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-¿Quieres que tengamos sexo?

Los platos que tenía en las manos, que estaban recién lavados y secados por el, habían caído al suelo haciéndose añicos.

-¿Que?- chillo con voz muy aguda.

-Que si quieres que tengamos sexo.- repitió, apoyando la cadera en laedada de la cocina con sus brazos cruzados. Su cara tan inocente y adorable le confundían ante su pregunta.- has estado muy tenso, y me has dejado colgado tres veces mientras comíamos.- le dijo suavemente, sin maldad en su voz.

-¿Yo?- pregunto señalándose.

-No, María Marta.- ironizó, rodando los ojos. Descruzo los brazos y se dirigió hasta el, pasándoselos al rededor del cuello mientras pegaba sus caderas.- si. Tú.

-Me has tomado por sorpresa.- admitió, adquiriendo color en las mejillas, mientras le tomaba la cintura tímidamente.

-Es una de mis habilidades.- fanfaroneo falsamente, llevando sus labios a su cuello, comenzando besarlo lentamente.

Theo gimió cerrando los ojos, encantando ante los labios del chico. Stiles sonrió satisfecho cuando sintió un bulto chocando contra su estómago, y comenzo a dejar chupetones por toda su extensión.

El ojiazul levanto un poco su camiseta, pasando sus manos por sus caderas y acariciando la piel de su espalda como si de porcelana se tratara.

-Stiles, si no paras a ahora...luego no me detendré.- murmuró, colando una mano en su trasero y apretándolo.

-¿Quién dijo que pararía?- susurro con una sonrisa, mordiendo el lóbulo de su oreja.

Volvió a unir sus labios, esta vez con más lujuria, mientras las manos del castaño se dirigían a los bordes de su camiseta y la tiraban hacia arriba con un poco de torpesa. Acarició el pecho fuerte y fornido de su novio de arriba a bajo, recorriendo también sus musculosos brazos.

Stiles sonrió levemente. Tenía el novio más jodidamente caliente de todo el estado.

Theo paso las manos por sus caderas, subiendo y acariciando toda la piel a su alcance mientras levantaba su camiseta y la tiraba en algún lugar de la cocina.

El ojimiel bajo los besos a sus hombros, siguiendo por su pecho recorriendo su esternón hasta sus abdominales. Callo de rodillas, centrándose en la cadera de su novio mientras dejaba un gran chupeton y sus manos se dirigieron al broche de sus cinturón, quitándolo con rapidez. Dejo caer el mismo al suelo y desabrochó sus pantalones dejándolos caer hasta sus tobillos. Deslizo sus manos lentantamente por sus piernas, y jugueteo con el elástico de sus boxers, tironeandolo levemente con sus dientes.

-Stiles.- jadeo Theo, cerrando los ojos con fuerza y dejando crecer sus garras, que se enrredaron con el cabello del chico sin hacerle ningún daño.

El castaño sonrió, y bajo sus boxers de un tirón, llevándose su miembro a la boca en solo un instante. El ojiazul gimió, mordiéndose los labios de placer al sentir su cálida lengua pasando por toda su longitud.

Stiles paso sus manos hasta llegar a los huesos de la pelvis, clavando levemente las uñas cuando sentía una precion en la garganta. Porque si...Theo la tenía bastante grande.

Lo saco de su boca, pasando su lengua a lo largo de este hasta llegar a los testículos y jugeteo un poco con ellos, acariciándolos con su mano y apretándolos con suavidad a la vez que su lengua pasaba sobre ellos.

¿Y Theo? Bueno, el estaba en el puto cielo.

No aguanto más, y tomo al castaño por las axilas, alzandolo y haciéndolo enrredar las piernas en sus caderas. Volvió a besarle a la vez que caminaba hacia el sofá, haciendo que Stiles quede con la espalda pegada al mismo. La ropa comenzó a estorbar, desapareciendo en pocos segundos. Deslizó sus dedos por sus costados, bajando lentamente por sus caderas y por sus muslos hasta llegar a colarse entre sus piernas con la intención de dilatarlo.

Hay cosas que no decimos |Stheo| FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora