El diario de un chico roto

Capítulo #12

CAPÍTULO #12 | IAN

Ya había puesto el desayuno en la mesa, Camille y Marcus ya estaban terminando de desayunar. Camille había estado comienzo demasiado, no sabía si estaba bien cumplirle sus caprichos con respecto a todo lo que quería comer teniendo en cuenta que esta embarazada, pero yo no sabia nada de embarazos, además no podía decirle que no a ella.

Mientras tanto yo estaba limpiando la cocina y lavando los platos que ensucie. Anoche había estado pensando en algo seriamente, y es el hecho de que no puedo estar solo en la casa de ellos todo el día. A lo que me refiero es que necesito hacer algo más aparte de limpiar, cocinar o estar con el celular mientras no están.

Coloqué el último plato que me faltaba y me sequé las manos antes de ir a sentarme con ellos en la mesa.
-Camille, he estado pensando en algo últimamente.-los dos dejaron de comer y me miraron con curiosidad.

Camille me sonrió cuando terminó de comer y me miró-Dime Ian, ¿Qué sucede?

-Creo que debería conseguir un trabajo, esto de estar aqui haciendo nada esperando a que llegue la hora para ir a mi cita con la doctora es aburrido...y deprimente.-dije con seguridad y ella me miro pensativa y se cruzó de brazos.

-Tengo que admitir que no estoy muy de acuerdo con esto...-iba a seguir hablando pero la interrumpí.

-Pero quiero hacer algo, además así podría ayudarles a pagar. Porque no me gusta la idea de estar aquí en su casa de gratis por no sé cuanto tiempo.-admití esperando que ella aceptara la idea de ayudarles.

Pero antes de que ella respondiera Marcus entró en la conversación.-Me parece buena idea, me alegra que estés aquí con nosotros además eso parece hacer muy feliz a Camille. Y aunque nosotros podemos encargarnos de los pagos no vendría mal una ayuda.-declaró y a Camille parecía seguir sin agradarle la idea.

-Ian, no quiero que trabajes. No estás en buen estado y...-la interrumpí de nuevo.

-Ahora éstas exagerando, no estoy enfermo ni nada de eso. Puedo trabajar, Camille.-le afirmé con decisión y al darse cuenta de que no me haría cambiar de opinión suspiró y cuando creí que ella estaría en desacuerdo aún de repente sonrió y se levanto de la silla de un brinco.

-¡Si! Marcus puede encontrarte un trabajo, pueden pasar más tiempo juntos y conocerse antes de la boda. ¿Les parece?-Marcus sonrió y asintió para después levantarse, tomarla de la cintura y darle un beso en la frente.

Sin embargo, yo no tenia ninguna emoción por llegar a conocer al prometido de mi hermana. Y aunque ella parecía muy emocionada con la idea...solo no quería. Hace unos días había estado tratando de hacer que nos conociéramos. Creo que la emociona la idea de que su hermano menor y su futuro esposo se lleven bien, especialmente con eso de que estaré viviendo aquí.

Pero no, no quiero. Comencé a negar y la sonrisa se fue de su rostro. Me costaba decirle que no a ella, pero ¿esto? No. Me siento como un niño comportándome así con este tema de Marcus, pero no puedo evitarlo. Tal vez en un tiempo lo llego a superar y nos llevemos bien, pero por ahora no.

-Yo puedo solo, gracias aún así. Los veo en la noche.-me levanté de la silla y les sonreí a los dos despidiéndome.

Almenos ya tengo algo que hacer con mi vida, buscar un trabajo.

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