómo se conocieron y lo que los llevó a hacer todo lo que no hicieron conmigo...

-¿Y tú quieres perdonarlos?-me quedo callada, no lo sé. Suspira y besa mi frente.- Nadie puede obligarte a nada, ni siquiera ellos. Te han hecho mucho daño, pero si tú quieres intentarlo estás en todo tu derecho. Y si algo sale mal, aquí estaré yo para apoyarte, lo sabes ¿verdad?- sonrío y él se acerca a dejar un casto beso en mis labios.- Ahora vamos a terminar esas cunas para las niñas.

Le agradezco con la mirada y vamos a la habitación de las niñas.

Tal vez, yo ya esté rehaciendo mi vida.

..................................

Beauty And The Beast (Terminada)Where stories live. Discover now