CAPITULO 18: Fiesta de cumpleaños ¿perfecta?

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Noto una mano sacudiendo ligeramente mi hombro. Abro mis ojos despacio y me encuentro con Scott sonriendo de lado a lado, sentado en mi cama.

-¡Me has asustado, idiota!-Le susurro.

-Pensé que te haría ilusión que fuera el primero en felicitarte.-Me sonríe y se lanza encima de mí en un abrazo.

Río y le rodeo con mis brazos. Son exactamente las doce.

-Feliz cumpleaños.-Susurra en mi oído.

-Gracias.-Me aparto un poco y beso sus labios.-Quédate.

-Ya lo tenía pensado.-Me sonríe. Me hago a un lado para que se meta en la cama y lo hace. Hoy hacía frío, así que puse una colcha muy gorda.

-Buenas noches, dieciseisañera.-Entierro la cara en su pecho y estoy a punto de dormirme, pero un pensamiento acude a mi mente.

-Es mi primer cumpleaños sin mi padre.-Susurro. Él se pone tenso, pero me atrae hacia sí y me aprisiona.

-No es verdad. Tu padre está aquí. Contigo.-Señala con su dedo índice mi corazón.

Una lágrima se desliza silenciosa por mi mejilla. Scott la seca con su pulgar y se queda trazando círculos en mi piel. Lentamente, me quedo dormida.

***

A la mañana siguiente despierto por otro maldito rayo de sol que me da en la cara. Debería cerrar las persianas de noche.

Me incorporo y noto que Scott no está a mi lado. Oigo un ruido proveniente de las escaleras, y antes de que pueda levantarme veo como la puerta se abre, y entra Scott con una bandeja que contiene zumo de naranja, leche caliente con Nesquik, y un muffin azul bastante grande con una velita encendida en el centro.

-¡Feliz cumpleaños!-Me grita. Sonrío, y cuando estoy a punto de responderle, entran por la puerta corriendo Amanda, Bri, Nazan y Sam.

-¡Feliz cumpleaños!-Gritan a coro.

Empiezo a reirme y me levanto. Scott deja la bandeja en la mesilla y me abraza. Luego abrazo al resto.

-Sois los mejores.-Les sonrío.

-¿Bueno, quieres regalos o no?-Me pregunta Bri dando saltitos.

Asiento.

Sam sale de la habitación y vuelve con varias bolsas.

-Toma, el mío.-Sam me pasa un paquete azul.

Lo abro y me encuentro con la colección de películas de Harry Potter.

-Hay más.-Dice. Abre las carátulas y me enseña unos garabatos que hay sobre ellas.

Pego un grito y me lanzo contra él para abrazarlo.

-¡LAS FIRMAS DE LOS PROTAGONISTAS!-Le doy un beso en la mejilla y me alejo contenta.

-Ahora nosotros.-Bri y Nazan me pasan un paquete negro. Contiene unas gafas de sol, crema solar, y un bañador.

Frunzo el ceño.

-Gracias, chicos.-Me resulta un poco raro el regalo, pero bueno.

Ellos ríen.

-Ahora lo entenderás.-Dice Nazan sonriendo.

-Ahora, un regalo de Scott y mío.-Dice Amanda. ¿Ellos? ¿Haciendo un regalo juntos?

Me pasa un sobre normal y corriente. Lo abro y saco siete billetes de avión, destino Italia.

Mi expresión se vuelve seria. Levanto la vista y los miro, están muy emocionados.

De repente suelto el mayor grito de mi vida y me lanzo contra ellos para abrazarlos.

-¿Vamos nosotros seis? ¿Y el otro billete?-Pregunto entre lágrimas de alegría.

-Es para la madre de Nazan y Bri. No pienso cargar yo sola con cinco adolescentes.-Dice Amanda sonriendo.-Salimos esta noche.

***

Bajo la maleta por las escaleras a trompicones. Cuando llego abajo, suena el timbre.

Dejo la maleta a un lado y voy a abrir. Al otro lado se encuentran Bri, Nazan, y su madre, todos con maletas y con una sonrisa en la cara.

-Hola.-Me saludan a coro.

-Holaaa.-Les sonrío.-Pasad.

Ellos obedecen, y me fijo en cada uno de ellos.

La madre de estos es alta y delgada, igual que Amanda, con el pelo rojizo, pero mucho más oscuro que sus hijos, y unos ojos verdes preciosos. Lleva un simple vestido estampado de flores que le llega hasta los tobillos.

Bri lleva otro vestido, pero este es corto y azul turquesa. Lleva unas gafas de sol en la cabeza.

Nazan tan solo lleva unos shorts algo largos y una camiseta verde clara.

Justo vuelve a sonar el timbre. Voy corriendo y me encuentro con Sam y Scott. Sam lleva unas bermudas azules y una camisa blanca, mientras que Scott lleva unas bermudas negras y una camiseta roja.

Les saludo y les digo que pasen. Todos se sientan en el sofá mientras esperan a Amanda.

Cuando baja, todos nos levantamos y salimos por la puerta, mientras cantamos a coro "Ey, ey, ey... que no pare la fiesta, don't stop the party!"

***

Nada más subir al avión, nos sentamos cada uno en nuestros sitios. Amanda y la madre de Bri juntas, al final del avión, Sam y Nazan en una fila de la izquierda, y yo, Scott y Bri nos sentamos en la fila central, que tiene tres asientos, justo al lado de la fila de los chicos.

Nos pasamos todo el vuelo hablando sobre lo que haremos en Italia, en el hotel, en la piscina...

Parece que todo está saliendo a la perfección.

Hasta que veo como un hombre de unos treinta años se incorpora de uno de los asientos del centro y levanta su mano, en la que sostiene una pistola, apuntando hacia alguna parte.

Los ángeles son una tentación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora