Beauty And The Beast (Terminada)

Capítulo cincuenta y nueve.

-Puede que suene tétrico y despiadado lo que te voy a decir, pero mejor ahora que cuando sea muy tarde y te hagas más ilusiones de las que ya tienes.- tomo un suspiro.- La única razón por la que te pedí que te casaras conmigo fue porque estaba molesto con Brooklynn, y creí, estúpidamente, que pidiéndote en matrimonio ella volvería a mí movida por alguna extraña fuerza o lo que sea que pudiera traerla de vuelta a mis brazos. Ambos sabemos que no pasó, y fui un idiota al seguir con esto por tanto tiempo.- la miro, tiene los ojos abiertos como platos y está pálida.- Lamento haberme comportado como un imbécil y hacerte creer que quería casarme contigo.

-¿Qué quieres decir?

-La boda se cancela, Chiara. Ya no vamos a necesitar esa iglesia ni para dos semanas ni para nunca.

....

-¿Que ellos qué?- silencio.- Joder, ¿y ella cómo está?- más silencio.- Maldición. ¿Y cómo se pusieron en contacto contigo? Me parece una total estupidez de su parte.- silencio.- sí, tienes razón, más vale tarde que nunca. Aunque por otro lado no es tan malo que ellos al fin se preocupen de su hija, piénsalo; Broo los necesita más que nunca ahora.

¿Brooklynn?

-Vale, al menos ahora tiene a alguien ahí para que esté pendiente a ella. No me gustaba la idea de que fuese sola a hacerse las ecografías, solo espero que todo se arregle entre ellos ahora que van a ser abuelos. Por cierto, ¿cómo se han tomado la noticia?- suelta una pequeña risa.- ya me lo imagino. No ven a su hija hace más de un año y cuando la ven, se enteran que está embarazada. Menudo reencuentro.

¿QUÉ?

-Vale, debo dejarte, tengo una sesión en cinco minutos. Saludos al pequeño Lucas, besos.

La cabeza me martillea con fuerza y tengo que agarrarme a la pared más cercana cuando se me doblan las rodillas. ¿Embarazada?

Cuando Izzy se voltea y me ve su sonrisa desaparece de inmediato y es reemplazada por una mueca de horror.

-Repite eso...- murmuro con la voz quebrada, carraspeo y me enderezo para pronunciar con voz más fuerte:- Dime qué mierda está pasando ya.

-Oh santísimo infierno.

....

-No es por nada, pero llevamos la media hora más incómoda de mi vida aquí sentados y tengo hambre. ¿Alguien dirá algo o puedo ir a buscar comida tranquila?- hablo lo más tranquila que puedo. Tengo mucha hambre, es cierto, pero quiero escapar de aquí ahora ya. ¿Qué hacen aquí?

Se miran entre ellos y nuevamente no puedo creer que estén aquí, frente a mí sentados en mi salita de estar. Quiero gritar y romper a llorar, no sé qué hacen aquí después de tanto ni cómo saben que estaba aquí, aunque me hago a una idea de quién pudo ser.

Pero, mi mayor temor, es la razón -aún desconocida- de porqué vinieron. La idea de que estén aquí porque se enteraran de mi divorcio y vengan a reclamarme el volver con mi exesposo me trae de los nervios. Y justo ahora Alexis no llama o viene para interrumpir este incómodo momento. Pensándolo mejor, ojalá que no se aparezca por aquí. No quiero ni imaginar qué dirán si lo ven y saquen conclusiones equivocadas.

-No ha sido nuestra intención incomodarte...- comienza a decir Jaqueline en tono suave.- Solo creímos que ya era hora de reparar el daño que hemos hecho, comenzando por el que te hemos producido a ti.

-Claro que no contábamos con enterarnos que te habías divorciado de Leinghton- toma la palabra Donald- menos ahora, al saber que estás embarazada...

Me tenso completamente e involuntariamente llevo las manos a mi vientre a modo de protección.

-No, no, tranquila, tu padre no quiso ofenderte. Es solo que nos sorprendió mucho verte en un estado tan avanzado del embarazo.

Sonrío con amargura.- Sí, creo que yo también estoy sorprendida. Verlos en la puerta de mi casa después de un año sin tener noticias ni estar en contacto es algo extraño. Ahora, les pido por favor que si tienen un motivo concreto para haberse tomado la molestia de buscarme y dejar sus magníficos trabajos, hablen de una buena vez. De lo contrario, si solo han venido a exigirme que siga con Leinghton les digo desde ya que pueden ir despidiéndose y marchándose por donde han venido. Tengo un dolor de cabeza terrible, he amanecido con vómitos y mareos y tengo más hambre que el Chavo del Ocho, comprenderán que lo último que esperaba era una visita vuestra.

-Solo queremos arreglar nuestros errores, como te he dicho.- Jaqueline suspira y me mira a los ojos, me desconcierta ver cierta vulnerabilidad en sus ojos y cómo Donald aprieta su mano para darle ánimos.- Nos hemos dado cuenta que te hemos causado un daño terrible todo este tiempo, partiendo de cuando aún eras una bebé y no te dábamos el cariño, amor y dedicación que te merecías; queremos cambiar eso, Brooklynn, si tú nos permites...

-Queremos que nos perdones.- murmura Donald y me mira.- Hemos sido un par de idiotas a los que solo les importaba el éxito laboral, ignorando lo verdaderamente importante: tú. Sé que es probable que no quieras perdonarnos y lo entenderemos perfectamente si decides sacarnos de tu vida definitivamente. Pero queremos intentarlo, Brooklynn, estamos dispuestos a lo que sea por ser esa familia que una vez quisimos ser, por volver a tener tu cariño y que nos dejes ser parte de tu vida, de sus vidas.

-Danos una oportunidad para demostrarte que sí te amamos, que si nos importas y que siempre estaremos para ti. Es tarde, sí, pero al menos piénsalo. Y si al final decides que no nos quieres en tu vida, bien, pero al menos déjanos explicarte porqué todo fue así.

Trago saliva, Jaqueline está llorando y Donald tiene los ojos aguados, aunque sin derramar lágrimas. Podría mandarlos al carajo pero su pena parece real, no veo indicios de que sea teatro o quieran algo. Sus ojos están tristes.

¿Qué hacer, cuando las personas que más daño te han hecho al rechazarte cuando más los necesitabas, negándote su amor, se plantan frente a ti y piden perdón?

¿Creerles o no? ¿Darles el beneficio de la duda, tal vez?

Unas pataditas en el vientre me hacen cuestionarme todo y dudar.

No soy solo yo esta vez, tengo dos personas más en las que pensar.

¿Y el hecho de que se hayan tomado tantas molestias en buscarme no dicen nada? Debe haber una buena razón para que Issa les haya dicho dónde estoy, seguro. Además de que es la primera vez desde que tengo memoria que se toman un tiempo para mí. ¿Confiar o no confiar?

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