Amor Prohibido [Completa]

Capitulo 26: Mentiras

Narra Alexis

- Papá...pero ¿que es esto? -- preguntó al ver a una mujer despeinada sentada sobre su escritorio.

- Hija, yo te puedo explicar...

- ¡No! No quiero que me expliques nada...esta mujer es la causante de tus noches desveladas. A ver papá cuando me decías que tenías mucho trabajo era cierto o era para estar con ella -- trata de acercase -- No te acerques y contéstame... me mentiste y lo hacías para irte con ella -- reclamó mientras él niega.

- Vamos hablar...

- Yo no pienso escucharte, me dan asco los dos. ¿Como se te ocurre meterte con el y aquí? -- preguntó al ver la foto de mi madre sobre su escritorio.

- No me faltes el respeto...

- No tú no le faltes el respeto a mi mamá, papá...¿Quien eres? -- digo dolida.

- Pero...

- Tu cállate -- contestó a la culpable de haber alejado a mi padre.

- Rebekah déjanos solos...

- ¿Rebekah? -- preguntó -- Eres ¿Rebekah Jones? -- ella asiente y veo a mi padre incrédula -- Te metiste con la mejor amiga de mamá y tú...la traicionaron -- aguantó mi llanto.

- Hija escúchame yo no quería que te enteraras así...

- Y si hubiera entrado otra persona...no les da vergüenza -- trago grueso mientras siento mis ojos cristalizarse.

- Alex sabes que Every murió y yo pues...

- Papá entiéndeme tu a mi...según a mi madre le hubiera dolido a mí me duele...

- Yo jamás hubiera traicionado a tu madre si estuviera viva y tu lo sabes muy bien -- niego.

- No te creo nada si me mentiste a mí diciendo que tenías mucho trabajo cuando en realidad te ibas con esta...yo no tengo en quien confiar -- escupo para salir de esa oficina.

- Alex -- escucho a mi padre pero el ascensor cierra antes de que el llegue.

Limpio mis lágrimas mientras gruño de impotencia. Todos me tratan como una ingenua, hay ya ¡Yo soy la tonta a la qué hay que engañar! Se abre el elevador y salgo de hay sin mirar a nadie. Solo quiero largarme de este lugar.

Llego a mi auto y le pego al volante aviento mi pequeña cartera para arrancar. Porque no lo sospecha antes, es obvio por qué me mentía diciendo  que estaba en el trabajo.

¿Steven lo sabría? Pues claro que si es su amigo. Pero el me hubiera dicho, no creo además eso le correspondía a mi padre decírmelo. O tal vez lo sabía y no me lo dijo por que soy una niña.

Toco bocina al imbecil de al frente que va demasiado lento.

- ¡Pásame por encima! -- grita alguien del auto que le toque bocina mientras pasó por su lado.

- Imbecil -- lo digo aunque ya no pueda escucharme. Suspiro mientras giro el volante a la derecha y tanto estoy hasta que llegó a casa.

Salgo rápidamente no quiero encontrarme con ningún de los dos hombres que me dañaron el día.

- Mi niña desea algo...

- Ahora no Consuelo, bueno si llame a Nina pídale que venga por mí -- ordenó antes de subir.

Saco mi maleta de color morado para comenzar a empacar lo necesario para el viaje. Abrigos, botas, guantes de frío y bufandas. Ropa interior, mi cepillo de dientes y una que otra cosa para mí aseo.