Capítulo tres.

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-Señores, ya hemos aterrizado. - dice la misma azafata que me despertó hace dos días.

Le sonrío agradecida y ella se retira, tomo mi bolso de mano y bajo antes que Howland.

Bajo del jet y casi corro al auto, estar muchas horas en el incómodo silencio junto a Howland es abrumador y escalofriante. ¿Mis progenitores no podrían haberme casado con alguien más... No lo sé, simpático, agradable, hablador? O con nadie, mejor dicho.

Miro a Jefersson, el chofer de Howland.

-Hola Jefersson, ese traje te sienta di-vi-no- le sonrío y él suelta una risita.

-Es un gusto volver a verla señorita.

Ruedo los ojos.

-Llámame Broo, Jefersson. Yo no soy Howland, a mi puedes tutearme.

-Coqueteando otra vez con Jefersson, Brooklynn. -gruñe mi esposito entrando al auto.

Pongo los ojos en blanco y lo miro feo.

-No estoy coqueteando, que tú no seas educado y no saludes no es mi problema.

-Soy mucho más educado que tú. -voltea a verme con el ceño fruncido.

-Sí, ajá. Lo que te deje dormir en las noches. -le sonrío a dientes cerrados.

Miro por la ventana durante todo el trayecto hasta llegar a la gran villa de Howland.

-Gracias. -Le digo a Jefersson cuando abre mi puerta y me ayuda a bajar. -Y así dices ser educado, babado (baboso) -murmuro al pasar junto a Howland.

Entro en la casa y le sonrío a Ana, la nana de Howland. Una mujer adulta muy simpática y amorosa, es un misterio como soporta a Howland.

- ¡Ana!-la abrazo y ella ríe mientras me devuelve el gesto.

-Señorita Broo-le sonrío y guiño un ojo-Me alegra que ya estén aquí.

-Si, a mi igual me alegra, quitando el hecho del hombre con el que estoy casada todo bien.

Ana es la única, aparte de mis padres, Howland, ahora Issa, y yo, en saber que nuestro matrimonio es un fiasco.

Escuchamos un gruñido detrás de mí y ruedo los ojos al saber quién es.

-Bueno, iré a dejar mis cosas arriba. Te dejo con la bestia.

Tomo mi maleta, que Jefersson se encargó de entrar, y la arrastro hasta el segundo piso.

Camino por el largo y tenebroso pasillo hasta la habitación principal, habitación que era de Howland pero se la quité. Si iba a vivir aquí lo haría cómodamente, o jodiendolo.

Abro la puerta y dejo la maleta junto a esta, camino hasta la cama y me lanzo en esta de espaldas. Llevo las manos detrás de mi nuca y miro todo el lugar con una mueca.

Todo es color gris o blanco, algo enfermante. Esta habitación, al igual que toda la casa, tiene un aire aburrido y sin vida. Como si nadie alojara aquí.

Paredes aburridas negras o grises, cuadros carísimos y muebles de lujo. Todo esto es puro lujo.

No me gusta.

Mi antiguo departamento en Inglaterra era muy colorido; paredes color amarillo, verde, salmón y lila. Cada rincón tenía vida.

Mi habitación era una combinación de colores, cuadros abstractos decorativos y muebles de distintas texturas y colores.

Pero esto... ¡Es aburrido! Deprimente casi.

Suelto otro suspiro y me remuevo en la cama.

-Vamos Broo, levántate antes que esto te consuma-me animo a mí misma.

Beauty And The Beast (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora