Capítulo 2

5.7K 267 21
                                    

Abro los ojos muy lentamente y los cierro cuando siento un pinchazo en la cabeza. Tengo un dolor insoportable. Vuelvo a abrirlos con lentitud y observo la bombilla que cuelga del techo. Me incorporo en la cama y miro hacia un viejo armario que tengo frente a mí. Después, observo una cómoda a su lado y una pequeña ventana sellada.

Me levanto de la cama con las piernas temblorosas y compruebo que aún llevo la camiseta y las bragas. Trago saliva cuando recuerdo el momento en el que nos raptaron a Anna y a mí y el corazón se me pone en un puño cuando no veo ni rastro de mi mejor amiga.

Camino con lentitud hacia la puerta, giro el pomo y, para mi grandísima sorpresa, se abre a la vez que chirría un poco. La detengo con el pie y, aún demasiado nerviosa, asomo la cabeza a través del pasillo. No hay nadie. Hay un largo pasillo con varias puertas a cada lado.

Durante un momento no sé si salir de la habitación o quedarme dónde estoy, ya que no sé quiénes nos han cogido y para qué nos quieren. Sin embargo, mis pies salen solos del cuarto y comienzo a andar a través del pasillo con suma lentitud. Miro a mis espaldas para cubrírmelas y luego de frente, rogando que no aparezca nadie al final del pasillo.

Sólo necesito ver a Anna y salir las dos corriendo de aquí.

Una vez que llego al final del pasillo, giro hacia la izquierda y justo entonces oigo voces de hombres. Me tapo la boca con rapidez y camino hacia donde provienen dichas voces, las cuales salen de una habitación cuya entrada es un gran arco de piedra. Me apoyo justo al lado del arco y, con el corazón latiéndome a mil por hora, asomo un poco la cabeza.

Lo primero que visualizo es a Anna con la cara tapada, así que vuelvo a esconderme con rapidez. Sé que está aquí, por lo que no puedo irme sin ella. Vuelvo a asomarme y entonces observo entonces que son cuatro chicos. Uno castaño, dos chicos rubios y otro moreno que está sentado al lado de Anna.

Mi amiga tiene la cara tapada y sus hombros tiemblan, por lo que supongo que está llorando. Al verla así, me tapo la boca y me echo a llorar.

–Naster, deberíamos detener esto cuanto antes–Le dice el moreno al castaño.

Esto se nos ha ido de las manos–Dice uno de los rubios.

–Por no hablar de que la otra chica sigue durmiendo–Dice de nuevo el moreno–Que alguno vaya a por ella. Terminemos con esto ya, tíos.

–De ella me encargo yo–Dice el tal Naster.

Comienzo a oír pisadas cada vez más cerca. Me incorporo y, con las piernas completamente temblorosas, atravieso el arco con rapidez y me planto en mitad de la habitación.

El castaño que se dirigía en mi busca me atraviesa con unos grandes e intensos ojos verdes. Cuando me ve, ladea una socarrona sonrisa y eso me pone los pelos de punta.

–¿Qué le habéis hecho a Anna? Dejadme estar con ella, por favor–Digo con la voz muy temblorosa.

La mirada de los cuatro chicos están clavadas en mí y yo me bajo la camiseta para tapar lo máximo posible mis piernas.

–¿Quiénes sois? Dejad que nos marchemos...–Digo sin dejar de llorar. Estoy en pánico–Por favor... ¡Anna, estoy aquí contigo! ¡No estás sola!

Tengo tanto miedo al no saber cuál va a ser nuestro destino que las piernas siguen temblándome. ¿Querrán matarnos? ¿Quitarnos los órganos?

Esto es una pesadilla.

–Que buena está–Dice uno de los chicos rubios de fondo.

El tal Naster lo atraviesa con la mirada y observo la vena de su cuello totalmente marcada.

EL DELIRIO DE NASTERحيث تعيش القصص. اكتشف الآن