Diario de Frederick - Año VIII (Parte II)

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Admiré desde el primer momento la independencia que me dejaba papá a tan temprana edad luego de sentirme encerrado en mi propia casa durante toda la vida. Esa sensación de libertad que empezaba a experimentar era inexplicable. Voy a estar eternamente agradecido.

Ya en la biblioteca, accedí mediante un dispositivo ingenioso que quién lo haya creado tendría que estar su nombre en algún lado. No podía dejar de ver maravillado ese fantástico lugar. Estantes y anaqueles por doquier, atiborrados de libros de todos los tamaños y colores. Algunos mapas y, lo que mas llamó mi atención, libros voladores. Sí, libros abiertos que desafiaban la gravedad, como si fueran palomas. En cambio, cada tanto escuchaba pasos y recordé que el soldado que vendría acá tendría que estar cerca. Por eso, decidí esconderme a pesar del golpe que di accidentalmente en uno de las estanterías. Un libro cayó sobre mi cabeza. No era pesado pero dolió. Lo levanté y leí su portada: HISTORIA ECONÓMICA DE STONEBRIAR. Sinceramente, no me interesaba aunque sentí que un papel se había desprendido cuando intentaba dejarlo en su lugar. Era una nota, en forma de rima, con una información que no llegué a entender en su momento, por eso la releí.

Si te topaste con este libro es porque tienes que saber que el milagro está por llegar.

Muchos hablan de una profecía aunque yo sé la verdad.

No sé si nos conoceremos alguna vez o el destino si querrá,

porque una dulce niña iluminará esta ciudad.

No estaba firmada pero me dejó perplejo al ver que la fecha que databa pertenecía a este año. La hoja mantenía su blancura. Mientras tanto, escuché unos pasos aproximarse. Era momento de regresar. Sin pensarlo dos veces, escondí la nota en mi bolsillo y cerré el pasadizo secreto por el cual accedí a este hermoso lugar mágico. Una vez en casa, antes de irme a dormir, le conté a papá sobre lo que leí y me creyó. Solo que no se lo comentara a mamá para no levantar sospechas.

AFÉRRATE A ESA ESPERANZA. Jamás olvidaré esas palabras.

Atentamente, a quién corresponda.

KITE: Atrévete a VolarWhere stories live. Discover now