Un Alma Especial (basado en The Host)

Capítulo 14

—¿Prefieres la versión larga o la corta?—La que explique cómo lograron coexistir y mantenerlo oculto tanto tiempo —responde Luis, sus ojos celeste plata brillando de manera peculiar.

<<Te atrae, ¿verdad?>> me insinúa Bárbara con picardía.<<Sólo cuenta lo que quiere saber>>, replico impaciente.<<Jajaja, claro, aunque sé lo que sientes por él>>, responde ella.

—Te contaré desde el principio: todo comenzó casi tres años después de la invasión —empieza Bárbara.

<<No nos alarguemos; alguien podría interrumpirnos en cualquier momento>>, la apuro al percatarme de que ha comenzado desde demasiado atrás.

—¿Por qué te detienes? —Luis inquiere al ver a Bárbara callar.—Disculpa, Esperanza y yo estábamos discutiendo. 

Ella sugiere algo más breve —aclara Bárbara y continúa—: En realidad, mi padre, un general del Ejército destinado a Irak, me envió a vivir con mi madre en Nueva York poco antes de la invasión. Tenía que elegir entre quedarme en la base militar o ir con ella.

—¿Optaste por tu madre? —pregunta Luis.—Sí, no soy de las que llevan bien el encierro —responde Bárbara, soltando una carcajada.

<<Calma, esa risa parece de locura>>, le advierto, aunque entiendo los motivos de su diversión.

—¿Qué tiene gracia? —inquiere Luis, desconcertado.

—Oh, es irónico, porque he estado prácticamente encerrada los últimos tres años —señala Bárbara con sarcasmo.

—Lo siento, no era mi intención. Debe ser terrible sentirse dominada por otro ser —dice Luis con genuina compasión.

—Fue duro al principio, sobre todo durante los primeros meses, casi un año; pero ahora, honestamente, no sé qué haría sin Esperanza —responde Bárbara, su sinceridad me conmueve y me hace derramar algunas lágrimas.

<<¿Realmente piensas eso sobre mí?>> le pregunto, conmovida.<<Sí, eres especial, como la hermana que nunca tuve>>, me confiesa ella.

Se seca el rostro y dice: —Debemos continuar, antes de que Esperanza se ponga más triste.

—Si es complicado para las dos, mejor no lo cuenten —sugiere Luis, mostrando empatía.

—Es importante. Quizás lo que hemos vivido te sirva a ti con Steven —dice Bárbara y prosigue—: 

Al estallar la invasión, mi madre y yo nos ocultamos y conseguimos mantenernos a salvo casi tres años. Pero luego, tras una discusión con ella...

Bárbara se detiene, y con un gesto le indico que continúe —cuanto antes termine, mejor será para todas.

Mirando de nuevo a Luis, prosigue: —Salí de casa, creyendo que la ciudad estaba tranquila, pero al doblar una esquina me encontré con cuatro buscadores en motocicleta. Luchamos, pero eran demasiado fuertes y me capturaron.

—¿Y qué sucedió luego? ¿Cómo conociste a Esperanza? —Luis pregunta ansioso.

—Ella fue insertada en mí, y estuve al borde de la desaparición —comparte Bárbara y le mira fijamente antes de añadir—: Esperanza era entonces la buscadora más formidable, despiadada e implacable que te puedas imaginar, pero yo tenía más fuerza de voluntad y determinación.

<<Eso no es verdad, yo no era así>>, protesto, pero Bárbara proyecta en su mente imágenes de mis primeros meses.

—¿Más aterradora que Sharon? —pregunta Luis.

—Sí, y con creces. Yo era apenas una voz en la oscuridad de su mente, pero nunca dejé de observarla cazando humanos sin la menor piedad, y eso me enfurecía —relata Bárbara con vehemencia—. Recuerdo el día en que me revelé. Estaba lloviendo torrencialmente y Esperanza había hallado a una mujer y su hija en una precaria cabaña al norte de Michigan.

—¿Y qué hiciste? —Luis la interrumpe, su curiosidad desbordante.

—La mujer rogaba por su libertad, pero Esperanza las veía con desprecio. No pude quedarme callada; la rabia me consumía, así que grité.

—¡Deja a esas mujeres en paz! —cuenta Bárbara, provocando una leve sonrisa en mí.

>>Recuerdo bien ese momento; fue con nuestra voz>> le recuerdo gentilmente.

—Esperanza se llevó las manos a la boca, mordiéndoselos hasta el sangrado. La mujer estaba aterrorizada, y entonces... —continúa Bárbara, mientras rememoro el incidente con una mezcla de vergüenza y alivio por haber cambiado desde entonces.