Capitulo 5

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Camila cerro la puerta y se dirigió al espacioso cuarto de baño. Se fijo en la bañera hundida, en las plantas, en un mural y en el espejo que ocupaba toda una pared. Todas las habitaciones que había visto eran lujosas y bien diseñadas. la personalidad de Lauren Jauregui tenia muchas facetas y todas ellas eran sorprendentes.

Camila saco su peine y se soltó el cabello; peinó con intención de dejárselo suelto, pero cambió de idea. Seguía queriendo mostraré reservada con ella porque la química entre ambas era volátil se recogió el cabello en una coleta, permitiendose dejar sueltas unas hebras alrededor de su rostro.

Alisandose los pantalones azul marino y la blusa de seda haciendo juego, se pregunto adónde irían y si ella seria la única que no llevaba vaqueros. Le daba igual, sólo quería que acabara la tarde y poder retirarse.
Cuando salio del dormitorio Lauren la estaba esperando en el pasillo tal y como había dicho. El pulso se le acelero al verla con una camisa blanca limpia metida dentro de unos ajustados pantalones vaqueros que se señian a la estrecha cintura de ella.

Llevaba un sombrero de ala ancha echado hacia atrás. Era una mujer sumamente viril y atractiva; y, sin embargo, representaba todo lo que ella detestaba. Denuevo se pregunto porque no había rechazado la invitación y había vuelto a Dallas.

-piensa en las costillas- dijo Lauren con divertimiento-. Tienes cara de ir al patíbulo.

-Lo siento, ha sido un día de mucho trabajo.

-Eso es verdad. Vamos a ver si logramos hacerte sonreír.

-Sentarme, relajarme y una buena cena, serán suficientes.

-Estupendo.

Les llevo media hora llegar a una edificación de troncos de árbol con un tejado rojo. Dentro había unos músicos tocando y parejas ocupando una pista de baile. Mientras Lauren la conducía a una mesa, la gente constantemente le detuvo para saludarla. En la apartada mesa, Lauren se sentó frente a Camila y en cuestión de segundos, una camarera que le conocía dio una carta a cada una.
Pidieron costillas y, tan pronto como se quedaron solos, Lauren se levanto y fue a tómarle la mano.

-Vamos a bailar

-No se me da bien- dijo Camila levantándose-. Si se me da muy mal, me sentare y podrás bailar con alguna de esas mujeres que te han parado para saludarte.

-No se te dará mal, ya lo veras- dijo Lauren.

En unos minutos Camila se encontró divirtiendose.
Era un alivio hacer algo físico después de una agotadora semana sentada al escritorio o al volante del coche.

-Las costillas deben estarse enfriando- dijo Lauren entre una canción y otra-¿quieres comer?.

-Si, claro. El baile ha estado muy bien, ha servido para interrumpir la rutina de la semana.

Justo antes de qué ella se sentara en la mesa, Lauren le agarro el brazo y la hizo volverse de cara a ella.

-Podríamos mejorar la velada- dijo Lauren, y ella le miro con curiosidad.

El pulso se le acelero aun más cuando Lauren le colocó una mano en la cabeza y le abrió el pasador que le recogía el cabello, dejándolo caer sobre sus hombros.

-¡LAUREN!- exclamó Camila enfadada y demasiado consciente de la proximidad de esa mujer.

-Así esta mucho mejor. Bueno, vamos a cenar- Lauren se quitó el sombrero y, con el pasador dentro, lo dejo en el asiento.

Camila sacudió la cabeza. No le gusto que Lauren se hubiera hecho con el control de la situación, no quería llevar el cabello suelto delante de ella. El cabello suelto añadía informalidad a su relación, y ya era suficiente con cenar y bailar con ella.

Deseo. (Camren G!P) Where stories live. Discover now