El Presente

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Los días malos han pasado, diría mi Majestad. Sin embargo, conociendo un poco la sabiduría inigualable de Franklin, no todo es color de rosa. Si bien, han pasado varios meses de la coronación de Iris y he forjado una confianza con ella, noto que entre Franklin mantienen otros códigos. Me resulta raro ponerme en el lugar del otro y comprender cómo fue su vida, viviendo sin sus padres, lejos de Stonebriar, cuidado por una persona mayor (que tranquilamente podría ser su abuelo). De todas formas, en gran o menor medida, todos sufrimos y, gracias por derrotar a Félix, la ciudad tiene otro aspecto: las casas lucen mas coloridas, las familias vuelven a sus hogares, de a poco se recuperan los oficios que los adultos perdieron a la fuerza. La luna y la noche cumple su verdadero ciclo de la naturaleza, al igual que el astro rey.

Finalmente, aunque sea menor de edad aun, veo la necesidad de abandonar este diario ya que mi oficio en el castillo real es agotadora pero satisfactoria ya que encontré mi propósito en la vida. Como mi casa se encuentra relativamente cerca, puedo dormir con mis padres. Además, se aproxima el cumpleaños de Nuestra Majestad y, luego de haberle devuelto su bufanda en forma de obsequio, ya tengo un as bajo la manga. Algo que lo superará y sabrá usarlo mejor que yo. El regalo contiene una nota y dice con mi letra: ATRÉVETE A VOLAR.

Atentamente, a quién corresponda.

KITE: Atrévete a VolarWhere stories live. Discover now