100 días para estar con él [EN EDICIÓN]

Día 69 [Sábado]

- ¡Habrá fiesta! Ya sabes cuál es el plan. - advirtió BaekHyun antes de gritarle que sería en su casa ése mismo día en la noche.

KyungSoo podría jurar que nunca había durado tan poco una llamada de su amigo y es que BaekHyun prefería llamarle y gastar la tarifa hablando por horas antes que escribirle un texto.

Miró la hora y supuso que tendría bastante tiempo para arreglarse y podría hacerlo sin prisa si empezaba en ese momento asi que fue hasta su armario para buscar la ropa que habían elegido sus amigos para él.

Mientras la acomodaba sobre su cama y se metía al baño para bañarse comenzó a pensar en las palabras de JongIn. Se supone que no quería una fiesta para que alguien se besuqueara con él, pero ¿iría a ésta fiesta? Apostaba a que BaekHyun le había avisado, y por lo mismo lo había llamado a él. Todos en el mundo sabían que a Do KyungSoo no le gustaban las fiestas y que debía haber una muy buena razón para asistir a una.

Ése día la razón era Kim JongIn. Pero pocos lo sabían y esperaba que eso no fuera así por mucho tiempo más.
KyungSoo se moría por poder que gritar a los cuatro vientos que el moreno era su novio, próximo esposo, alma gemela y que nadie podía acercarsele sin ganar un alicate sosteniendo lo que llevaban entre las piernas.

Suspiró pensando en muchas formas para torturar a sus enemigos y con el ánimo renovado comenzó a vestirse.

Cuarenta minutos más tarde ya tenía el pelo seco y acomodado tal y como quería.
A pesar de estar listo, estuvo otro rato mirándose en el espejo, encontrando valentía interior y asegurándose que su ropa estaba perfecta.

- Muy bien, hoy habrá un gran avance, KyungSoo. Casi te queda solo un mes, hemos entrado en la recta final. - se susurró después de revisar su calendario marcado con anotaciones en los días pasados. - Cualquier cosa, puedes culpar al alcohol.

Tu nisiquiera bebes, imbécil. dijo su consciencia haciéndolo sentir avergonzado y logrando que al fin saliera rumbo a la casa de BaekHyun.

No le quedaba lejos, asi que a pesar de estar de noche, caminó tranquilamente hasta su destino.

Cuando llegó la música fue su primer anfitrión incluso a varias casas de distancia. Lo segundo que pudo ver fue un grupo de personas reunidas en un circulo en el jardín de su amigo, seguramente drogandose por la actitud que tenían.

KyungSoo entró en la casa, poniéndose de puntillas para intentar encontrar a alguno de sus amigos.

Después de un rato localizó a JongDae y a MinSeok besándose y abandonó la idea de unirse a ellos.

Bufó, la música estaba demasiado fuerte para su gusto y el olor de las personas se notaba en el aire. Recordó por qué esas situaciones no eran su estilo y decidió que necesitaba algo para hacerlo más llevadero.

O alguien.

- Hola, KyungSoo. - saludó JongIn acercándose para que pudiera escuchar.

- Hola. No esperaba verte aquí. - mintió intentando poner un tema de conversación.

- Sí, bueno. BaekHyun dijo que si no me presentaba iba a mandar a que ChanYeol me cortara las bolas o algo así. - explicó el moreno casi a gritos. KyungSoo asintió para que supiera que había escuchado. - ¿Acabas de llegar? ¿Quieres beber algo?

- Sí, eso sería bueno. - aceptó comenzando a caminar. JongIn lo detuvo con una sonrisa y tomando su mano lo guió en otra dirección.

El más bajo podría haber estado desmayado ya, pero la masa de cuerpos bailando lo mantenía en pie. Para cuando llegaron a la cocina, agradeció que el moreno lo soltara pues ya había comenzado a sudar.

- ¿Qué tomas? - preguntó mostrándole la variedad de licores que había sobre la encimera.

KyungSoo no sabía que responder, normalmente no bebía pero ahora en serio sentía que no sobrevivirá la noche sin una gota de alcohol en su sistema.

- Una cerveza está bien. - respondió  recordando lo que le había dado a probar el padre de LuHan en una ocasión.

JongIn asintió y destapó dos botellas antes de entregarle una. El mismo bebió durante algunos minutos en los que recorría el cuerpo contrario con la mirada.

- ¿Puedo saber para quién te vestiste así? - susurró indicándole con un dedo su conjunto.

- S-siempre me visto así. - susurró KyungSoo nervioso. ¿Tan falso se veía con ése estilo? - ¿No te gusta?

- Te ves perfecto, aunque un buzo se te vería igual de bien. - dijo JongIn adivinando su modo de vestir habitual.

Como era de esperarse, las mejillas se le colorearon de un rosa suave y fingió indiferencia dándole un trago a su cerveza.
Como la conversación parecía haber muerto, comenzó a buscar algo que decir pero antes de que se decidiera y el silencio comenzara a ser incómodo una voz se hizo notar llamando al moreno quien se disculpó con una sonrisa antes de irse.

KyungSoo dejó su cerveza a un lado y salió de la cocina también para encontrar a sus amigos. Ésta vez no tardó en verlos y acercarse.

Estaban sentados jugando algo que no alcanzó a captar pues pronto su atención solo se la llevó la pareja que estaba en la pared frente a ellos.

Era JongIn con un chico al que supo identificar como TaeMin.

Solo conversaron al principio,  pero TaeMin comenzó a emborracharse y a ser más cariñoso con el otro. Al mismo tiempo que el rubio se embriagaba, KyungSoo también lo hizo con la excusa que debía aguantar la situación.

Ebrio y todo, había podido contenerse de estrenar su navaja suiza con el travesti de TaeMin hasta que se levantaron y comenzaron a caminar fuera de su rango visual.

No sabía ni qué hora era y la música le había dejado de molestar hace mucho, de lo único que estaba seguro cuando se levantó para seguirlos era que Kim JongIn no se iba a olvidar de ésa noche tan fácil. 

Corrió hasta ellos al ver como su candente moreno abría la puerta de un auto para acomodar a su amigo. No podía permitir que se fuera, no ahora y definitivamente no con él. 

Cuando lo tuvo cerca, no supo qué hacer. Su estado etílico no le permitía pensar con claridad así que se encogió de hombros y se acercó hasta pegar sus cuerpos.

JongIn se notaba sorprendido pero en lugar de apartarlo lo tomó de la cintura, seguramente para evitar que se cayera a causa del alcohol en su cuerpo.

- ¿Estás bien? - preguntó serio. Le preocupaba el nivel de embriaguez que pudiera tener el más bajo y dudaba que pudiera llevarlo con alguno de sus amigos pues los había visto a todos en las mismas condiciones.

- Estaré mejor. - susurró KyungSoo mirándolo con ojos brillantes. No supo descifrar esa mirada pero intuía que no tenía que ver con las cervezas bebidas.

Tampoco tuvo tiempo de darle más vueltas, un segundo más tarde su boca era prisionera de los acorazonados labios de KyungSoo. Y no podía negarlo, se sentía como la gloria.

Afianzó el contacto de sus cuerpos y fue culpable de intensificar el beso, moviendo sus labios para guiar los torpes de KyungSoo y sacando su lengua para encontrar la ajena.

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