Capítulo 18

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Extrañamente Kamek se notaba algo alegrado por la presencia de otras personas, algo que no solía ocurrir.

- Muy linda la reunión y todo, pero debemos irnos ahora mismo. - Gruñó Blavatsky cortando inmediatamente el semi-agradable ambiente que se había formado.

- ¡Sí! ¡Es cierto! - Dijo el joven Korie al caer en cuenta.

Inmediatamente, ambos, Blavatsky y Korie tomaron unas viejas escobas que se encontraban detrás de unos cajones que estaban cubiertos de polvo, ambos sacudieron la suciedad de sus respectivas escobas.

- Esto servirá. - Dijo Madame tras observar detenidamente el objeto que ya no estaba tan polvoriento. Korie, quien ya estaba montado en su escoba, se dio una vuelta hacia Kamek, quien, a pesar de que ya no estaba paralizado, no realizaba ningún movimiento.

- ¿Qué? ¿No vienes? - Dijo el joven Magikoopa.

Kamek notó que ambos llevaban prisa, pero él desconocía el destino - ¿Ir? - Inclinó su cabeza a un lado, en modo de confusión. - ¿A dónde?

- ¿Cómo que "a dónde"? - Reclamó repentinamente Blavatsky. - Pues a Hexdom, Tortuga. Anda, que se hace tarde.

Tras esto, Madame le avienta otra escoba que se encontraba justamente al lado de ella. Kamek la toma rápida y torpemente gracias a sus reglejos, antes de que le golpeara la nariz.

- ¿Cuántas escobas hay en este lugar? - Se auto cuestionó Korie en voz baja, mientras observaba su alrededor.

- ¿H-Hexdom? - El anciano Magikoopa analiza las palabras de Blavatsky e inmediatamente comenzó a tener un montón de visiones del pasado con tan solo escuchar ese nombre.

- ¡Que te muevas! - Exclamó Blavatsky mientras le daba un brusco empujón a la espalda de Kamek, quien tras un pequeño tropiezo, acomoda sus gafas.

Korie, quien se encontraba más adelante de este par, se volteó de perfil para ver a Kamek de reojo. - ¡Te explicaremos en el camino! - El joven volvió su mirada al frente, levantando su mano derecha en la cual se encontraba su varita mágica, la cual se comenzó a iluminar de color celeste. - ¿Están listos?

Antes de que alguien más dijera una palabra, Korie susurró unas palabras. Un segundo tras esto, un agujero en la pared de la poco iluminada habitación comenzó a dilatarse poco a poco, y mientras más grande se hacía, una fuerza lograba arrastras más y más al trío hacia este, como si fuese un imán.

Hacía tiempo que Kamek no veía esta clase de hechizo, incluso podría ser algo nuevo para él, ya que solo lo había logrado ver en libros.

- Muy bien, hagan lo que hagan, no choquen con las paredes al atravesar portal. - Dijo seriamente Korie, quien fue el primero en entrar al agujero.

- No chocar con las paredes... - Se dijo Kamek a sí mismo en voz baja.

Repentinamente, su concentración es interrumpida por un fuerte golpe que había sentido en su costado.

- A un lado, Tortuga. - Dijo Blavatsky mientras pasaba rápidamente a través del agujero.

Tras sobarse el costado con su mano contraria, Kamek ajustó sus gafas y se decidió a entrar rápidamente en el agujero. Más bien, fue absorbido por este.

Una potente fuerza lograba desplazar la escoba de Kamek por él, yendo a toda velocidad y logrando que este casi perdiera el control, sin embargo, pudo mantener el equilibrio. El anciano Magikoopa intentó llevar su vista al frente, quería asegurarse de que Korie y Blavatsky aún se encontraran allí. Sin embargo, este lugar era muy iluminado, dificultándole la vista.

- Muy bien, no choques con las paredes. - Se dijo entre un suspiro, intentando controlar la escoba que se encontraba volando a alta velocidad. Pero por más que Kamek intentara, no lograba ver ninguna pared, o al menos así fue por un instante.

Una gigantesca pared le tomó por sorpresa de frente, pero por suerte logró esquivarla rápidamente. De esta manera, el frío corazon de Kamek comenzó a latir fuertemente.

- ¡Eso estuvo muy cerca! - Gritó por impulso. Inmediatamente, se encontró con otra, pero esta la logró esquivar fácilmente, ya que la veía venir.

Repentinamente, una gran luz blanca se reflejó en las gafas del Magikoopa. - ¡Esa debe ser la salida! - Se dijo, mientras se dirigía hacia esta. Mientras más y más se acercaba a la luz, menos lograba ver. Sólo esperaba a no encontrarse con ninguna clase de obstáculos.

Repentinamente, tanto brillo le obligó a cerrar completamente los ojos, ya que todo su alrededor se encontraba completamente blanco y brillante. Su cuerpo comenzó a sentirse pesado y sin más, lo dejó caer.

~

- ¿Estará vivo?

- ¡Espera! Creo que se movió.

Kamek fue despertado por un par de voces que discutían. Sentía un horrible dolor de espalda, sin mencionar que su cuerpo se encontraba acostado sobre una dura y plana superficie. Decidió comenzar a abrir los ojos.

- ¿Ves? ¡Está bien! - Dijo la voz que rápidamente pudo reconocer, era Korie, quien se encontraba junto a Madame Blavatsky.

- Uh... - Kamek intentó hablar, a pesar de que se encontraba bastante desorientado. - ¿Ya estamos en Hexdom?

No recibió respuesta, así que se dedicó a levantarse y observar bien su borroso alrededor.

- Ten, tus gafas. - Inmediatamente, Kamek sintió una presión sobre el área de sus ojos, eran sus grandes gafas, que finalmente le aclararon la vista.

Lo primero que logró ver, fue al rostro de Korie, quien le estaba ayudando con sus gafas. Luego, Kamek volteó su vista hacia la derecha, en donde se encontraba Madame Blavatsky, la Magikoopa. Finalmente, Kamek llevó su vista a observar el oscuro y frío alrededor. Árboles secos pero abundantes por hojas que eran iluminadas por la nublada luz del sol, el cual estaba cubierto por nubes oscuras. Esto causaba que los alrededores lucieran de color morado y derivados de este tono.

El lugar parecía una ciudad fantasma. Poseía varias torres individuales, unas más altas que otras. También habían casas de ladrillos grises y oscuros. Pero lo que más logró llamar la atención del Magikoopa, fueron los habitantes de este lugar. Varias especies que ya había visto antes, como Toads, Goombas, Paratroopas y hasta Magikoopas rellenaban este lugar, solo que sus colores eran diferentes a los comunes, y vestían con ropas de trapo y sombreros puntiagudos.

Madame Blavatsky rió ante la expresión de asombro de Kamek en este escenario. - Creo que no necesito contestar tu pregunta.

Mario & Luigi: Bewitched Adventure / Aventura EmbrujadaDove le storie prendono vita. Scoprilo ora