Diario de Frederick - Año VII

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Como la pesadilla seguía atormentándome, mi papá me dijo que tendría que afrontar mis miedos, sea como sea. Aunque él me ofreció acompañarlo en su aventura nocturna, este mal sueño me lo prohibía. Cuando creía estar listo, terminé cohibiéndome.

En cambio, no todo estaba perdido. Le pedí a mi papá que me consiguiera papel, mucho papel.

-¿Se puede saber para qué?

-Es un secreto

Mi papá me creyó y la conversación finalizó ahí. Todas las noches, cuando fingía dormir, mi cabeza planeaba armar el barrilete de mis sueños. Cada vez que el mal sueño regresaba, cambiaba el rumbo para poder apreciar su color aunque los cuervos no paraban de aletear por toda la ciudad. Sin embargo, mediante esta estrategia inconsciente, me permitió conocer la ciudad y enterarme de una información ultra secreta. Los soldados hablaban de una profecía.

Atentamente, a quién corresponda


KITE: Atrévete a VolarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora