Capítulo 60

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Le había golpeado con un jarrón. El golpe no había sido tan fuerte porque el jarrón no se había quebrado, pero si lo suficiente para adormecerlo.

Verlo inmóvil se me partía el corazón. Me seguía importando pero, no podía de nuevo. Ya 2 veces habían sido suficientes.

-Hannie -Pronunció James en un susurro, su rostro estaba ensangrentado y magullado. Los golpes de Lucas habían dejado horrible el rostro de James.

Si no lo hubiese detenido probablemente lo hubiese matado.

-James -susurre y corrí hacia él. Me arrodillé y cogi su rostro. Me importaba. Sin embargo, no era el mismo sentimiento que sentía por Lucas.

Me importaba al punto de cómo un hermano le importa a su hermana. Lamentablemente, mis sentimientos no iban más allá de eso. Y había cometido un error al acostarme con él. Esto, lo nuestro, no podía trascender. No porque no quisiese, si fuese así, lo deseaba con todas mis fuerzas para poder olvidarme de una vez de Lucas. Pero, mis sentimientos, el corazón, no era algo de lo que yo pudiese mandar. No sentía la química, ni siquiera un poco.

Había sido un buen sexo, polvo, o como le diesemos el nombre. No obstante, podría haber confundido las cosas que existían entre ambos. Debía aclararlo todo, pero ahora mismo no era un buen momento.

-Llamaré a un doctor - le dije poniendome de pie, me cogio la mano.

-No, por favor -intentó levantarse y gruñó. Le dolía cualquier mueca que hiciese.

-Definitivo - dije zafandome de su agarre -llamaré a un doctor para que te cheque y ver si los golpes no llegaron a más -asintió con su cabeza, entonces mire a Lucas - y para que lo chequen y ver si mi pequeño golpe no llego a mas.

James me observó como si estuviese loca. Nuestro sexo no le iba a permitir controlar mis acciones y juzgarme. Lo miré como si fuese mi última palabra y con desagrado por su actitud, entonces cedió y asintió.

Me di la vuelta y cogi el teléfono, marqué al doctor de la familia, era una persona de absoluta confianza.

Una vez que me confirmó que estaría en marcha a aquí, cogi mis prendas y me vestí, asimismo le tendí las prendas a James para que se las pusiera.

Habían pasado 20 minutos, el doctor aun no llegaba.

Suspiré. Estaba desesperada porque Lucas aún no había podido despertar. No quería cogerle porque podría provocar algo más grave.

-¿Quieres tranquilizarte? - inquirió James.

Lo observé. Se estaba limpiando la sangre con torundas de alcohol.

-¿Cómo quieres que esté tranquila? - inquiri al borde del grito - ¿Y si lo maté?

James negó y se puso de pie. Con dos dedos tocó a Lucas intentando averiguar si tenía pulso.

Lo aparté casi tumbandolo lejos.

-Puedes lastimarle -expliqué el por qué de mi acción.

Negó la cabeza.

-¿Neta Hannie? -inquirió con enfado - Todavía de lo que te hizo, ¡¿te preocupas por él?!

Lo mire. No tenía respuesta. Entonces tocaron la puerta, corrí a abrirla e ignoré las palabras de James.

El doctor entró y comenzó a revisar primero a Lucas. Yo así lo había decidido, James no espero por más y decidió marcharse. Yo no lo detuve. No me nacía y la persona que me importaba estaba ahora mismo tirada en el piso por mi culpa.

Sin embargo, mi mente no descartaba que más tarde hablaría con James y explicaría la situación de ambos.

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