21. Ross

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Quería hallar la manera de poder procesar lo vivido, solo que no podía, parecía irreal.

Cada vez que parpadeo reaparece la imagen de mi madre inconsciente cubierta de sangre, al abrir los ojos dejan visible mis manos manchadas de su sangre, muevo mis dedos y los siento pegajosos.

Esa sensación me deja en claro que los sucesos son reales, nada es una creación de mi imaginación.

Los gritos por parte de Raynah y Tessa me hacen volver a la realidad, en este momento apago el dolor por unas horas, tengo que encontrar la forma de alejarnos del peligro, no tengo idea quien nos está atacando.

-Seguro era una trampa –comenta Tessa - Cambiaron las ordenes cuando nos escapamos –gira para intentar ver el carro de atrás.

-¿Dónde vamos? –pregunta en voz baja Raynah.

-A un lugar seguro – el problema era que todavía no sabía cuál sería, si estuviera mamá ella tendría pensado algún plan, nos llevare a la perdición.- ¿Cómo está tu pierna? –procuro hablar para distraerme de la persecución, cuanto más prestaba atención a quien sea que nos intentaba matar solo me llevaba a cometer un error.

Tess tira de la tela para romperla y dejar visible la herida, aprieta la mandíbula al tocar e intentar descubrir la condición, sus hombros se relajan y noto por qué.- La bala solo rozo.

La poca paz se termina cuando el otro auto nos choca en la parte trasera, pierdo el control del volante, ellas gritan ocasionando que me altere y no sepa que carajos hacer.

-Tendremos que correr –anunció.

Antes de terminar de explicar, un golpe directo nos estrella contra un árbol, mi cabeza se estrella contra el volante, Tess con su cuerpo protege a Raynah evitando que se golpee con el compartimiento.
Pierdo la conciencia por un momento, no tengo idea donde estoy,  al tener los ojos cerrados se presentan imágenes de mis padres sonriéndome tratando de perseguirme.

Un tirón atroz en la parte baja de mi cuello provoca que regrese a la realidad, abro los ojos y me topo con un hombre de complexión más grande que yo.

-Optaré por hacer tu sufrimiento lento –veo nubloso causando no reconocer el rostro de mi matón, parpadeo.

-Co...corran –Les grito a ellas casi sin voz.

-Que noble de tu parte tratando de salvarlas, igual no tenía pensado hacerles nada,  eres mi mayor problema – me levanta con un solo brazo, el otro lo tiene extendido para dar el siguiente golpe directo a mi mandíbula, me obligo a soportar el dolor.

Se aburre de sostenerme para tirarme contra el suelo, lo siguiente serán patadas directas a mis costillas, no cuento con la fuerza suficiente para defenderme, mis energías están al mínimo gracias a los sucesos de estos días.

-¡Ayuda! – grita Tess descontrolada, claramente no huira, veo como deja a Raynah a un costado indicándole que no se mueva, corre en dirección mía.

-¿Qué te hecho para querer matarme? –pregunto a mi atacante.

-Por lo visto tienes poca memoria –se detiene y me mira – Erika ha terminado conmigo, diciendo que esta confundida.

-No tengo nada que ver –levanto mi pie y le pego en la entrepierna, me da tiempo para ponerme de pie.

-¡Hijo de p...! –no le doy tiempo a terminar de hablar, un golpe en seco en su mandíbula lo atonta.

-Ve con Raynah –exclamo a Tess corriendo a su dirección.

Mi corazón está latiendo a mil por hora, tengo la sensación que se saldrá de mi pecho, no miro atrás porque solo me atrasare y terminare volviendo a la pelea, los disparos empiezan por parte del novio de Erika, uno va directo a mi hermana presiento lo peor hasta que Tess la cubre con su cuerpo para que no salga herida.

Agarro la muñeca de Tess para que sigamos corriendo, le indico donde dirigirnos, vamos entrando en distintos pasillos que logro reconocer, solía caminar por aquí.

Llegamos al lugar donde sería nuestra segunda opción para permanecer a salvo mientras esto terminaba, golpeo el portón con fuerza.

- ¡Abran, soy Ross! – prácticamente ruego, aunque hemos perdido al novio de Erika siento como si aún estuviera cerca y en cualquier momento se pudiera aparecer disparándonos, sigo golpeando con los puños hasta que se abre y mis hombros se relajan.

-¿Qué sucede? –mira preocupada Mary.

-Nos persiguen –consigo decir entre respiraciones.

-Entren –se corre y nos permite entrar, al principio todo está oscuro, no avanzamos para esperar las indicaciones por Mary, ella se acerca y asiente, en sus ojos se nota que comprende nuestra situación.

Al estar en la habitación me percato que reconozco a la mayoría, todos por las clases de baile, se acercan para saludarnos, nos entregan frazadas y aperitivos.

Cuando tengo la botella en la mano recién me percato que estaba sediento, mis labios estaban secos por la ausencia de líquido, también contando las cortaduras por los golpes que recibí.

-Debes desinfectar tus heridas –se acerca Tess con una caja de primeros auxilios, y se sienta en el suelo.

-Estaré bien, solo debo descansar un poco –recuesto mi cabeza contra el suelo.

-Si te vieras en un espejo pensarías lo mismo que yo –agarra un pedazo de algodón y lo moja con agua oxigenada.

-Tú también debes curarte- señalo su pierna, se veía la sangre.

-A mí no me golpearon, solo es una herida simple, ahora silencio y déjame trabajar – estira su mano y con delicadeza va tocando mi piel, siendo el ardor y muerdo mi labio para soportar.

-Lamento la herida en tu brazo, espero que no quede una cicatriz – ahora era mi turno de curar su herida, ella no se inmuta y deja que continúe.

-Será un recordatorio para la vida diaria – observa el corte en su brazo – Me enseñara que no todas las personas son lo parecen.

-¿Qué piensas hacer cuando termine esto?

-En este momento no puedo pensar nada, porque la única alternativa que puedo pensar es vivir en la calle –sus ojos están rojos, quiere llorar pero no lo hace.

-Será mejor que se cambien de ropa – se presenta Mary con una montaña de prendas, a su lado estaba Raynah bebiendo jugo.

Tess se levanta y acepta el conjunto que le ofrece, se va y me quedo con Raynah quien decide sentar a mi lado, lento me deshago de la ropa cubierta con sangre, por un momento tengo la sensación que al hacerlo podre eliminar los malos recuerdos, es un mentira que acepto decirme.

-¿Cuándo regresaremos a casa? – Raynah me mira esperando que la respuesta sea lo que ella desea oír.

-En unas horas –agarro la mano de ella para traerla y sentarla en mi regazo – Debes saber que habrán unos cambios, prometo que estarás bien –apoya su cabeza en mi pecho.

-¿Mamá estará? –levanta su mentón para verme.

-Ella siempre está con nosotros aunque parezca que no –estas palabras son falsas pero nos ayudarán a seguir.

Como no habla más, cierro los ojos, me permito descansar un momento, estaremos bien aquí.

Tener a Raynah a salvo me da paz por este instante, dejo que la música en el lugar me relaje, algunos están bailando para despejar sus mentes y pensar que es un día como otro, su tranquilidad me ayuda a mantener la cordura.

Estoy por quedar totalmente dormido hasta que ladridos de perros me despiertan, no es una buena señal en un día como este.

Mary corre hacía mí, se lo que dirá antes de hablar.- Tenemos que irnos.

-¿Qué sucede? – se presenta Tess quien ahora tenía puesto un jean y buzo negro.

-Hay que correr – me pongo de pie, miro las salidas y analizo donde ir.

Podría salir y entregarme, en el interior sé que esta noche está perdida, tan solo que al ver a Raynah elimino esos pensamientos, ella merece seguir viviendo para descubrir las etapas que le queda por delante.

Depuración |Ross Lynch|Where stories live. Discover now