pensamientos

¿Que estas pensando?

Hoy amaneció siendo un día completamente precioso, como un día frío de invierno lleno de copos cristalinos, habíamos quedado un día antes en vernos, todo era perfecto, pronto haríamos tres meses como pareja y ¿sabes? Yo pensé que todo iba perfecto, porque se había cumplido mi sueño, porque había alcanzado estar a tu lado, tu mi vida, la persona que me saco de mi neblina y me mostró el sol con una sonrisa.

Por eso yo decidí creer en ti, decidí ignorar tu cortante trato, tus constantes excusas para no salir conmigo, tus constantes idas y viajes largos que tomabas sin siquiera despedirte.

Pero te amaba, con tanta euforia e idolatría que solo sonreía y me tragaba mis lágrimas.

Nunca mostré mi inconformismo, nunca te mencione cuando le contaba a Lucy o a Levy mis problemas, solamente decía sobre mis misiones y si preguntaban por ti yo solo daba una sonrisa silenciosa.
Muchas veces te defendí ante Gajeel quien nunca estuvo de acuerdo con lo nuestro, exactamente por tu poco afecto hacia mí.

- él es así-
- nos amamos-

Siempre decía eso, y lo mismo con los demás incluso soportaba tus reclamos cuando regresabas de que Erza te recriminará.

Soportaba eso y más porque pensé en que éramos perfectos el uno para el otro, por eso, exactamente por eso es que ahora me pregunto... ¿Que demonios estabas pensando?

¿Que pensabas cuando llegue a nuestro encuentro? Me había arreglado especialmente para ti, me había cepillado muy bien mi cabello azul y me había puesto un lindo labial claro, porque esperaba con ansias nuestro primer beso.

Me sorprendió cuando en vez de ir a un restaurante o algo parecido me acompañaste de regreso a casa, nunca hablaste ni me miraste.

Cuando por fin quedamos frente a Fairy Hills me tomaste de los hombros y me besaste fugazmente.

Por esos pocos segundos fui feliz, tan feliz que creí que me moriría en tus brazos, por eso cuando nos separas te Sonreí pero tú... No lo hacías.

— perdoname Juvia — dijiste de repente mientras me soltabas y me dejabas con el corazón en la mano.

— ¿Gray-sama?

— lo siento Juvia, nunca quise jugar contigo solo que... No sabía como decírtelo, yo... No siento nada por ti, este beso lo comprobó, yo de verdad...—

Continuaste hablando, pero no escuche más, miraba tu rostro arrepentido mientras sentía como mi corazón se quebraba lentamente y mis lágrimas se convertían en una poderosa tormenta.

Ahora aun recuerdo ese triste día, y sé que Magnolia también, ya que no dejo de llover hasta que él y yo nos encontramos, él no se parece en nada a ti Gray, pero me hace feliz.

Hoy recuerdo ese día, y pienso y pienso y vuelvo a pensar en que ojalá para ese día hubiera sabido magia de lectura de mentes para saber que estabas pensando, cuando te me declaraste, cuando me dejabas sola y cuando me dejaste.

Pero sobre todo, me hubiera gustado saber que pasaba por la cabeza de Erza cuando entre llorando y ella ya me esperaba tras la puerta para consolarme.