5. Ross

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Cuando Tessa nombró la cafetería me resulto familiar, creo que haberlo visto un par de veces solo que nunca entre, no era mi estilo aquellos lugares, las personas que salía de ahí lucían pretensiosas examinando a las demás y dejando en claro que ellos eran superiores, no debo negar que el lugar era hermoso, el aspecto antiguo, con cada accesorio indicado.

Supongo que podría arriesgarme en asistir, no perdería nada y dudo que Tessa se comporte como lo demás, las pocas horas que hablamos lucía simple, no queriendo llevarse el mundo por delante.

Aún tengo grabado en mi mente la manera que ella sonreía, arrugando un poco su nariz, los malos recuerdos sobre la depuración están siendo enterrados gracias a ella.

Cierro los ojos, era tiempo de dormir, mañana sería un largo día.

...

Las clases pasan más rápido de lo que pensé, procuro anotar cada punto que me parece importante, en algunos momentos Ethan tira de mi cuaderno queriendo copiar, yo le doy codazos para que se detenga porque solo conseguía que nos atrase a los dos.

-Detente – Le susurro – Terminaré y luego te lo pasaré .

-¿Promesa? –Me mira esperando la respuesta.

-Si –asiento, él se detiene y yo prosigo.

Mi móvil vibra, está por caer al suelo pero Ethan lo agarra a tiempo y va leyendo los mensajes, veo de reojo como se le escapa una sonrisa, quiero detenerlo antes que haga una tontería pero si me distraigo perderé los puntos importantes, y no tendré otra oportunidad.

Por suerte el profesor anuncia que todo ha terminado, sin dudarlo le arrebato mi teléfono solo que él sigue sonriendo.

-¿Qué acabas de hacer? – Pregunto desconfiando revisando los mensajes.

-Nada, solo me sorprende como has conseguido una cita.

-¿Dices que no soy capaz de salir con alguien ? –voy guardando mis cosas en la mochila.

-No trato de ofenderte, es que siempre te niegas a tener citas con las chicas que te presento.

-Sucede que no sabes elegir, lo haces para ti y no funciona –contesto siendo honesto.

-Has herido mis sentimientos –se toca el pecho mientras nos dirigimos afuera del campus.- Igual solo te diré que no funcionará que Raynah esté en la cita.

-¿Por qué dices eso?

-Hoy tendrás que trabajar de niñero, lee el mensaje de tu mamá –anuncia señalando el móvil, yo lo hago.

"Cariño necesito que busques a Raynah en su clase ballet, yo tendré que quedarme unas horas más trabajando, gracias"

-Carajos – maldigo – Tendré que cancelar.

-No puede hacer eso, ve con tu hermana y ganarás puntos, te lo aseguro –me recomienda – Una vez hice algo parecido con mi primo, aquella chica quedo encantada.

-En teoría dices que use a mi hermanita.

-Suena horrible de esa forma –mira horrorizado – En realidad pasarás tiempo de calidad con ella y una muchacha hermosa.

-¿Cómo sabes quién es Tessa?

-Vi como hablabas con ella, claramente te flecho –golpea mi hombro suavemente.

-Por ahora no es nada, me gusta pero nada de otro mundo –procuro no apurar las cosas.

-De acuerdo, ahora vayamos a ver que te pondrás, tienes poco tiempo entre ir a buscar a Raynah y luego llegar a tiempo a la cita –me muestra la hora y eran las 17.

-Este día está comenzando mal – Reniego trotando a nuestra habitación.

...

Llego sobre la hora para buscar a Raynah, está afuera mirando por todos lados esperando que alguien se presente, ninguna de sus compañeras esta, solo queda su profesora a su lado también preguntándose porque nadie ha venido, acelero el paso y me presento apenas pudiendo respirar.

-La...lamento la tardanza –consigo decir al recuperar el aire.

-Tu madre me llamo explicando lo sucedido –La profesora me entrega el bolso de Raynah, lo tomo.

-Hace un momento termino las clases y trate apurarme, otra vez disculpa.

-No tienes que preocuparte –sonríe – Adiós Raynah –se agacha para despedirse de ella.

Comenzamos a caminar, ella sujeta mi mano para evitar perderse en la ciudad de Washington aunque nosotros vivamos en las afueras, sus clases son aquí, mi mamá decidió hacerlo para poder buscarla luego del trabajo o yo me presentará en ocasiones donde ella no pueda.

-¿Qué haremos ahora? –tira de mi mano llamando mi atención.

-Me acompañaras a ver una persona, solo pido que seas tan dulce como siempre –toco su rodete, ella levanta su cabeza para que vea su sonrisa, no puedo evitar tocarle las mejillas.- Solo caminaremos un par de cuadras.

Raynah se da por vencida en pocos metros, no tengo otra opción que llevarla en mis brazos, a lo lejos puedo reconocer la cafetería, aún no puedo cruzar ya que el semáforo está en verde, observando distingo a Tessa, su pulgar toca su labio inferior, señal que estaba llegando tarde.

Su atuendo era simple, un jean azul, camiseta piel y campera de cuero marrón, su cabello caía de la forma correcta en su rostro, sencillamente hermosa.

Cruzo y preparo mis palabras.-Sé que llegue tarde –es lo primero que digo.- Tuve unos inconvenientes.

-Re...-no termina de hablar ya que Raynah decide interrumpir.

-¿Eres la novia de Ross? –pregunta con curiosidad.

-Por ahora una amiga –sonríe tímidamente.

-Tessa te presento a mi hermana Raynah, nos acompañara hoy porque mi mamá tuvo unos problemas.

-Me agrada tener compañía de una bailarina, quizás me podrías enseñar unos pasos –le guiña un ojo.

-Será mejor que entremos –con una mano trato de empujar la puerta.

-Creo que deberíamos ir a otro lugar, este será muy aburrido para ella –Tessa observa - ¿Qué te parecen los juegos?

-¡Si! –exclama Raynah pidiéndome que la baje, da pequeños saltos haciendo que su tutu se mueva.

-Se cuál será el lugar indicado, ¿vamos? –Extiende su mano en dirección a Raynah y acepta, dejándome atrás hipnotizado por ambas.- ¡Ross apura el paso! –exclaman riéndose de mí.

Voy detrás de ellas, tomando la otra mano de mi hermana, recibo una cálida sonrisa por parte de Tessa, provocando que mi corazón se acelere un poco.

No cabía duda que ella era una buena chica, no dudo en un segundo sobre proseguir con esta cita aunque las cosas se hayan cambiado, solo se adaptó al momento tratando de hacer un buen momento para los tres.

Si antes me gustaba, ahora no quedan dudas, solo quiero dejar que esto siga avanzando.

Depuración |Ross Lynch|Where stories live. Discover now