Amor Prohibido [Completa]

Capitulo 45: Laberinto

Narra Alexis

— Por dios Alex apaga la luz...

— Ya terminó -- veo la otra nota y siento un nudo en mi garganta al ver una foto de mi abuela.

"Fallece la señora Woodsen, les damos nuestras condolencias a sus familiares" leo en mi mente.

"Bautizada bajo el nombre Alexis Woodsen Hills, le mandamos felicidades a una vida prospera" suspiro al terminar con los periódicos de mi familia.

Veo un sobre y lo abro, miro a Sonia dormida al igual que a la bebé. Por lo menos hay dos camas en la habitación. Yo con la bebé y ella sola en su cama.

No puede ser.

Son fotos mías...en el parque, con mi padre, en el cine, con Nina y para terminar con Steven. En la cara de Steven hay una equis escrita con marcador rojo y en las fotos con mi padre también tiene una equis en la cara pero la de él es color negra.

Esta loco.

— Este hombre está loco definitivamente -- agarro otra foto y es una mujer joven con mi abuelo, por  lo que deduzco que la foto es vieja.

¿Pero quién es ella? Y ¿Que hace con mi abuelo? ¿Por que este hombre investigó a mi familia? ¿Por que me seguía a mi?

Tantas preguntas y ninguna respuesta.

Observo el fondo del sobre y agarro lo último que había en el.

"Siempre tuya Francisco, eres y siempre serás el amor de mi vida aunque no sientas lo que yo.Te amo..."

— ¿Que es esto? -- terminó de leer la nota y me levanto. Abro las gavetas en busca de algo que me ayude a saber dónde estamos.

Cierro una y abro la otra sucesivamente. Acaricio mi cabello frustrada. A ver tengo que pensar bien.

Abro la puerta y la cierro con cuidado para no despertar a Sonia. Enciendo la luz del pasillo. Rebuscó en la cocina y nada. Emm...

— Mierda -- murmuró moviendo los cojines del sillón. Trato de quitar las tablas de la ventana pero es inútil están muy bien forzadas — Algo que me diga dónde estoy -- gruño frustrada. No aguanto estar encerrada.

— ¿Que haces? -- brinco del susto al escuchar a Sonia detrás de mí.

— Busco una salida de aquí...

— No hay salida Alexis no entiendes -- frunzo el ceño y bufo.

— A veces pienso que te gusta estar encerrada aquí -- admito y ella niega rápidamente.

— No es eso, le temo a ese hombre es solo eso -- quizás debo entenderla, ese hombre da miedo. Agarro un cuchillo de la cocina y me acerco a una ventana.

— Quizás podemos quitar estos tornillos con la punta del cuchillo...

— Estas loca eso es muy difícil además no funcionara -- asiento la verdad es inútil.

— ¿Y si cortamos la tabla? -- preguntó al ver que es de madera.

— Tardaríamos siglos ese cuchillo no sirve para eso, ¿por que mejor no te resignas yo...ya lo hice. Al principio pensaba en escapar pero me fue mal cuando el se dio cuenta... -- niego, no quiero darme por vencida.