¿Saben que es peor que desmayarse mientras tú novio está siendo golpeado? Que al despertar, tú novio este encadenado a la pared, semi consciente tosiendo sangre. Bueno, eso es lo que me paso a mi.
Abrí los ojos lentamente y observe el lugar en el que me hallaba, era una gran habitación de piedra, con paredes de unos cinco metros de altura y un techo abovedado, había una gran ventana en la pared a mi derecha y una grandes puertas dobles de madera a mi izquierda. <Cómo en mi sueño> pensé. Intente ponerme en pie, pero una punzada de dolor me recorrió el brazo derecho. Rodeando mi muñeca, tenía una esposa. Solté un bufido y vi a Connor a unos tres metros de mi. Llevaba la misma ropa que ayer, pero estaba toda cubierta de su sangre, escuche su respiración. Era normal, lo cuál me relajo un poco. Ignore el abrumador dolor del brazo y me estire lo más que pude.
-Connor -susurre con la voz débil-. Despierta, por favor.
-¿Jane? -murmuró y tocio-
-Sí, aquí estoy -tire de la esposa que me sostenía la mano y ahogue un grito de dolor cuándo sentí que mi muñeca se rompía-. Estoy aquí.
Connor alzo la vista y me miro, sus ojos verde dorados estaban inyectados en sangre, tenía el labio partido y un corte, que le dejaría cicatriz, en la mejilla derecha. El muchacho levanto una mano, la que no estaba esposada y me toco la mejilla.
-Lo siento, Jane -dijo y me beso suavemente-. No quería que esto pasara. Fue mi culpa... en serio, lo siento.
-Lo mire extrañada- Tú no hiciste nada malo. No fue tú culpa.
-Sí lo fue -susurro él
Estaba a punto de replicar, cuándo la puerta se abrió y Luke entró por ella con dos guardias más. Los ojos del muchacho me miraron expectantes, eran de un color gris tormentoso, reparo en que lo estaba mirando y me dedico una sonrisa torcida.
-¡Buenas días a los dos! -dijo Luke sonriendo- ¿Han dormido bien?
-Idiota -le espete-
Luke rió y miro mi mano. Negó lentamente y se acercó a mi.
-Vamos, Jane -dijo Luke-. Eres más inteligente que esto.
Me aleje lo más que pude pero la esposa no me lo permitió. Luke me tomo de la muñeca rota y ahogue un grito, el muchacho oculto una sonrisa y saco una botella de un bolsillo de su campera negra. Era una pequeña botella transparente, llena de un líquido bordo que parecía espeso.
-Toma esto -me dio la botella-. Es una bebida curativa, se llama milvensa.
Agarra la botella y tomé el líquido rojo, era espeso y a mi estómago no le gusto.
-¿Está mejor? -pregunto Luke-
El líquido término de cruzar mi garganta y el dolor de la muñeca se alivio. Asenti levemente y Luke sonrió.
-No fue tan malo -dijo y sonrió, se me acercó y con una llave de su bolsillo abrió las esposas de mi muñeca y la de Connor-. Ahora, evita pegarme, Jane.
Le sonreí y me levanté, ayudé a levantar a Connor y él se apoyo en mi.
-Espero que curen a mi novio. -le dije a Luke-
Luke hizo una mueca y luego asintió, hizo ademán de ayudarme con Connor pero di un pasó atrás.
-Tú no lo tocas -le espete y Connor se safo de mi agarré-. Connor...
-Jane, tengo 18 años puedo cuidarme sólo -dijo con un tono frío, clavó la mirada en Luke y este le dedicó una sonrisa torcida-. Yo te sigo Luke.
Luke negó con la cabeza y uno de los guardias que vino con él le hizo una seña a Connor para que lo siguiera, él se fue a regañadientes y me dejó sola con Luke.
-Te daré un recorrido por la Gran Casa, Jane -Luke sonrió y me ofreció un brazo-
No acepte su brazo, pero me puse a su lado. Luke me miro de reojo y se encogió de hombros, salió de la habitación y lo seguí. Se notaba por los movimientos del muchacho, que tenía buenos reflejos y era ágil. Era alto y delgado, de piel bronceada y brazos musculosos, su cabello era dorado y tenía los ojos de un color gris tormentoso; tenía una nariz aguileña y altos pómulos. Había que admitirlo, era atractivo. Luke se dio cuenta de que lo estaba mirando y se volteo para verme.
-¿Que vez? -sus ojos tormentosos me miraron fijo y sentí que con solo esa mirada podría haber leído mi alma entera-
-Nada -mentí y forcé una sonrisa-. ¿A dónde me llevaras?
No me importaba pero quería tener tiempo para pensar varias cosas y para conocerlo mejor.
-Te llevaré con Malcom, él quería hablar contigo.
-Pero, tu me dijiste que me llevarías a recorrer el lugar. -le espete molesta-
-Mentí -Luke sonrió-. Te acostumbraras, esteras un largo tiempo aquí.
Me estremecí y el temor creció dentro de mi. No pensaba estar allí más tiempo, luego de que curaran a Connor inventaría un plan y escaparíamos los dos. Pero antes debía sacarle información a Luke.
-¿Cómo es tu nombre entero? -pregunte, y me sentí estúpida, <¿es lo mejor que tienes Jane?>-
-Luke Grey -respondió con naturalidad-. Y si vas a hacerme millones de preguntas sobre mi vida, ahórratelas.
-Por lo menos cuéntame algo sobre ti -dije manteniendo la calma-
-Luke suspiro-. Me llamo Luke Grey, tengo 17 años y mis padre murieron por culpa de Malcom, no tengo familia por lo cuál estoy aquí. -el muchacho me miro-. Es todo lo que necesitas saber, y ahora es tu turno.
-Me llamo Jane Fireblood, tengo 16 años y mis padres son Marian y Christopher Fireblood -pensé bien lo que diría-. Tenía un hermano, John, él murió y por lo que me entere hace un rato, creo que toda mi vida es una farsa.
Luke soltó una fuerte carcajada y lo mire.
-¿Que te causa gracia? -le pregunte enfadada-
-Es que, tu vida es hermosa comparada con las del resto de las personas de aquí -Luke me miro y sonrió de lado-. Tienes dos padres, un novio, que por cierto casi nos mata a todos por querer traerte aquí, recuerdos de un hermano y...
-No lo deje terminar-. Mi padre, me odia y mi madre... dudo que sepa que tenga una hija y mi hermano... casi ni lo recuerdo, dime, ¿Qué tiene de hermoso eso?
Luke se encogió de hombros.
-Tienes una familia, Jane -su voz sonaba perdida, como quien recuerda algo y desea detener el tiempo en ese momento y luego añadió, con tristeza-. Yo no tengo nada.
