ᴏᴊᴀʟᴀ ➳ [ ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ ]

CAPITULO ÚNICO ( JiMin )

"Quiero dejarte y soy tan cobarde, odio la idea de la soledad"

Otro día más. Esta vez no llegas solo, llegas con Kim NamJoon, Jung HoSeok y Kim TaeHyung, tus amigos inseparables con los que antes compartíamos momentos agradables y salíamos a cualquier lugar.

—¡Hey! Hola Minnie —me saluda NamJoon y corre a abrazarme, ¿hace cuánto no me abrazas tú JungKook?

—Hace tiempo que no te veíamos, ¿te has cambiado de look? —me pregunta HoSeok.

—Sí —sonrío tímidamente y veo que me miras extrañado.

Al menos él se dio cuenta. Hace dos semanas cambié mi look pero ni siquiera lo notaste. No hubo cumplidos, no hubo revoloteada de cabello como antes. Tengo ganas de llorar, pero ellos están aquí. Van a ver el fútbol y me alegra saber que hoy te veré sonreír, gritar y vociferar.

Hace tanto que no veo tus emociones.

Alguien te llama por teléfono, es aquel número que encontré hace poco. Te alcanzo tembloroso el móvil y me lo arrancas de la mano. Espero a que contestes aquí, frente a mí como antes, mas no lo haces, te paras y vas hacia el balcón. Solo estoy esperando que lo confirmes. Solo estoy esperando a que confirmes que tienes a alguien más. Entonces pienso lo que antes jamás me hubiera atrevido a pensar:

"Sigo esperando la última gota y verme llorar, desenamorarme y escapar"

Varios días más y la rutina sigue siendo la misma. Ya no salgo de casa mas que a trabajar, ya no comparto tiempo con mis amigos. Me estoy desenamorando de mí mismo. Ya no soy alegre, risueño, ya no soy más el de antes.

Me he perdido. Ni siquiera yo me amo, ¿entonces cómo puedes amarme tú?

Son las ocho a penas y tú ya has llegado. Algo sorprendente, pues siempre llegas a partir de las diez. Azotas la puerta principal y me paro del sofá automáticamente. Me tienes controlado, este no soy yo.

—Chúpamela —dices mientras bajas tu bragueta frente a mí en medio de la sala.

—JungKookie... —me sorprendo.

—¡Ahora! —ordenas con tu miembro fuera.

No reclamo nada. Ya no tengo voz ni voto ante ti. Miro lo que tienes debajo y pienso que ya ni siquiera lo recordaba, es irónicamente gracioso. Este no soy yo, este jamás hubiera sido yo, pero estoy tan desesperado por afecto que me acerco, me inclino de rodillas y empiezo mi trabajo. Se le llama trabajo porque dudo mucho que eso sea tener alguna relación íntima contigo.

Te corres en mi boca, levantas tu bragueta y te vas a nuestra habitación. Y yo me quedo con lágrimas en los ojos, tirado en el suelo, destrozado por completo. Entonces pienso lo que antes jamás me hubiera atrevido a pensar:

"Contigo no, no soy quién soy, un verso roto y sin voz"

Me odio por primera vez en mi vida. Nunca había sentido tanto asco por mí mismo. Me odio por dejar que me manipules de esta forma, me odio por haber hecho que seas el centro de mi existencia.

Mi móvil suena y deseo con tantas fuerzas que seas tú. Más no lo eres, es Min YoonGi un compañero del trabajo.

—¿Hola? —respondo decaído.