Mi hermano abrió la puerta del lavabo. En cero coma, yo ya estaba dentro.
- Eres muy fácil, hermano. Así te va a ir muy mal - dijé cerrando la perta y viendo su cara de resignación.
En veinte minutos ya me había peinado y mi cara estaba maquillada. Salí del baño y mi hermano entró. Al entrar, me dio un codazo en el brazo.
- Ay! - exclamé yo, tampoco me habia dado tan fuerte, pero no me lo esperaba.
Salí de casa diez minutos despues y me dirigí a la boca de metro que estaba unos numeros más abajo de mi calle. Al llegar, compré una targeta y me subí a la línea 1. Yo vivía en la calle Creu Oberta. Así que cojí la parada Hostafrancs para ir a Catalunya. Tardé unos 20 minutos y llegué. Estaba hiendo al bar donde siempre quedábamos, pero pasé por al lado de una libertaria. <<Porqué no? Puede estar bien... No te cuesta nada...>> Pensé. Así que sin pensármelo más entré y fui directamente al pasillo de las libretas. Todo lo que me rodeaban eran libretas. De todos los tamaños, de todos los colores, de todos los tipos de papel, de todos los tipos de tapas... Aquello era inmenso. Una libreta me llamó la atención. Era azul y tenia dibujos de chicas de Jordi Labanda. Siempre me había gustado Jordi Lavanda, así que no dudé en cogerla. Al salir, me la guarde en mi bolso y fui al bar. Entré y ya estaba todo el mundo allí, esperando a la embarazada.
- Mireia! - dijo Chloé medio corriendo hacia mí y abrazándome - como te ha ido el viaje?
- Bien, bien - dije yo mirándola a los ojos.
- Mireia! - dijo Aurora corriendo, exageradamente y sin ser nada discreta, hacia mi. De tal abrazo que me dio casi me caigo al suelo.
Y así poco a poco la gente fue saludándome. A las 8 pasadas volví a casa, bueno, al metro, para dirigirme a casa. Al llegar, vi las escaleras del piso un poco movedizas. Llevaba todo el viaje un poco mareada, pero me aventuré y las subí. Lo último que recuerdo es que me quedaban muy pocos escalones, unos dos...
~~~~~~~~~~~~~~~~~ Minutos Después ~~~~~~~~~~~~~~~~~
- CARIÑO! OH DIOS MÍO! ESTAS BIEN? NO NO... ES EVIDENTE QUE NO... JUÁN, LLAMA UNA AMBULANCIA! Tranquila cariño, todo saldrá bien... a lo verás...
Veía a mi madre, mi madre gritando.
Veía a mi padre, mi padre llamando.
Veía a mi hermano, mi hermano acariciandome.
Veía todo lo demás, todo lo demás dando vueltas.
QUE HA PASADO?
Todavía no se cómo, pero en un abrir y cerrar de ojos estaba en el hospital. Rodeada de cables y aparatos.
Y AUN NO SABÍA QUE ME HABIA PASADO!
Solo volver a mi, vi a mi madre.
- Mama, que ha pasado? - dije yo moviendome inquieta en la cama.
- Cariño, tranquila vale? Parece ser que no ha pasado nada...
- Como que no ha pasado nada?! Y todo este cable? - dijé yo gritando y alterandome más. Al parecer, cuando me alteraba, el estúpido e incomodo aparatito pitaba más seguidamente.
- A ver, tranquila - dijo mi madre cogiendome por los hombros - te caíste por las escaleras.
- Pero co... - intenté interrumpir, pero mi intento fue nulo.
- Escuchamos un ruido y nos espantamos, fuimos a ver que había pasado en el rellano. Y te encontramos a ti, en el suelo. Tu padre llamó en seguida a una ambulancia y te trasladaron aqui. Eso pasó hace dos noches. Y llevas dormida desde entonces. Parece ser que el golpe no ha sido muy fuerte, pero al estar embarazada, te tienen que hacer más pruebas. Llevas dormida tanto tiempo porque los químicos que te introducen son bastante fuertes y te dejan tranquila, a ti y al bebé. Así cuando hacen pruebas, vuestro estado es el de máxima relajacion, y así no altera el resultado.
Mi madre me dejó callada. Había resuelto todas mis dudas, asi, que, sin nada que objetar me estire en la cama y me quedé callada.
- Mama, estoy aburrida. Me has traido algo? - dije despues de unos segundos, cambiando de tema.
- Claro, te he traido libros, y el bono de la tele lo tienes pagado - dijo mi madre sacando lo que parecían los libros de la bolsa de la playa.
- Gracias... - dije mirando los libros, de repente caí en la cuenta - MAMA! A QUE DÍA ESTAMOS?
El aparato empezó a hacer el p**o pitido
- Tranquila, tranquila... - dijo mi madre levantandose del sofa y acariciandome el pelo - estamos a martes.
- MARTES? - el pitido no paraba - MAMÁ, AYER TUVE UN EXAMEN IMPORTANTÍSIMO!
~~~~~~~~~~~~~~~~~
Al parecer el pitido habia sido demasiado constante, pues me desperté un par de horas después y mi madre me comentó que me habia alterado demasiado y me habian dado unas pastillas.
Decidí no alterarme más, que a lo mejor era eso lo que dificultaba el resultdo de las pruebas, así que decidí meterme en el fantástico mundo de los libros.
Después de 2 horas y media. mis ojos estaban cansados y mi estómago pedía alimento.
- Mamá, puedo comer algo?
- No cariño, solo agua - me miró con cara de pena
- Joliiin.... - puse cara de perrito - por favoooooooooooor
- No, es lo que dicen los médicos - a mi madre le dolía verme así - quieres un poco de agua?
- Sí por favor - dije yo practicamente suplicando. Necesitaba algo que llevarme a la boca. - Gracias - dije cuando acabé de beber.
Minutos después estaba dormida.
Normalmente no soñaba, y si lo hacía, no me acordaba el que, pero esa noche sí:
Notaba cada golpe en mi cuerpo. Todo era dolor, y más dolor. De repente pare de sentir dolor. Fue instantàneo. De un segundo angustioso, a otro milagrosamente calmado.
Notaba muchos cuerpos encima mío. Todo era movimiento lento, estaba mareada. Todos eran... médicos? Si, si... médicos. Y que pasaba con mi barriga?
Cambio de escenario: Estoy en la habitación con un médico delante. Ashton, a mi lado, llora. Que pasa?
- Señorita Haro, Usted ha padecido la pérdida del feto.
Que?! Había perdido a mi niñ@? No por favor. Yo lo quería, lo amaba!
Me desperté con la respiración ajatreada. Por suerte, sólo había sido una pesadilla, pero de las malas.
A mi lado estaba Ashton, comiendose un cruasan.
- Hola cariño! - dijo cuando acabó de masticar
- Hola Ashton! - dije lo más animada que pude
- Que te pasa? - dijo el al notar algo raro
- Nada, nada... sólo una pesadilla...
~~~~~~~~~~~~~~~~~
Estabamos ya a bien entrada la tarde cuándo entró un médico en la habitación
- Hola, señorita Haro? - era joven, guapo. Alto, moreno, buena musculatura...
- Sí, soy yo - dije asustada por lo que tubieran que decir
- Me alegra comunicarles que el feto, milagrosamente, no ha sufrido ningún tipo de daño. - dijo sonriendo.
- Eso es genial! - dijo mi madre hiperilusionada mientras el doctor apuntaba unas cosas en papeles.
- Em... Sí. Lo que si que debía comunicarles es que la señorita Haro tendrá que permanecer unas 3 noches más aquí. Buenos días. - Y dicho esto salió de la habitación
Todos nos quedamos contentísimos después de saber que mi hijo, nuestro hijo, no iba a sufrir ningun sintoma a causa de la caída.
Tres noches después por la tarde, como dijo el doctor, ya estaba en casa. Me sentía bien, y lo único que quería era dormir en mi cama. Asi que solo llegar me estiré y alli me quede, hasta la mañana siguiente.
Por los pelos. {EMBARAZO 4/4}
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