Ella era de encontrar miradas allí por donde otros la perdían.
Era de fabricar risas para declararle la guerra a la tristeza.
Su acción bélica era hermosa: te sacaba de tu jaula, curaba tus alas y te
enseñaba un cielo tan grande que era imposible no pensar que aquello era
un milagro.
Nunca conocí una guerra tan pacífica como la que desataban sus abrazos...
Era así, con la manía de despertarte pensando en que aquel día era el inicio
de una vida que creías ya perdida para siempre. Era así, tan hermosa, que
eran los deseos los que la pedían a ella...
Si me hubiesen dado a elegir a alguien con quien compartir el resto de mis
días, no lo hubiera pensado mucho, pero ella no era mía ni lo iba a ser nunca,
porque a veces no era ni de ella misma..
Era de los sueños en los que aparecía, de las canciones que alguien creaba y
de todo aquello que no podía tocarse sino percibirse. Tenía un tacto
sensorial, de luces y destellos que te inundaban adentro con un suspiro.
Un vacío de aquellos en los que cabía todo menos la esperanza...
Se llamaba Diana, y fue en mi vida mas fugaz que una estrella...Porque
cuando estaba cerca, cuando creías tenerla y estirabas los brazos para
tocarla, aquel espejismo se desvanecía y sí, ella terminaba por convertirse en
esa vida que irremediablemente perdías para siempre....
La vi alejarse de mi vida un 15 de mayo de hace 5 atrás...
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CRUCE DE CAMINOS (CrossRoad)
RomanceColección de textos dedicados a las mujeres con las cuales me he topado en este gran aventura llamada vida.
