Vida Solitaria

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He aquí la hora viene, y ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre esta conmigo.

(Juan 16:32)

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  Se levantó con mucho cansancio , pero tenía que ir a la escuela, tenía que ayudar a su familia.

  Se dirigió al baño y se fue a duchar, 5 minutos después, salio con una polera manga corta de color negro, un pantalón de buzo y unas zapatillas negras con blanco.

  Salio de su casa, despidiendose de sus padres y con su bicicleta, en menos de 10 minutos ya estaba a la entrada del Instituto. El único problema que habia los 10 o 9  meses  que empezaba apenas atravesaba aquella puerta de Fierro, era nada más que la soledad.

  No, no era que fuera tímido, era que su clase le marginada, no tenía a nadie de carne y hueso que le acompañase a la hora de almuerzo, de recreo, e incluso cuando habia trabajo en equipo. Pero él  no se sentia mal, en cambio, ya estaba acostumbrado a ese trato.

  Habían tocado la campana, y con mucha calma, el joven George Newton llegaba a su nueva sala de clases, se empezaba a imaginar lo que pasaría en este nuevo año, se imaginaba las nuevas burlas y las marginaciones que le harían, hasta que una dulce voz lo arrebato de sus pensamientos.

-Hola-al voltearse vio a una joven, de 15 años, tenia facciones orientales, pelo de un color rojizo, ojos verdes marinos,  de color de piel blanca y de altura...un poco alta-debes ser mi nuevo compañero de clase ¿No?

-No...d-digo Si-dijo rápidamente-soy George Newton.

-Soy Ariadna Okumura-dijo la joven-y si lo preguntas, si soy de Tokio-dijo con una sonrisa.

-Vaya-dijo el peli negro, mientras ambos se sentaban en los primeros pupitres-¿Por qué se mudaron?

-Trabajo y un lugar más tranquilo-dijo aún manteniendo su sonrisa, mientras miraba al resto de sus nuevos compañeros-¿no tienes amigos?

-no-pronto el joven agachó la cabeza-todos me marginan.

-Tranquilo, ahora tienes una amiga-dijo con una risa nerviosa.

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  Narra George

  Vaya, nunca pensé en mi vida entera que una joven de países orientales como China y Japón, fuese cristiana. Pero Ariadna muestra lo contrario de ser una chica cristiana como yo pensaba que eran, es  buena onda, divertida y con muy buen humor.

  Yo y Ariadna, en menos de una semana, nos hemos vuelto mejores amigos inseparables, hacemos casi todo juntos, hacemos trabajos, almorzamos, jugamos, hablamos, entre otras cosas.  Luego de su llegada, me dí cuenta que mi vida, antes una vida solitaria y con mis únicos (mis padres) ahora ya no lo era, ya tenía una gran amistad.

  Un día luego del colegio, recibí un mensaje de Ariadna diciendo:

Ariadna:
Hola George, necesito que vayas a mi casa ¡¡URGE TENGO QUE DECIRTE ALGO!!


George:
Claro voy para allá.

  Como lo escribí, fui directamente a su casa, llegue a su habitación y la vi con un libro extraño, en la portada alcance a leer "Reina Valera contemporanea".

-Hola-dije un tanto extrañado-¿Qué es ese libro?-dije apuntando ese libro.

-Es una biblia-dijo muy obvia-¿Conoces a Dios?

-¿Quien es?-dije confundido a lo cual me miro sorprendida.

-¿A Jesús?

-Es el hombre que se sacrificó por la "humanidad" y se levantó de entre los muertos al tercer dia-dije viendo que Ariadna suspiró aliviada-y ¿Por qué me viniste que viniera?

-George, yo soy cristiana-dijo totalmente sería-pero no se como decírtelo...

-Dímelo.

- Me gustaría que conocieras a Dios.

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Han pasado meses desde aquella conversación,  Ariadna me había ayudado a convertirme al cristianismo, ahora era un total hijo de Dios. Hoy, Ariadna me pidió que la acompañara al parque, me tenía que decir algo.

-¿Pasa algo?-dije, para intentar romper el hielo.

-George, te tengo que decir algo-dijo mientras su voz empezaba a quebrarse-yo...Me tengo que ir.

-Bueno, mañana ha...- me interrumpió, mientras colocaba algo en mi mano.

-No...Yo voy a volver a Tokio, mi abuela enfermó y neceitan que la cuiden, con esto me vas recordar, al igual que yao a ti-dijo volviendo mi mano en un puño.

  ¿Volvería a tener una vida solitaria si ella se va?

-Recuerda que Dios será tu mejor amigo-dijo dejando mi mano tranquila-adiós-dijo, para luego, irse corriendo.

-...-mire mi mano, en forma de puño, la deshice y vi un collar con una Cruz de madera y mire por donde mi amiga se había ido-Adiós, un día nos volveremos a ver, si Dios lo permite-dije, mientras, unas lágrimas rebeldes caían por mis mejillas.

  Hola, ¿Qué les pareció? Lo sé, el capítulo esta un poco triste, pero puede que se vuelvan a reencontrar, si ustedes lo deciden. Me explicaré mejor, estoy pensando de que ustedes pueden elegir un personaje ficticio de mis historias, para que vuelva en otro capítulo, está en tus manos.

  Y recuerden que pueden seguir escribiendo preguntas para mi o/y a mis personajes.

  Y recuerden que pueden seguir escribiendo preguntas para mi o/y a mis personajes

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Próximo capítulo:
Especial:Terremoto en México.

Sin más que decir, adiós.

Historias cristianasWhere stories live. Discover now