22-Neófito al ataque.

3.4K 237 6
                                    

Un día más en el castillo Vulturi, no es que me molestara más bien es que me aburría, sabia que Alec no estaría siempre conmigo, él tiene cosas que hacer y tiene una vida.

Toc, toc, toc.

-Adelante- me daba una idea de quien era pero… dejaría que entrara.

-Buenos días, ¿Dormiste bien?-

-Claro, ¿Dónde estabas?- pregunté por pura curiosidad.

-Bueno fui a alimentarme, tenia que quitarme esta sed si quería seguir a tu lado- su sonrisa torcida se hizo presente.

-Lo sé, ¿Qué aremos hoy?-

-La verdad hoy no lo sé, Aro me mando a llamar, así que no estoy seguro de que me libre hoy-

-¿Crees que pueda ir contigo? Estoy aburrida-

-Claro, regresare por ti en quince minutos, dejare que te cambies-

-Gracias-

Alec salió de la habitación y yo aproveche para empezar a cambiarme, como siempre me pondría lo mismo de siempre, pans, sudadera, y un solo tenis.

Me peine con una coleta alta y solo me puse un poco de delineador café debajo de mis ojos, un despiste de mis ojeras.

Tome mis muletas y empecé a caminar hacia la puerta, me había tardado exactamente los quince minutos que me había dado Alec, apenas tomaría el pomo de la puerta para abrirla pero alguien más me gano con esa acción.

-¿Lista?-

-Claro, vamos-

Salí de mi cuarto y Alec cerró la puerta por mí. Empezamos a caminar, claro que a mi ritmo, platicábamos de cosas sin importancias incluso de las flores y mariposas. Me sentía tan bien con Alec a mi lado, si me pongo a pensar en mi vida entera diré; siempre fui la de siempre, siempre fui lo que querían que fuera, no lo que yo quería ser.

Alec abrió las puerta por mi, aun seguía pensando que esa puerta era tan pesada, ¿Por qué Aro mando a poner una puerta así? Creo que es para que ni un humano pudiera entrar.

-Oh querida, buenos días-

-Buenos días Aro, espero no molestar con mi presencia-

-Claro que no, adelante-

Pase hacia el centro de la gran sala, sabía que algunos me miraban y otros me ignoraban. La verdad ya me acostumbre a esto.

-¿Pasa algo querida?-

-Bueno, es que le pedí a Alec que si podía venir aquí, es que estaba aburrida en mi cuarto-

-Está bien, no hay problema, solo quédate callada querida-

-Claro, no molestare- 

Me fui a sentar a una pequeña banquita de cerámica que estaba a un lado de donde estaba parada Jane, ella no me miraba ni con odio ni nada solo… era una mirada de monotonía.  

Alec y Aro se pusieron a hablar de cosas de misiones, visitas a clanes y todo eso, también mencionaron una posible visita a Forks, conocería a los Cullen y a los Quileutes, eso seria genial ¿Cómo será Jacob? ¿O Edward? ¿O Seth? ¿O tal vez Renesmee? Creo que si vamos será genial mi visita…

-Amo, un neófito a las orillas de Vulterra estaba cazando, se le fue sorprendido y aprendido- Carlos entró avisando.

-Hazlo pasar querido-

Carlos salió de la sala y no tardo más de cinco minutos, un neófito  entro tomado por Carlos y Félix. Yo me puse a un lado de Jane, me daba miedo la mirada de cazador del neófito, ella solo miro un poco a mi lado y se volvió a acomodar. Ellos caminaron hacia donde se encontraba Aro, Alec se puso a su lado por precaución.

-Vaya… ¿Así que estabas alimentándote en Vulterra?-

-Yo… tenía hambre, es difícil de controlarse-

-Bien y dime, ¿Quién te creo?-

-No lo sé, solo desperté siendo lo que soy-

-Lo que acabas de hacer esta prohibido… pero tú no lo sabias- dijo Aro pensativo.

-No estarás pensando en perdonarle ¿No?- dijo Cayo.

-Hermano, él no sabía nada pero… ¿Tienes algún don?-

-No lo sé, yo… tengo dos días así-

-Veamos, permíteme tu mano - Aro tomo su mano y pasaron algunos segundos después de que la soltara y hablara. - Maravilloso, tienes el don de cubrir tu olor-

El neófito no se había dado cuenta que yo estaba presente, creo que el olor de Jane me cubría un poco. Sus ojos se veían de un rojo borgoña ya apagado, eso quiere decir que aun estaba sediento. Me moví solo un poco ya que las muletas me calaban un poco, pero eso me valió que el neófito se diera cuenta de mi presencia, las aletas de su nariz se empezaron a mover y su mirada de cazador se poso en mi, Carlos y Félix ya lo habían soltado así que este corrió hacia mi dirección.

Todo fue tan rápido, un grito mío, mis ojos no los podía cerrar, el neófito a toda velocidad hacia a mí, y Jane interponiéndose, Alec cubriendo a Jane y haciendo que esté callera en el suelo inmovible, Félix y Alec lo tomaron y lo mataron. Yo seguía sin reaccionar.

-Pero que desperdicio- ese fue la voz de Aro, solo le importaba su don.

-¿Estas bien?- pregunto Jane volteando hacia mí.

Estaba petrificada de lo que estuvo apunto de pasar, solo le asentí a Jane con los ojos aun abiertos, una lagrima salió de mi y solté las muletas y me lancé a ella, la abrace tan fuerte, ella titubeante me respondió el abrazo y toda la sala se sumió en un profundo silencio, perdí la conciencia.

Siempre lo peor me pasaba a mí, ¿Acaso era un especie de imán para los peligros? Dios, me parezco a Bella.

La posibilidad de un error... ¿Alec Vulturi en mi cuarto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora