Capítulo 27: Matt

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- Matt, tienes que escucharme.

- ¡¡No quiero escucharte!!

Logra alcanzarme y me agarra del brazo. Yo me suelto rápidamente de forma brusca y sigo andando.

- La cagué, ¿vale? -grita suplicante.

- ¿¿Y crees que esa mierda sirve de algo?? -grito también.

Necesitaba salir de aquí.

- Te lo explicaré todo. Por favor... -dice de forma desesperada, con la voz quebrada y... rota.

Me mataba verle así. Pero lo que me había hecho...

Céntrate, Matt. No puedes perdonarle. No puedes estar con alguien que te ha puesto los cuernos.

La verdad es que, en el fondo, no debería sorprenderme. No porque Harry fuera mala persona, sino porque ya fue infiel una vez.

Me había obligado a creer que lo hizo porque a quien amaba realmente era a mí, pero tal vez sólo fuera porque no es capaz de llevar una relación. E igual que lo hizo con Shelby... ahora me lo hacía a mí.

- No hay nada de qué hablar, Harry... -respondo. Y puedo comprobar al hablar que mi voz está tan destrozada como la suya.

Él se acerca a mí. Me había detenido sin darme cuenta.

Me toma de la mano, a pesar de mis intentos por soltarme, y me la acaricia con el pulgar de forma suave y continuada.

Odiaba esto. Su tacto me hacía sentir tan bien... Me tranquilizaba enseguida. Y no era justo. No podía enfadarme con él por mucho que me hiciera, y eso no era sano.

En un gran acto de voluntad, me obligo a quitar mi mano. A separarme de su calidez y esa sensación de protección que irradiaba su piel.

- Me has puesto los cuernos, Harry -digo con voz quebrada.

Él me mira extrañado, y eso no hace más que confundirme.

- No lo he hecho.

- Harry, lo oí.

- ¿Qué oíste?

Le miro a los ojos. Realmente quería que respondiera.

Así que trago saliva, y lo hago:

- Que ella estaba borracha y os acostásteis... Y que el niño es tuyo.

- Matt, yo no dije eso.

- ¡Claro que sí! ¡Lo escuché!

Él vuelve a tomarme de la mano. Parecía dudar si decirme algo, probablemente por el miedo a hacerme daño... Pero debió darse cuenta de que nada de lo que pudiera decir me dolería más que todo esto.

- Dije que yo tenía la culpa -susurra- Pero no por lo que crees.

Suspira y sigue hablando.

- Dije que yo tenía la culpa porque fui yo quien le presentó al chico con el que te engañó -alza la vista para mirarme directamente a los ojos- Daniel. Mi primo.

Daniel...

Tan sólo le había visto en una ocasión, hace unos seis o siete meses en una fiesta del cast en...

- En casa de Todd...

Él asiente en silencio.

Me separo de Harry, abrumado por la nueva información.

La verdad es que, al ver que el bebé era asiático, ni se me pasó por la cabeza que fuera de Harry. Pero luego les oí hablar y parecía que...

¿Cómo pude haber dudado de él?

- Entonces... ¿no me has sido infiel? -susurro tras unos segundos.

Él niega energéticamente.

- ¿Estás loco? Yo jamás te haría eso. Matt, eres lo mejor que me ha pasado en la vida. Hacerte algo así sería como apuñalarme a mí mismo -esta vez es él quien se separa- Sin embargo soy tan culpable como Daniel o Esther, y entendería que no quisieras...

Le interrumpo cogíendole por los brazos y fundiéndonos en un apasionado beso. Lo hago de forma intensa y tratando de expresar todo lo que siento, incluída la necesidad de sentir el roce de sus labios.

Incluída la necesidad de tenerle en mi vida...

Él parece algo sorprendido al principio, pero luego no duda en seguirlo con la misma fuerza emotiva que yo.

- ¿No estás enfadado? -susurra con ojos llorosos, centrando su vista en los míos, una vez nos hemos separado

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- ¿No estás enfadado? -susurra con ojos llorosos, centrando su vista en los míos, una vez nos hemos separado.

- ¿Porque Esther me fuera infiel? No. Claro que no -hago una pausa- A quien amo es a ti, no a ella. Lo otro... No lo hubiera soportado...

Él me mira de forma comprensiva, aún con un deje de culpabilidad en su rostro.

Pero en lugar de responder, aparta con suavidad el cuello de su camisa para mostrarse su tatuaje.

Y esta vez, sí habla. Pero tan sólo dice una única palabra, una palabra que lo significa todo:

Eterno.

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