Mil

Toda la noche aquí

En la recepción le pregunté a una enfermera donde quedaba la habitación de los Hughes, al decir el nombre me miró con tristeza y me indico que era la 22F.

-Marian-

Ella estaba en el asiento junto a una camilla cubierta de una manta blanca. Se me trabó la garganta al verla.

Se veía peor que Juliette. Su rostro rojo y ojos hinchados la habían envejecido décadas. No hizo caso cuando me le acerqué. Me quedé allí de pie viendo la camilla, se notaba que hasta no hace mucho alguien había estado ahí.

Le puse la mano en el hombro y ella débilmente la sujetó con ambas manos.

-Asumo que no te dijo que pasó-

-No... No lo hizo-

Cerró los ojos con fuerza y deslizaron unas lágrimas por sus mejillas. Los abrió, me miró, tragó saliva y no dijo nada.

Sentí una corriente fría recorrerme toda la espalda, me comenzaron a temblar la piernas pero me mantuve firme junto a ella.

-Él le dijo a Julie que se fuera a casa. Ya llevábamos casi toda la noche aquí. Ella no es una chica tonta, no se quería ir. Pero André insistió.

-Llegó devastada a la casa, pero no quiso decirme-

-Anoche, después de todo el... el espectáculo en el bar. Salimos a buscarte, preocupados- Tenía una mirada de calma aunque llena de dolor- Antes de que digas nada, déjame terminar- Agregó- Estábamos cruzando por la intersección de Marco. Escuchamos unos jadeos detrás nuestro y vimos al desgraciado infeliz bastardo con el rostro destrozado. André intento hablar con él, pero ese animal estaba cegado por la ira y comenzaron a forcejear...-Hizo una pausa y corrieron más lagrimas- Creí que André estaba bien pero...no lo estaba... lo apuñaló tres veces en el abdomen, yo intenté socorrerlo y ayudarle pero André me empujó diciéndome que me alejara- Se las secó con un pañuelo- El desgraciado salió corriendo justo después de la tercera estocada. Julie y yo nos lo llevamos lo más rápido que pudimos al hospital, le intentaron auxiliar toda la noche pero.. ya era muy tarde.. se notaba que ya era muy tarde...-

Lagrimas salieron sin control de sus ojos, en desenfreno me clavó sus uñas en las manos pero no dije nada, no dolía. El odio había nublado mis sentidos. Me separé de su agarre y caminé en furia hacia la puerta.

-Detente-

Abrí la puerta.

-¡DETENTE TE DIJE!-

Apreté la mandíbula y voltee la mirada. Ella estaba de pie, roja y con ira en los ojos.

-No he terminado de hablar- Dijo señalándome la silla, indicándome que me sentara. No lo hice- André me pidió que te dijera algo. En esto no estábamos de acuerdo, pero es mi deber decírtelo aunque no comparta su opinión. Él dice que no guardes odio contra el desgraciado que hizo esto.. pues solo acabará en tragedia. André te conoce, el me dijo que te pondrías así y que solo Dios sabrá que harías al respecto –Volvió a tomar asiento- Los muertos no deberían opinar en los asuntos de los vivos- Agregó despectivamente en voz baja- Ya contacté a la policía.. si podrías ir, te estaría agradecida- Volvió a tomar asiento dándome la espalda, se le veía temblar- La dejé sola.