4. Chen

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Todo era algo confuso, algo borroso y algo complicado.


Chen no creía que volvería a ver a Wendy. O al menos no aún, no se sentía mental ni físicamente listo para hacerlo. Pero estaría mintiendo si decía que no había pensado en la posibilidad de encontrársela, en medio de una intersección en una calle sin nombre, mirando hacia adelante sonriente, por encima de él, con su cabello oscuro ondeando en la brisa. Se había imaginado devolviéndole la sonrisa, caminando por su lado y alejándose sin decirle una palabra. Diciéndole adiós y pidiendo perdón, todo con sus ojos.

Pero no había sido tan poético como lo había imaginado. No había sido como lo había imaginado, punto.

Cuando la había visto de nuevo, después de una vida y media, no la había logrado reconocerla. Lo primero que había visto era a Yixing, con una sonrisa lobuna y ojos coquetos. Hablando con una chica pálida junto a la pared.

Venía  caminando con Chanyeol, quien aun se sentía lleno de adrenalina por el toque y no dejaba de parlotear. En cuanto Chen vio a Yixing, fue cómo si el alivio lo hubiera bañado. No le importaba con quien estuviera hablando, desde ya se había decidido a unirse a la conversación aunque fuese sobre el tratado de libre comercio. Pero su voz trepó hasta su oído, y no pudo seguir moviéndose.

El cabello acaramelado lo había despistado, pero con una mirada a su perfil, su nombre ya se derramaba de sus labios.

–Wendy.

Ella no lo miró. Miró a yixing y apenas entonces Chen notó la cercanía entre los dos. 

Su corazón se apretó con un deseo que no había considerado en su fantasía original: aún quería que lo mirara, sin observar algo más allá de él, ni siquiera al horizonte. Que lo mirara, sólo a él.

–Wendy –repitió, esta vez casi como un ruego. Y en cuanto lo miró, cuando lo miró de nuevo después de una vida y media, Chen se sintió eterno y efervescente. Su cuerpo se incendió y llegó a temperaturas árticas, todo a la vez, gracias a los suaves ojos de Wendy.

–Jongdae –el sonido de su no-nombre mató y alimentó el vértigo dentro de él, pero al sus ojos desviarse de los de Wendy, en lo único que pudo fijar su mirada fue en la mano de Yixing sujetada el hombro de ella.

Chen sabía que no tenía derecho sobre ella, que ella era su propio individuo y no tenía derecho a imponérsele, especialmente después del desastre que había dejado al huir sin decir adiós, pero aún así... en su mente no dejaba de reclamarle a Yixing como se atrevía, cuando Wendy había sido suya primero. Cuando tal vez aún...

Él enterró las manos en sus bolsillos traseros, decidiéndose a no intervenir, aunque la mano fantasma de Yixing permaneciera grabada en sus pupilas aunque ya su mirada estuviera de vuelta en ella.

–¿Wendy? –esta vez habló Chanyeol mientras miraba confundido entre Yixing y Chen–. Ella... ¿ella es...?

Chen sabía lo que iba a preguntar Chanyeol, y su codo ya estaba preparado para darle un golpe en las costillas para pararlo de proseguir. Pero no fue necesario cuando Wendy se le abalanzó encima a Chen, dejándolo tan sorprendido que por primera vez en veinte minutos se quedó callado.

–Yo... –la voz de Wendy era pequeña y amortiguada contra su pecho. Era débil y lo hacía sentir sin aire–. Yo solo...

Wendy soltó un pequeño gruñido, exasperada de no poder hablar correctamente y trató de calmarse respirando un par de veces: –Estás bronceado.

Chen estaba anonadado de que esa fuera su frase de apertura, pero como un reflejo, como una respuesta automática, pasó su brazo por los hombros de Wendy, dejando a su mano descansar sobre su cabeza.

Strawberry Rush (k.j.d X s.s.w)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora