Capitulo 2

3.8K 235 17
                                    

Capítulo 2

No tarde mucho en tumbarme a la cama y quedar completamente dormida, sin embargo el ruido de la manija de la puerta me despertó de inmediato, por lo visto la noche había caído.

Dos figuras aparecieron delante de mis ojos se estaban… ¿Comiendo? Si, era obvio pero ¿Porque en mi habitación?

-¿Hola? –Salude temerosa y con voz ronca.

-¡Ahhhh! –Grito una voz de mujer con espanto

-¿Quiénes son? –Pregunte, no podía ver cómo eran dentro de la obscuridad – ¡Prendan de una mendiga vez la luz! –Espete molesta

No tardaron en hacer caso a mis órdenes y cuando la prendió, la luz encandilo mis delicados ojos provocando que parpadeara varias veces

-Dijiste que no tenías compañero –Reclamo la misma voz de mujer que hace un rato escuche –O bueno… compañera. ¿Por qué diablos me mentiste?

Al estar mis ojos nuevamente en buen estado pude observar a las personas que tenía enfrente. Exactamente no me equivoque, eran 2 figuras pero… Una de esas figuras venia arreglada, sus ojos eran verdes y su cabello era rubio perfectamente peinado cubierto por la gorra -que cubría gran parte de su melena- de la chamarra color negro que le llegaba hasta las caderas; sus largas piernas estaban cubiertas por un par de Jeans azules que moldeaban perfectamente su cuerpo mientras sus pies vestían con unas botas pequeñas color café obscuro. Tenía la cara de pocos amigos, era obvio, se había molestado porque interrumpí su excitante beso con el chico que llevaba el cabello negro alborotado con ojos grises, mientras portaba una sudadera roja con una frase escrita: “Fuck you” en letras negritas y grandes, y sus piernas eran cubiertas por un jeans color azul. Sus pies vestían de converse negros. Era guapo pero tenía finta de mujeriego, su sonrisa torcida lo descubría.

-Me largo –Inquirió la chica

-No, espera nena –La detuvo con sus trabajados brazos

-Adiós –Respondió soltándose de su agarre y se marchó por la puerta

-Esto es tú culpa –Contesto luego de que la rubia se marchó, me lanzaba una mirada asesina

-Si con las miradas mataras ya estaría muerta –Reí

-¿Qué haces en mi habitación? –Cuestiono molesto y fastidiado

-¿Perdona? –El levanto tan solo una ceja mientras ladeo su cabeza, no lo niego, era sexy el condenado pero era un cabeza hueca –Vivo aquí

-¿Qué? –Respondió sorprendido –Oh, no. ¡No! ¿Tu?

-¿Yo que? –Lo rete con la mirada y avance hacia él en señal de que no le tenía miedo

-¿Eres la nueva? –Carcajeo –Hannie ¿Cierto? –Suspire y afirme con la cabeza –Bien. Mira nerd tu harás mis tareas mientras yo me follo a las chicas, los gemidos podrías ignorarlos colocándote un par de auriculares. ¿Me explico? ¿Entiendes el idioma de un chico popular?

Esta vez se pasó, además ¿Yo? ¿Nerd? Por favor, sí que es un gilipollas este tío, merece una lección el idiota

-Yo no soy nerd y no te hare tu tarea estúpido. –Escupí las palabras en su sexy cara mientras él esbozaba una sonrisa de oreja a oreja, lo que causo que gruñera –Y otra cosa, tu que traes a una tía a la recamara –Di otro paso hacia a él, lo tenía frente a frente, tan solo me ganaba unos 6 centímetros. Baje la mirada hacia su amigo y volví a mirarlo a él, sonreía aún más.

-¿Te acostaras conmigo? –Rió –Lo siento, si esa era tu idea  lamento decirte que no lo hago con Nerds

Esta vez yo carcajee

-Ya quisieras bebe, pero no –Su sonrisa se esfumo mientras su faz tornaba a un tono serio –Tu llegases a traer una tía aquí –Esta vez me acerque aún más provocando que girara él su vista a mis dulces y carnosos labios –No dudare… –Hice una pausa mientras me mordía mi labio inferior pero por lo visto su vista estaba concentrada en mi labio –En desaparecer a tu fiel amigo –Suspire y lance mis manos rápidamente a su amigo, lo tome con fuerza entre las palmas de mis suaves manos lo cual provoco que su amigo se pusiese erecto ante el contacto mío en él. Él chico no dudo ni lo pensó dos veces, solamente soltó un gemido de placer –Y no te gustara –Dije esto y me gire para ir de nuevo a mi cama, deseaba volver al sueño que estos idiotas habían interrumpido, sin embargo entre el recorrido que hice hacia mi cama, menee las caderas con movimientos sexys, este chico sufriría por el resto de días, meses o tal vez años que me quedaban ahí, de estar encerrada en aquel instituto, mi nuevo compañero de cuarto… 

¡No soy Nerd!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora