Capitulo 8

127 6 3
                                    

Uno no sabe lo que tiene, hasta que lo pierde. Luke Grey era un chico que sufría, aunque lo ocultara. No quise preguntarle nada más con temor a que no quisiera volver a hablarme. Luke no dijo palabra y me guió por largos corredores hasta que llegamos  a una puerta de vidrio, él muchacho la abrió y pasó.

Era una gran sala, llena de mesas y bancos. Las paredes eran de madera y estaban pintadas de un color azul claro, el piso era de piedra y el techo era de vidrio. Me quedé mirando el cielo y no pude evitar pensar en si volvería a salir.

-Esto es el comedor y la sala de reuniones –dijo Luke serio, note que todavía estaba intentando procesar lo que me había dicho antes-. Malcom te espera.

Luke señalo el fondo de la sala dónde Malcom estaba sentado frente a una de las mesas de piedra. Tragué saliva y camine hasta donde él estaba, voltee solo una vez para comprobar si Luke me seguía, no, no lo hacía.

-Siéntate Jane-dijo Malcom, me miraba fijamente con esos crueles ojos verdes que tenía-

-Me senté-. ¿Qué pasa?

-Jane Fireblood –dijo él-. Nunca hubiera dicho que tendría una hija como tú.

-Yo no soy tu hija –dije llenando mi voz de confianza-. No podría ser hija de alguien como tú.

Malcom me sonrió, no era una sonrisa cálida, era una sonrisa llena de odio y sarcasmo.

-Eres igual a mi, querida -dijo él, su voz sonaba natural y de lo más normal, pero yo lo sentí como un insulto-. Tu carácter, claro esta, no es cómo el de tu madre ni como el de Christopher. 

-Cállate -le espete, no quería escucharlo- 

Como era de esperar Malcom siguió hablando.

-Tu aspecto -dijo y sonrió cruelmente-. Tu madre, tiene ojos verdes y es rubia y Christopher tiene ojos azules y es rubio también. 

-No entiendo a donde quieres llegar con esto -murmure- 

-Mírame Jane -dijo él, levante la vista y nuestras miradas se juntaron-. Ojos verdes, cabello negro, un carácter dificíl. Eres lista y nunca te rindes. -la mirada de Malcom me retaba a contradecirlo, pero sabía que no serviría de nada hacerlo-. Eres igual a mi. 

Cerré los puños y no logré contener la ira. Me levante hecha una furia y golpee a Malcom tan fuerte que hasta me dolió, le haces te un puñetazo tras otro y con cada golpe soltaba un grito. Malcom por otro lado reía. Eso solo me molesto más. Estaba por hacestarle otro puñetazo, pero alguien me arrojo al piso y se interpuso entre Malcom y yo. 

-¡¿QUE RAYOS TE PASA, JANE?! -grito Connor, estaba mucho mejor que antes, su labio estaba sanando y ya no tenía manchas de sangre, estaba vestido con unos jeans negros, una camiseta, un cinturón de cuero y una campera de cuero negra-

-¿Connor? -dije incredúla- 

Los ojos del muchacho me miraban con rabia, había apretado los puños a los costados y una gota de sudor le recorrió la frente. Detrás de él Malcom se levanto y se seco la sangre de la cara. Le había roto la nariz, pero sacando eso parecía ileso. 

-Gracias, Connor -dijo Malcom-. Por favor, escolta a la señorita Fireblood a su habitación. 

-¿Desea algo más señor? -pregunto Connor sin apartar la vista de mi-

-No. 

Connor asintió y me levanto del suelo, saco un cuchillo de su cinturón y lo puso sobre mi garganta.

-Camina -dijo él, su voz era fría, no era la voz que yo conociá-. O no te gustara el resultado. 

Camine obvediente con la punta del cuchillo fría sobre mi garganta, cometí el error de tragar saliva y sentí como mi piel se cortaba contra el filo del cuchillo. No dije nada en todo el camino hascía lo que sería mi habitación. Connor tampoco dijo nada. Caminamos por los pasillos y nos cruazamos con varios adultos y adolscentes que saludaban a Connor y me miraban a mi con desaprobación. Como si hubiera hecho algo mal (había golpeado a Malcom, pero eso no estaba mal, él se lo merecía).

Por fin Connor dejó de caminar y sin soltarme abrió una puerta blanca al final del pasillo.

-Pasa, Jane -dijo él, intente buscar algún sentimiento en su voz, ¿dolor? no ¿compasión? tampoco ¿odio? si-. A las 8.00 pm es la cena, más te vale estar allí o tendré que venir a buscarte y no seré tan amigable la proxima. 

Y sin decir má cerró la puerta detrás de sí, dejandome sola. Solte un suspiro y mire a mi alrededor, era una habitación con paredes negras, un piso de piedra, sin ventanas pero con un techo de cristal. En la parte derecha de la habitación, había una cama con sabanas negras y almohadas blancas, al lado de la cama había una mesita de noche y sobre ella había un reloj despertador que marcaba las 18.36 pm. ¿Que se supone que haría en todo ese tiempo? Seguí mirando el cuarto, en el lado izquierdo había un armario y una puerta, el baño supuse, y al otro lado en la pared que tenía en frente estaba la salida.

Intente de abrir la puerta para salir, pero claro, estaba cerrada. Me acerque al armario y lo abrí, este, estaba lleno de ropa de mi talla, había jeans, vestidos, remeras, todo. Decidi ducharme. Me metí en el cuarto de baño y tome una larga ducha. Al rato estaba vestida con unos jeans negros, una camiseta azul y unas botas. Me fije la hora 19.11. Alguien toco a mi puerta y tube miedo de que fuera Connor. 

-Quien quiera que sea, no te molestes en tocar, porque no puedo abrir la puerta.

Escuche un ruido de llaves y el TIC de la cerradura al abrirse, Luke entró al cuarto y me hecho una mirada de arriba abajo. 

-Estas guapa -dijo él, se acercó a mi y me abrazo- 

Me sorprendi por el abrazo pero se lo devolví. Necesitaba un abrazo y mucho. 

-No te jusgaré si lloras -dijo Luke, su tono era comprensivo y me abrazaba con fuerza-. Lo vi todo. 

No quize llorar, Christopher me había dicho que llorar no servía de nada. Pero apoye la cabeza en el hombro de Luke.

-¿Sabes como sucedio todo eso? -pregunte, mi voz estaba quebrada- A lo de Connor me refiero.

-Ha vuelto a ser el de antes, Jane -dijo Luke, me aparte rápidamente de él y lo mire-

-¿Que quieres decir? -dijo con la voz temblorosa-

-No se que parte de Connor hayas visto, pero esa parte jamás volverá.

CaídosWhere stories live. Discover now