Capitulo 3

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El resto de la semana, me la había pasado con Connor cada minuto del día. Mi padre me había echado unas 5 veces de su clase y nos habían llenado de tareas a Connor y a mí.

Ese día era viernes por la noche y estaba haciendo tarea en la habitación de Connor. El muchacho me tiro una bola de papel a la cabeza y la esquive, Connor me sonrío y yo lo mire divertida.

-Hay que terminar esto, ayúdame Blake.  -dije sonriendo le tire un lápiz y me concentre lo más que pude-

-¿Desde cuándo importa? -pregunto él-

-Desde que mi padre dijo que no me permitiría verte por un mes. -rodé los ojos y termine de escribir la última respuesta en mi cuaderno-

Cerré el cuaderno y me tumbe sobre la cama de Connor, me voltee para verlo tirado en el piso. Connor apoyó sus manos detrás de la nuca y me miro sonriendo.

-¿Que tanto vez Fireblood? -dijo sonriente-. ¿Acaso caíste bajo mis encantos?

-Sigue soñando -solté una carcajada y mire la hora en el reloj de la pared-. Debo irme Connor,  nos vemos en la cena.

El muchacho parecía decepcionado, frunció el ceño y luego lo oculto con una sonrisa. Me pare y acomode mi ropa un poco. Él se paró para abrirme la puerta y antes de que me fuera me beso la mejilla.

-Nos vemos Jane. -susurro a mi oído-

Me estremecí levemente, su contacto me causo una gran oleada de calor y una descarga de energía, me fui por el pasillo y lo mire de reojo; lo vi apoyado contra el marco de la puerta sonriendo.

-Solo fue un beso en la mejilla -me dije varias veces seguidas para convencerme de ello-

-Jane -la voz de mi padre sonó detrás de mí-. Quiero hablar contigo.

Me frene de golpe y me voltee. Mi padre parecía preocupado, no vi la decepción que siempre estaba visible en sus ojos. Cuando era pequeña, por error, había quemado el templo familiar. En mi defensa recién estaba descubriendo mis dones. Pero los ángeles no lo vieron de esa forma, ellos se encargaron de que no cometiera ese error devuelta y quemaron mis alas.

-¿Qué pasa? -pregunte arqueando una ceja-

-Vamos a un lugar privado. -dijo él-

-No, si quieres hablar, hablaremos aquí y ahora -mi tono era firme pero no duraría mucho, teniendo en cuenta que era a mi padre al que le hablaba-. Dime lo que tengas que decir.

-No quiero que estés cerca de Connor -dijo y soltó un suspiro-. Es un mal chico y te lastimara.

-No es cierto -dije con furia en mi voz-, Connor es un buen chico. Tú no lo conoces.

-Jane, has estado distraída y has hecho cosas que antes no hacías. Connor te está cambiando y para mal.

Sabía que se refería a la última clase de Historia que había tenido. En dónde hice que Kate se desmayara.

-Cállate -le espete-. No me importa lo que tengas para decirme, ya sé que estás enojado conmigo -estaba sacada y al decirle todo eso me sentía bien-. ¿Sabes la tortura que ha sido mi vida? Siempre quise verte orgulloso, pero veo que haga lo que haga no lo estarás. Creo que ya es hora de que pueda hacer lo que quiera. Ya no me importa tu opinión sobre mi vida. -suspire y me aclare la garganta-. Déjame sola e ignórame cómo has hecho estos últimos 11 años. 

Esas últimas palabras le dieron dónde más le duele, pero era verdad. Yo me sentía así y quería que por fin lo supiera. Voltee  y me dirigí a mi habitación.

Estaba a unos pasos de mi cuarto cuándo vi a Stephen besándose con Kate. Abrí los ojos como platos y me quede dura al verlos manoseándose contra la pared.

-¿Jane? -dijo Stephen- ¿Q-qué haces aquí? -preguntó perplejo-

-Vivo aquí Steph -dije frunciendo el ceño y señale mi puerta-. Yo entraré y ustedes sigan manoseándose todo lo que quieran.

Me dirigí a mi habitación y abrí la puerta. Estaba por entrar y Stephen me prohibió el paso. Intente de hacerlo a un lado pero era demasiado fuerte para mí.

-Córrete -le espete-

-No -respondió-. ¿Por qué te enfadas Jane?

-Tal vez porque he odiado a Kate toda mi vida al igual que tú -murmure y lo mire mal- ¿Desde cuándo andas tan unido a ella?

-Desde que te juntaste con Blake.  -dijo algo dolido aunque intento ocultarlo con enojo-

Entonces usaba a Kate para darme celos…

-Steph, solo somos amigos con Connor.

-No quiero arruinarte la vida Jane. Pero Connor te hará daño, aléjate de él.

Lo mire boquiabierta, me decía que me alejara de Connor cuándo él estaba besando a Kate. Fruncí el ceño.

-No me hables Stephen. -lo hice a un lado y entre en mi habitación. Cerré la puerta detrás de mí, dando un portazo-

Me recosté en la cama y suspire. Tal vez Stephen y mi padre tenían razón y Connor era una mala influencia... pero no lo creía. Él era diferente y yo lo tenía claro, Connor Blake era un buen chico y no lo dejaría ir. Me acomode en la cama y luego de unos minutos, me quede dormida.

En el sueño me hallaba en una gran habitación de paredes, piso y techo de piedra. Al fondo del cuarto había unas grandes puertas dobles de madera, me acerque a ellas y al intentar abrirlas estaban cerradas con una traba de hierro. Me voltee y vi una grandes ventanas en la pared de enfrente, me acerque a ellas he intente abrirlas. Nada.

-Es inútil, dulzura. -susurro la voz de Connor-

Vi a Connor por el rabillo del ojo, estaba parado detrás de mí con un cuchillo en mano, me voltee a verlo. Era el Connor de siempre, exceptuando una cicatriz que le cruzaba la mejilla derecha, desde el rabillo del ojo hasta la comisura de los labios. Intente decir algo, pero la voz no salía.

-¿Sabes algo Jane? -murmuró él mirando la hoja de su cuchillo-. Creí que serías más inteligente.

Me sonrió y se acercó a mí, intente alejarme, pero parecía que tenía los pies pegados al piso. Connor estaba a unos centímetros de cara, levantó el cuchillo y me apuñaló con él. Abrí la boca pero no hubo un grito, las lágrimas surcaron todo mi rostro y caí de rodillas. Connor se arrodilló a mi lado. Me lleve las manos al torso y al sacarlas estaban recubiertas por una gran capa de sangre.

-Oh, Jane, Oh mi dulce, dulce Jane. -susurró a mi oído-. Era cuestión de tiempo y creo que ambos sabíamos que tarde o temprano pasaría.

Me retorcí de dolor en el suelo, intente pararme, pero una punzada me recorrió todo el cuerpo. Cuándo intente de ver al muchacho todo se puso borroso, lentamente sentía cómo se me escapaba la vida. Connor se inclinó sobre mí.

-Descansa Jane. -susurró y lo último que vi fueron sus hermosos ojos verdes-

***

Fue algo hermoso y horrible al mismo tiempo....

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