Felicidades

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"Para: E. Lowell

24 de Octubre de 1923.

¿No crees que eso sea demasiado para esos niños?

Entiendo que quieras que aprendan rápido pero, ¿no es mucho?

Te conozco, no me escucharás, Dios se apiade de esas pobres creaturas.

Por siempre,

-H. Brooks."

El pub estaba bastante lleno cuando llegamos, alrededor de las 8. Juliette había dejado una nota en la mesada de la cocina con las direcciones del establecimiento, diciendo que nos esperaba. Al llegar, el lugar resultó estar relativamente activo. Tenía un gran espacio en el centro donde habían movido las mesas para que la gente pudiera bailar. Las copas se llenaban y se vaciaban deprisa. Allí estaba ella junto a la barra conversando con sus amigas, al vernos sonrió y se apresuró a recibirnos con la noticia de que en el colegio donde estaba enseñando ballet a los niños, le habían ofrecido una posición como asistente permanente.

-Felicidades por tu nuevo puesto Julie- dije alzando mi copa al llegar mi turno de brindar- Que este sea el primero de muchos más-

Me senté junto a la barra y ordene un whisky, mientras veía como André bailaba una canción lenta con Marian. Me lo tomé lento hasta que se me acercó Juliette.

-Creí que no habían leído el mensaje para serte honesta- Me sorprendió- Hasta Lou y Antonio estaban aquí antes que ustedes- Estaba sonriente, con una copa de vino en una mano y la otra le pasaba su boa a la mesada con un toque delicado- Se que no es un paso tan grande pero se siente tan bien ¿Sabes?- Tan solo sonreí asintiendo. Después de un tiempo dijo- ¿Qué tal si bailamos?- No le escuché.

Vi a los padres de Julie abandonar la pista y dirigirse a una de las mesas a los laterales. Se nos acercó Lou, según comentaba. La banda estaba comenzando a tocar un nuevo genero traído de América algo llamado Hit-hat. Se podía notar que la gente lo disfrutaba. Era un alocado estilo de baile donde no habían reglas, tu seguías el ritmo y el ritmo te seguía a ti. Juliette harta de esperar nos tomó de la mano y nos llevó a la pista de baile donde ya estaba Antonio con una muchacha. Ella comenzó a mover los pies y Lou fácilmente le siguió el paso, yo en la otra mano sentía como la música se burlaba de mi cada vez que intentaba seguirla. Lentamente, muy lentamente, comencé a entenderlo, derecha, izquierda, al frente y atrás. Lou se separó de nosotros tan solo pasó una joven que sin duda conocía bien el baile. Ella me tomó ambas manos y cerró los ojos.

-¡Siente la música!- Exclamó.

Cerré los ojos y siendo honesto, no la sentí. No podía seguir el ritmo, los volví a abrir mirando sus pies.

-¡Deja de seguirme, solo muévete! ¿Estás escuchando la música? ¡No! ¡Tienes que sentirla!-

Lo volví a intentar, ella me apretó fuerte y me soltó.

-¡No abras los ojos!-

Quedé solo en la pista con los ojos cerrados, Aterrado. Sentía como bailaban a mi alrededor pero ya no tenía a quien seguir ni de donde agarrarme. De repente me concentré en el ritmo despacio y lleno de adrenalina comencé a moverme con la canción, vi un destello de color de luces cada vez que había un cambio en ella, me sentía más intrigado y dejé de tratar de tener el control, ya no la seguía a ella sino al contrario. Abrí los ojos, Allí estaba Julie frente a mi sonriendo mientras daba vueltas al ritmo con los ojos fuertemente apretados. Me le acerqué y puso mis manos en su cintura. Me miró sonriente y comenzamos a bailar, nos juntábamos dábamos unas vueltas. Nos soltábamos pero seguíamos allí, decidí imitar lo que estaba haciendo un muchacho que pasó cerca de mí, ya no éramos solo nosotros en la pista, el baile era entre todos. Una señorita se chocó conmigo y me agarró de las manos siguiendo la pista, seguía dando vueltas cuando me volteé y vi a Julie con un chico que sin duda sabia bailar mejor que yo, giré nuevamente y continué junto a la energética chica. La canción cambiaba y la gente la seguía, al cabo de un rato sentí que no podía más y despacio tratando de no perder el personaje salí de la pista.

MilWhere stories live. Discover now