Pinky Hair Boy - YoonMin [+18] EN FÍSICO DISPONIBLE

Capítulo 47.

Un joven de cabellera rubia observaba el entorno con atención, notando una significativa disminución en la cantidad de personas allí. Muchos ya se habían retirado, pues la fiesta estaba llegando a su fin. Sostenía una copa de vino tinto en su mano izquierda mientras tecleaba algo en su teléfono móvil, sin dejar de prestarle atención a lo demás. Las enormes puertas del gran comedor, en donde él estaba, se encontraban abiertas por completo, así que no se le dificultó reconocer al joven de cabello negro que pasaba por el vestíbulo. Era Suga, ¿qué hacía por ahí? Se extrañó, pues se veía muy desanimado, parecía que incluso podía caer desmayado en cualquier momento. Quiso ir a buscarlo, de no ser porque a lo lejos pudo ver a Randall, un joven de cabello rojizo, con una mirada sospechosa. Eso le hizo pensar que algo no estaba bien, parecía comunicarse con alguien por medio de algún artefacto inalámbrico.

El rubio comenzó a acercarse hacia una de las salidas y avanzó por el vestíbulo hasta llegar hacia ese joven pelirrojo que miraba con impaciencia su reloj. El otro no pareció notar su presencia, ya que dio un respingo al encontrarse con el rostro de Jackson a pocos centímetros del suyo mientras era acorralado contra la pared. El pelirrojo hizo una mueca de incomodidad al sentir su respiración fuerte.

—¿Cómo era que te llamabas tú? ¿Randall? —Indagó, tratando de sonar lo más frío posible.

—Sí, pero no tengo nada que desees —respondió sereno.

—Oh, creo que sí —sonrió de forma ladina, tomando al otro del mentón y obligándolo a cruzar miradas con él—. ¿Sabes en dónde está V? Tengo entendido que me buscaba.

—No lo sé, no me meto en asuntos de grupos ajenos a mí —quitó la mano que Jackson tenía en su rostro—. Con tu permiso, iré al salón.

—No —sonrió, acorralándolo otra vez—. No irás a ningún lado. Si mal no recuerdo, tú y Kuro estuvieron muy pendientes de lo que hacían él y J-Hope en estos últimos días, ¿no es así?

—Te estás metiendo en donde no deberías... —sonó amenazante.

—Habla —exigió, colocando la punta de una cuchilla en el abdomen ajeno—. Habla ya mismo o no verás la luz del día otra vez.

Allí mismo, en el vestíbulo, Suga se encontraba dirigiéndose hacia la salida, necesitaba aire fresco y tranquilidad para poder pensar, cosa que no encontraría en la mansión. Observó a Jackson pasar a la distancia y agradeció el no haber sido visto por él, no tenía ánimos de hablar con nadie. Sin embargo, en cuanto estuvo por dar un paso más, unos disparos resonaron en todo el lugar, alarmando a las pocas personas que quedaban allí. Suga se dio la vuelta al instante y observó hacia las escaleras, pues de allí parecía provenir ese sonido. Notó que Jackson estaba mirando al mismo lugar mientras mantenía un fuerte agarre sobre ese chico pelirrojo llamado Randall. Algunos interpretaron eso como una alarma y se dirigieron hacia el gran comedor, otros abandonaron el lugar. Era una ley no portar armas durante las fiestas o celebraciones, así que claramente algo estaba pasando. Suga divisó la silueta de Jackson corriendo hacia uno de los pasillos que daba al sótano y se extrañó ante eso, pero aquello no fue lo que más llamó su atención.

Se dio cuenta por el rabillo del ojo que había movimiento en las escaleras, así que volteó su mirada hacia allí de nuevo y percibió una extraña sensación de angustia en su pecho al ver al joven de cabello rosa pastel bajando por estas. Concluyó que los disparos seguramente habían sido dirigidos hacia él, no había nadie más en el sector de las habitaciones cuando se fue. Se alarmó al instante. Avanzó con total velocidad para corroborar que Jimin estuviera bien, sin ninguna herida. Sin embargo, aquel bajó con mucha más rapidez, de a tres o cuatro escalones. Se lo veía desesperado, tenía lágrimas en sus ojos y Suga se detuvo al cruzar miradas. Esperó poder preguntarle algo, pero Jimin no le prestó ni la más mínima atención y solo se encaminó hacia uno de los pasillos menos transitados del lugar... ¿Debía seguirlo?