Capítulo 2

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Del portal salió disparado. Cayó en la arena y al tener el pelo un tanto mojado, este se llenó peor de arena que si hubiera estado seco. Intentó levantarse, arrastrándose con rapidez.

-No, no, despacio amigo. -El hombre lo tomó del hombro y lo levantó con facilidad, pegando su espalda a su pecho-. Ya no puedes ir a ningún lado.

Lo lanzó hacia adelante con brusquedad, sabiendo que ahora el niño no intentaría escapar.

-Lo logramos- dijo la mujer colocándose a un lado de él.

Todos estaban mojados, los cabellos oscuros de Tamara, los de Henry, hasta la frente calva de Greg tenía gotas. Pero aquello era de esperarse, cruzar un portal que fue abierto en el mar, obviamente iba a dejarlos mojados.

Era de noche en aquel lugar y un viento frío soplaba, provocándole varios escalofríos a los tres.

-Misión cumplida Greg- dijo Tamara sonriendo con su blanca dentadura.

-¿Misión cumplida? Porque mi mamá vendrá a rescatarme-inquirió Henry enfrentando ambos adultos-Vendrán ambas.

-¿Sí?¿Acaso ya miraste a tu alrededor niño?-preguntó Greg caminando alrededor de él-¿Ves acaso algún reloj gigante? Estás bastante lejos de Storybrooke.

-No importa, mi familia ha estado en el bosque encantado antes, no les será difícil volver-dijo el niño con bastante seguridad. A lo lejos se escuchó un aullido, Tamara sonrió de forma maliciosa observando de forma rápida su alrededor.

-Pero no estamos en el bosque encantado-dijo sonriendo con picardía. La seguridad que Henry sentía antes desapareció al instante bajo las palabras de la morena.

- ¿E-entonces dónde estamos?-preguntó el castaño.

-Nunca Jamás-respondió Tamara.

- ¿Nunca Jamás?¿Vienen a destruir Nunca Jamás? -quiso saber Henry.

-Es la fuente de la magia, -se volteó a ver a Greg quien buscaba algo en su mochila-. Dame el radio, debemos avisarle a la oficina central de nuestra llegada.

Greg sacó el pequeño aparato negro de la mochila y se lo entregó. Henry frunció el ceño al escuchar lo que Tamara había dicho.

- ¿Una oficina de seguridad en la jungla? ¿A quién se le ocurre eso? -dijo Henry con diversión.

Greg colgó su mochila en su espalda y se levantó.

-Sí, es una oficina y no es de tu incumbencia-observó la jungla delante de ellos, luego volteó a ver a Henry y se inclinó, quedando frente a frente-. Solo sé que hay alguien cuidando de nosotros.

-¿Y les pueden decir como regresar a casa después de destruir la magia?

-Aquí no hacemos preguntas niño, solo creemos en nuestra causa. -Henry lo miró con dureza, enojado con aquel hombre.

-¿Greg?-llamó Tamara, el aludido volteó-No funciona-dijo señalando el radio. Greg bufó y le arrebató el aparato de las manos, lo golpeó varias veces e intento moviendo los botones, pero no funcionaba. Entonces abrió el compartimiento de las baterías, encontrándose con un espacio lleno de arena, la cual cayó al abrirlo, dejándolo vacío.

-Tiene que ser una broma-dijo Tamara sin poder creer lo que estaba sucediendo. Greg miró a Henry, quien no se encontraba tan sorprendido como ellos.

-Que bueno que ustedes no hagan preguntas-dijo Henry mirándolos con incredulidad.

-Caminemos-sentenció Greg molesto y se adentró en la jungla. Tamara tomó al niño del brazo y lo arrastró consigo dentro de aquel oscuro lugar.

DestinyWhere stories live. Discover now