Capítulo 25: Matt

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Me paso las manos por el pelo una y otra vez, manteniendo los codos sobre las rodillas, que se encontraban en constante movimiento.

Harry se sienta a mi lado y me ofrece una taza de café. Yo la tomo entre mis manos y le agradezco el detalle con un gesto, pero soy incapaz de beber.

Lo de las últimas horas... Todo era... Yo estoy... No lo sé. No sé nada. Es lo único que puedo decir.

- ¿Cuándo tendría que salir de cuentas?

- En dos meses.

- ¿Y al final es niño o niña?

- No se sabe. Esther quería mantener el "misterio".

- Pero entonces t...

- ¡¡Que no lo sé, Harry!! -grito.

Entendía su postura. Estos meses había querido darme espacio y no me había preguntado nada del bebé. No quiso ir a ver la cuna, ni a ninguna visita médica, ni pensar nombres...

Pero yo lo intenté, y él se negó. No es mi culpa que ahora no sepa nada.

Y yo no estoy como para responderle.

- Lo siento... -suspiro al ver su expresión.

Él niega.

- No importa -dice antes de envolverme con sus brazos.

Yo me aferro a él. A su fuerza, a su calor, a su aroma...

- Tú me sostienes. No sé qué haría sin ti -susurro en su oído.

Él me abraza con más fuerza, sollozando débilmente.

Esto estaba siendo demasiado para él... Y yo no estaba ayudando demasiado.

Le separo con suavidad y coloco mi mano en su mejilla.

- Me encantó el tatuaje. Tienes razón, es algo eterno, pero nuestro amor también lo es. Y -sonrío- cuando todo esto pase, yo también me haré uno.

Él sonríe, esta vez sin molestarse en tratar de retener las lágrimas, y le abrazo de nuevo.

Él sonríe, esta vez sin molestarse en tratar de retener las lágrimas, y le abrazo de nuevo

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Es entonces cuando sale el enfermero del cuarto de Esther.

- ¿Matthew Daddario? Todo está listo.

Bajo la cabeza y expulso todo el aire que puedo, como si eso me ayudara de alguna forma a afrontar el cambio que estaba a punto de transcurrir en mi vida.

Esta vez, es Harry quien coloca su mano en mi mejilla. Y no dice nada, no hace falta.

Tan sólo se inclina ante mí y me besa con suavidad. Sus labios están salados por las lágrimas, pero eso no me impide seguir el beso con la mayor dulzura que soy capaz de expresar.

Al acabar, apoya su frente contra la mía.

- Te amo -susurro.

Y me sorprendo al ver que él responde lo mismo:

- Yo te amo a ti.

Paso la lengua por mis labios, estiro mis mangas, y miro la puerta con convicción.

Es la hora... Y no estoy solo.

Tomo a Harry de la mano y juntos entramos en la sala.

Y ahí estaba Esther, tumbada en la cama con una de esas batas de hospital, y un niño en brazos.

Y ahí estaba Esther, tumbada en la cama con una de esas batas de hospital, y un niño en brazos

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Pero algo no estaba bien...

Al verme, ella me mira con una expresión de culpabilidad en el rostro.

¿Qué estaba pasando? ¿Qué iba mal?

Tomo el valor suficiente para acercarme, temeroso de que a aquel niño pequeño le pasara algo.

Pero al hacerlo, pronto veo el motivo por el que Esther estaba así, sin siquiera atreverse a dirigirme la palabra.

El motivo que hizo que pronto cayera inconsciente... El único motivo que podría convertir este gran día en el peor de mi vida.

Ese niño era asíatico.

No era mi hijo. Esther me había engañado.

INSIDE: A Shumdario FanficWhere stories live. Discover now