Pinky Hair Boy - YoonMin [+18] EN FÍSICO DISPONIBLE

Capítulo 49.

—¿En dónde están? —Preguntó temeroso, ya que no podía ver desde el lugar en el que estaba.

Tragó en seco y sintió un escalofrío.

—Justo frente a nosotros.

Wai se encontraba sobre la motocicleta y Lucas estaba apuntando con dos armas, una en cada mano. Estaban justo en medio de la autopista, por lo cual no podrían esquivar los disparos fueran por donde fueran, incluso si decidían dar marcha atrás, sería una muerte segura. Las sirenas de la policía se oían cada vez más fuertes y Jimin ya estaba considerando usar el arma con una sola bala. Sin embargo, no tenía la fuerza, no era el chico invencible de hacía años atrás, aquel que no le temía a nada, que disparaba sin pensarlo. Ahora su fuerza dependía de alguien, se había vuelto débil. Necesitaba de Suga y no podía negarlo, él sabría qué hacer en ese tipo de situaciones.

—Jimin... —susurró Jungkook—. Ya no podemos hacer nada, ¿verdad?

—Cállate —mordió con fuerza, apretando su agarre sobre el volante.

—Por favor, no hagas nada que pueda...

—¡Que te calles, Jeon Jungkook! —Se exasperó, pisando el acelerador con total fuerza, decidido a pasar por la derecha de la motocicleta.

Se agachó con brusquedad, procurando no perder el equilibrio del vehículo y aumentando la velocidad cada vez más. Los disparos fueron inminentes, dos de ellos perforaron la puerta del lado izquierdo de la parte trasera, sin herir a ninguno de ellos. Se escucharon más disparos en cuanto se alejaron, pero ninguno dio en el vehículo y a Jimin le pareció extraño, era como si se estuvieran enfrentando a alguien más. Jungkook salió de su escondite con rapidez y se colocó de rodillas sobre el asiento, de espaldas a la ruta, para ver a lo lejos cómo un automóvil llegaba y le impedía el paso a la motocicleta de Wai. No se podían relajar, pero algo le decía que eso los mantendría ocupados durante un buen rato. Soltó un suspiro de alivio al notar que se alejaban más, pero el sentimiento se esfumó al ver cómo un joven de cabello negro y otro rubio salían de aquel vehículo.

—¿Qué sucede? ¿Se están enfrentando a los policías? —Preguntó Jimin luego de varios segundos, con impaciencia.

—No... —susurró—. Suga y Jackson están ahí.

—¡¿Qué?! —Se alteró, dándose la vuelta y perdiendo un poco el equilibrio. No, su hyung no podría estar ahí. No podía perderlo.

—¡Tranquilo, conduce bien! —Dijo, sentándose correctamente.

Tenían una ventaja ahora, y era que ya se habían alejado lo suficiente como para desviarse y perderlos de vista. Jimin tragó en seco al sentir los disparos atrás de ellos y agachaba la cabeza junto con Jungkook, incluso sabiendo muy bien que esas balas no iban hacia ellos. En cuanto una curva se presentó en la ruta, Jimin no lo pensó dos veces y giró el volante. Se sentía de la peor manera por haber abandonado a su hyung. Quería ir y luchar a su lado, pero no podía debido a que su responsabilidad ahora era la seguridad de su mejor amigo. Jungkook posó su vista sobre él, con curiosidad, y una angustia recorrió todo su pecho al ver la mueca de dolor que hacía.

—Jimin, ellos estarán bien... —intentó tranquilizarlo, sintiendo que los latidos acelerados por la reciente adrenalina disminuían—. No te preocupes, sabes que Suga es fuerte.

—Lo sé... —soltó con esfuerzo—, pero aun así me da miedo que le pase algo.

Luego de dar varias vueltas con el neumático roto y asegurarse de que habían perdido de vista a la motocicleta, Jimin intentó reconocer las calles por las que iban y se dio cuenta de que ya estaban cerca de la estación de trenes. Fue con cuidado ahora, procurando que no se saliera por completo el neumático averiado y se permitió respirar con normalidad, relajándose por unos minutos. Estacionó el vehículo a una calle del lugar, bastante oculto de la multitud de gente que a diario tomaba el tren para que no llamara mucho la atención. Le indicó a Jungkook que saliera y ambos, al mismo tiempo, cerraron las puertas luego de tener sus dos pies sobre el asfalto. La ventanilla del lado de Jimin se hallaba baja, por lo que ingresó su brazo por allí, llamando la atención del otro.