Los ángeles son una tentación.

CAPITULO 8: Soy el juguete nuevo.

-¿Has guardado todo?-Amanda abre mi maleta por quinta vez.

-Ya te dije que sí.-Pongo los ojos en blanco y me tiro en la cama.

-Haber, crema solar, pijama, bañador, converse, champú...-Levanta un dedo cada vez que nombra algo nuevo.

-Amanda, está todo.-Miro el reloj.-Son las siete, en una hora y media tenemos que estar en el instituto, y todavía tengo que ducharme.

-Vale, date prisa.-Se pasa una mano por el pelo y sale de la habitación.

Entro en el baño y me quito el pijama. Me recojo el pelo en un moño (ya que me lo lavé ayer de noche) y entro en la ducha. Me enjabono y aclaro el cuerpo y me envuelvo en una toalla. Salgo del baño y entro en la habitación otra vez. Me pongo mi short negro y una camiseta de tirantes también negra. Me suelto el pelo y lo cepillo. Me calzo las converse blancas y bajo las escaleras de camino a la cocina.

Amanda me hizo unos gofres con chocolate. Ella está comiendo los suyos.

-Mmm... que rico.-Sonrío enseñando los dientes de forma divertida-Gracias.

-Calla y come, que hay prisa.-Lo dice seria, pero me guiña un ojo.-Parece mentira que estemos en febrero y haga este calor.-Dice tras darle un sorbo a su café.

-Lo sé, es increíble.

Me siento a la mesa a comer, y cuando acabamos, cojo mi maleta y salimos por la puerta. Entramos en el garaje, ya que vamos en el coche de Amanda.

***

Aparcamos justo delante del instituto. Bajamos del coche y veo que ya hay unas quince personas esperando, entre ellas Bri y Nazan.

Cojo la maleta y me acerco a ellos.

-Hola chicos.-Les sonrío y les doy un abrazo.

-¡Hola, Dani! ¡Dios, lo vamos a pasar tan bien...!-Dice Bri dando saltitos de alegría. Lleva un short verde claro y una camiseta blanca. También lleva una sudadera negra atada alrededor de la cintura. Su pelo rojizo lo lleva recogido en una coleta.

-Y tanto, chicas.-Nazan pasa un brazo por mis hombros, y el otro por los de Bri.-Yo que vosotras me iría preparando para lo que os espera.

-¿Que quieres decir?-Digo frunciendo el ceño.

-Bueno, algunos chicos hemos estado preparando algunas cosas...-Dice con una sonrisa maliciosa.

-Esto me da miedo.-Dice Bri con cara de susto.

-Haces bien.-Le guiña un ojo.

-Hola, Bri. Nazan, que guapo estás.-Dice Amanda, que viene de hablar con la madre de ellos.

-Hola, Amanda.-Dicen los dos a coro con una sonrisa en la cara.

-¡Espero que tengais cuidado, y que no hagais ninguna tontería!-Enarca una ceja.

-Tranquila, las cuidaré muy bien.-Dice Nazan sin soltarnos.

-Eso espero.-Mira el reloj.-Ya son las ocho y veinticinco, y por ahí llega el bus. Yo me tengo que ir. Bueno, espero que lo pases bien. Te quiero.-Me abraza, me da un beso en la mejilla y se da la vuelta para irse.-¡Ten cuidado!-Me dice cuando arranca el coche.

-¡Vale!-Le lanzo un beso, pero ya se fue.-¿Oye, y Scott?-Me dirijo a los chicos.

-Pues estará a punto de llegar.-Dice Nazan. Como dicho y hecho, Scott aparece por la esquina del instituto.

Lleva un vaquero y una camiseta negra. Tiene el pelo mojado, supongo que porque acaba de salir de la ducha. Se acerca a nosotros cargando con una mochila en la espalda.