33- Preparatoria.

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Plaf, plaf, plaf.

Se escuchaban golpearse las cosas, vidrios, libros, hasta zapatos salían volando.

Si, era yo. Estaba aventando todo lo que encontraba en mi habitación, era una especie de rabieta, ¿Cómo se atrevían? Apenas me recuperaba de un abandono de Alec y ahora ¿Me hacen esto? Son lo peor, lo juro.

-¿Por qué te pones así? Solo serán tres años- me habían dicho.

-¿Tres años? ¿Se les hace poco?- había preguntado histérica.

-No son nada tres años, nosotros hemos estudiado por más de cincuenta años- se había metido Emmet.

-Ustedes son vampiros, y eres un burro, por eso siempre repetías años-replique molesta.

-Cariño, solo estudiaras la preparatoria, no iras sola, te acompañaran Alec y Jane- esta vez hablo Esme, a ella nunca le podría negar nada.

Era por eso mismo que ahora estaba destrozando la habitación de Alec y mía, todas las cobijas de la cama estaban tiradas, las almohadas tiradas y las plumas de esta regadas por doquier, las cortinas, que me habían puesto también se hallaban perdidas por todo el lugar, el espejo del peinador destrozado, al igual que todos mis perfumes que me había regalado Alice.

-Amor… tranquilízate- me dijo Alec.

-No puedo… ¿Cómo se les ocurre? - avente una pelotita de metal que se fue directo al ventanal, este cedió con el contacto del metal pesado.

Alec corrió y estuvo enfrente de mí en instantes, protegiéndome de los vidrios que habían salido esparcidos por doquier, empecé a sollozar en los brazos de mi Ángel guardián.

-Soy una tonta por ponerme así, no debería…-

-No, no deberías, pero tranquila todo estará bien-

-Lo siento-

-No tienes por qué pedir disculpas de nada, solo preocúpate de una cosa-

-¿De qué?-  bueno solo tenia que preocuparme de los gastos que tenia que hacer para reparar todo lo roto en el cuarto, incluyendo almohadas.

-De donde dormirás, la cama esta destrozada- su sonrisa era burlona y divertida, solté una risa también y le di un pequeño golpe en el pecho.

-Tonto-

-Tú tonto mi amor-

-Te amo-

-Y yo a ti mi princesa-

Me acerque a él y pose mis brazos en su cuello, él las poso en mi cintura y me atrajo a él, sus labios rosaron los míos y yo los de él, su contacto era frio pero tenían un sabor tan dulce, sabia a menta y a la vez a miel, era un sabor que te tentaba a nunca dejarlos.

-Chicos, Carlisle les… ¡Oh por dios!- el grito que pego Alice hizo que todos estuvieran en la habitación en segundos.

-Guao, y pensar que yo era el que la dejaba así cuando Rosalie y yo jugamos- el comentario de Emmet no fue nada gracioso, pero aun así me empecé a reír, ¿Los juegos de Rosalie y él? ¿Pues a que jugaban? ¿A las atrapadas acaso? Seguí riéndome como una desquiciada, pero después mi risa se fue apagando cuando le fui entendiendo.

-Oh Emmet, estás muerto- empecé a correr a su dirección pero los brazos de Alec me detuvieron - maldito pervertido, me las vas a pagar-

-Elizabeth, compórtate- me hablo Marco, primera vez que se mete en algo así.

-Pero es que él dijo eso…- hice pucheros, se los aprendí a Alice.

-Bien, será mejor que la dejemos dormir, mañana tiene que empezar las clases y no quiero que llegue tarde… y te traeré algunas colchas limpias y una bolsa de dormir, mañana compraremos las cosas nuevas-

- Lo siento- dije de nuevo avergonzada.

Todos salieron de la habitación, trate de rescatar algo de lo que había tirado, saque unas sabanas un poco… llenas de plumas y con perfume, estornude un poco. Prepare mi ropa de una vez, así solo me levantaría y me bañaría y saldría rumbo a mi día de clases.

A la mañana siguiente me levante con pocas ganas, pero tenia que ir ya que no desobedecería una "Orden" de los "Reyes". Me bañe y me aliste, mi vestimenta era un pantalón de mezclilla color oscuro, una blusa de manga tres cuartos, me llegaba a los codos, y me puse unos botines negros, me puse mi chaqueta de cuero negro y me deje mi pelo suelto, solo que hice la mitad de mi cabello a un lado, un poco de perfume y labial, tome mis guantes de color negro y una bufanda de tela blanco con rojo.

-¿Estas lista?-

-Claro,  ya tengo todo-

-Anda que nos espera Alec y… ya sabes quien-

Si, sabía quien más iría con nosotros, era por eso que andaba de este humor, iría Renesmee con nosotros, yupi, que ganas de verla, nótese el sarcasmo.

Salí de casa y me subí al auto que Alec conduciría, Jane y Renesmee iban atrás y yo enfrente con Alec.

El camino fue corto, así que no tardamos en llegar, cuando estacionamos el auto todos y sin excepciones, se le quedaron viendo al auto, claro, era un Ferrari ultimo modelo, poco común en un pueblo como Forks. Salimos del auto yo ayude a Jane a salir, y Alec… ¿Tenía que ser caballeroso con esa niña? Da igual, me puse a lado de Alec, y el me tendió mi mochila, era una especie de bolsa para mujer un poco grande donde me cabria todo una vestimenta para ir a playa y una de noche incluido zapatos.

-¿De dónde la sacaste?- le señale la bolsa.

-Alice me la dio antes de irnos- me atrajo a él y me dio un beso en la frente.

Era incomodo que todos nos miraran, dos vampiros, una semi vampira y una… humana, perfecto.

Hoy empezaría mi primer día de preparatoria, solo esperaba que fuera… normal, al menos esto era lo más normal que me a pasado en todo este tiempo, digo ¿Quién diría que es normal conocer a los personajes de Crepúsculo y no los actores? Nadie en sus cinco sentidos, tal vez esté loca, o tal vez me golpee la cabeza, si creo que eso era.

La posibilidad de un error... ¿Alec Vulturi en mi cuarto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora