CAPÍTULO 6

574 88 9
                                    

Anastasia

Después de todo lo que me conto Cristian, aun me siento en shock pero no puedo simplemente gritar y volverme una loca por ello, todos tenemos un pasado y aunque el de él es horrible, lo apoyare, no somos nada pero se siente como si fuéramos todo en tan poco tiempo, pero después de lo que él me conto me viene a la mente el hombre que me encontré hoy José Rodríguez, no fue para nada casualidad y si mal no recuerdo el hombre al que le dispararon dijo el nombre de José hijo, tengo que investigar. Llegamos a su ático en un gran edificio llamado ESCALA, vaya el lujo que se da el hombre y me pregunto si es por el mismo o su padre tendrá que ver en ello y siento que ellos tienen que ver con lo que le paso a Luke y aunque nadie tuvo la culpa siento que colapsaría

- ¿Te deje pensativa? – pregunta serio Christian

- Claro que no, es solo que estoy pensando como cobrármelas con Kate – miento y el sonríe, bueno al menos me creyó

- No te preocupes nena, cuando eso ocurra puedes venirte a quedar aquí conmigo – sonríe con picardía haciéndome sonrojar

- Ni te emociones Grey – le restó importancia

El solo ríe. Comenzamos a subir y vaya está en el último piso con clave y todo, pero que hombre. Llegamos a un hermoso living y el me hace entrar para que pueda apreciar su humilde hogar, mierda que gran lugar

- ¿Quieres algo de tomar? – pregunta

- Una copa estaría bien – pido y el solo asiente

- Ponte cómoda – señala una sala que parece más una sala de arte

Me siento tranquilamente en el enorme sillón y metido todo lo sucedido en estas últimas semanas, comenzando porque conocí a un extraño que es todo un Dios griego que besa y se nota que lo tiene mmm, aparte de ello tiene un padre mafioso y es peligroso, genial excelente resumen

- Bueno Ana, háblame de ti – dice Christian a mi lado pasándome una copa – ¿te ves tan inocente como aparentas o eres un diablo? – pregunta divertido haciéndome reír

- ¿Qué crees tú? – sonrió picara

- Que eres peor de lo que creo, de Ángel creo que solo la cara – sonríe malévolamente

- Pues tendrás que averiguarlo – sonrió mientras tomo mi vino

- No me tientes Anastasia, no sabes de lo que sería capaz – advierte

- Perro que ladra no muerde – lo reto

- Tú lo pediste – y sin esperar que reaccione ya está encima mío a escasos centímetros de mis labios – una vez que inicie no podre detenerme Anastasia, porque desde que te vi te deseo – declara mientras toma mi copa de vino y la deja en la mesa

- ¿Quién lo impide Grey? ¿Te da miedo? – lo tiento y sin más ataca mis labios de una manera salvaje y pasional haciéndome gemir en sus labios

- Tú te lo buscaste – sonríe con malicia y sin más me sigue besando

Me besa de manera feroz sin darme tregua o al menos respirar y la verdad no me importa, lo deseo tanto como el a mí. Baja sus manos lentamente por mi cuerpo deteniéndose en mis pechos para dejar de besarme y comenzar a lamer si cuello como si fuera una paleta haciéndome gemir, como hace mucho no lo hacia

- Aquí no – gruñe para levantarme y cargarme a no sé donde

- Vaya que andas salvaje – digo burlona

- Contigo nena es inevitable – sonríe

Llegamos a una amplia habitación que supongo es la de él, pero sin dejarme verla demasiado me vuelve a atacar los labios con pasión y deseo, no me niego y sin meditarlo comienzo a quitarle la americana que traía puesta lanzándola a algún lugar. Bajo mis manos lentamente por su pecho y suspiro al sentir lo bien trabajado que tiene su cuerpo; desabotono rápidamente su camisa mientras el jala el hilo de mi vestido haciendo que caiga y yo quede solo en una linda tanga de seda blanca haciendo que gruña, no lo dejo pensar y me lanzo a sus brazos haciendo que callera conmigo en la cama, pero en este momento es lo último que nos importa. Mis manos parecen tener vida propia porque bajan rápidamente por su abdomen hasta la pretina de su pantalón topándome con su arma, que hace muy mal tercio, así que la quito y la dejo a un lado para seguir hasta los botones de su pantalón y desapuntarlo, maldición siento su erección en mi sexo y estoy tan húmeda que lo quiero en mí ¡ya!

Nuestro Oscuro DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora