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QUERER NO SIEMPRE ES PODER

CAPITULO 25:

Veía el interior de mi carpa, hace mucho que había amanecido, pero yo no tenía ganas de salir. Le había dado mil y un vueltas al asunto de Elliot, tenía millones de preguntas sin respuestas, lo había soñado toda la noche, pero aun no entendía porque me había dejado ahí, sola. Me había dolido el rechazo, claro, pero lo que más me molestaba en estos momentos era el hecho de que en toda la noche de ayer no volteo a verme después de lo sucedido. Todos habían regresado del paseo por el bosque y Elliot se fue directamente con sus amigos. Yo por mi parte, camine por el lago, no más árboles, no más paz ni tranquilidad. Suspire decepcionada, esta excursión empezó tan bien y ahora Elliot ni voltea a verme. Sin embargo, sé que así es mejor, porque ya no solo estaba involucrando a Elliot conmigo, sino también con Moon y eso no estaba bien. Pero realmente, ya no sabía qué hacer, se me habían acabado las opciones, es decir, si le digo la verdad lo hiero, si me voy, lo hiero, si le miento lo hiero, si lo ignoro lo hiero; ¿Qué podía hacer? Cada vez la mentira crecía más y más y, se perfectamente que en algún momento, me tendré que ir y así rompería su corazón, lo cual no quería, en realidad era lo que menos quería. Recordé mis pensamientos el día que Elliot pensó que era anoréxica y yo vi la tristeza en su mirada, hablando de salud...

Un corazón roto era muy difícil de arreglar. Constaba de paciencia y el amor de otra persona, una persona que se molestara en recoger cada uno de los pedazos, para luego juntarlos, encontrando cada una de las sonrisas perdida y disolviendo todas las lágrimas derramadas. Se necesitaba alguien que pudiera transformar el dolor en alegría y, definitivamente, yo no era la indicada para eso.

Cuando yo me vaya, ¿Quién se encargara de arreglar el corazón de Elliot? ¿Alguna plástica? Tal vez, ¿Una chica dulce? O una que no mienta o... pero... ¿Quién se encargaría de arreglar el mío? Bien, esto último no importaba, yo misma me estaba destruyendo el corazón, por el simple hecho de que a veces olvido que yo también tengo sentimientos. Frote mis ojos con mis manos, todo es tan raro últimamente, me comportaba diferente a como soy y eso ya me estaba asustando.

Me levante rápidamente, me arregle y Salí de mi carpa, no iba a deprimirme por el simple hecho de que Elliot no me hablaba o tal vez si... pero no lo demostraría, de ninguna forma.

-Señorita Moon, al fin se levanta ¿Ya se siente mejor? –pregunto el profesor de biología.

-Em... si, ya me siento mejor, gracias –respondí, recordando la mentirilla que había dicho Elliot.

-Entonces ya podemos irnos. Deshagan sus parcas, guarden todo y en veinte minutos vamos al autobús.

Deshice mi carpa tal y como lo pidieron, recogí todas mis cosas y las puse en mi bolso. Elliot empezó a recoger sus cosas, justo junto a mí, debido a que nuestras carpas estaban juntas. No volteo a verme en ningún segundo, pero yo lo veía de vez en cuando... ¿A qué se debía ese cambio tan raro de actitud? Bueno, ya no tiene casa, seguramente se le pasara pronto a capaz no se le pase y este sea un adiós para Moon, igual que con Danielle.

-Apresúrate Danielle –dijo Rachele, jalándome el brazo. Me había quedado de nuevo perdida en mis pensamientos y no me había dado cuenta que ya todos avanzaban en dirección al autobús. Rápidamente alcanzamos a las otras chicas.

-Tú tienes algo que contarnos –se dirigió a mi Charlotte.

-¿Yo? ¿Ah? –pregunte desentendida.

-Sí, ¡Tu! –Exclamo Haley-. O me dirás que ayer cuando te quedaste sola con Elliot, no pasó nada.

-Pero ¿De qué? Elliot y yo no tenemos nada y no pasó nada.

AGENTE ESPECIAL -TERMINADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora