11- Acoso de un vecino, el libro.

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Bueno esto era patético, yo estando en mi casa y era acosada por mi vecino, cuando lo mirabas por el otro lado era divertido pero cuando tú eres el blanco esto ya no es para nada divertido.

-Así que eres hija única-  llevaba ya como más de media hora 'platicando' con mi nuevo vecino. Ya me quería ir a mi cuarto, a mi mundo.

-Así es, oye, tengo que meterme ya es algo tarde y mis padres se preocuparan-  patética la mentira, mis padres no se encontraban en casa.

-Oh cierto, bueno, mañana hablamos-

-Claro si, esperare con ansias- creo que no noto mi sarcasmo.

 
 Camine como pude hacia el interior de mi casa, las muletas me cansaban ya que no podía avanzar rápido. Era algo molesto y estorboso y más cuando tenías que subir escaleras. Estaba sola en casa, como siempre, mis padres no se preocuparon en contratar a un ama de llaves.

Mi vestimenta era sencilla, mi yeso no me permitía arreglarme más. Un pans de tela suave y calientita y una blusa de tres cuartos color crema, mi pans era color café, traía solo un tenis por culpa del yeso y mi pelo estaba amarrado en una colita de caballo y flequillo.

Salte hasta mi cuarto, bueno ya no era como saltar sino caminar, y también acepto que fue súper difícil enseñarme a esto, más de tres veces me caí al suelo y siempre me resultaba lastimando mi pie, si Alec estuviera aquí… ok, ya basta tengo que olvidar eso ya que me volveré loca.

Cuando entre a mi cuarto y me acerque a mi cama, me senté y deje las muletas a un lado, me recosté en mi cama suspirando. Todo era tan difícil y más cuando tenías a un vecino odioso que te hacia la vida miserable teóricamente. Tome el collar que tenía en mi cuello, era el de los Vulturis, nunca me lo quitaba y siempre estaba escondido debajo de mi blusa. Solo quería que esto parara, que todo fuera diferente, que todo fuera más… real y a la vez irreal, solo quería ser yo.

Tenía que hacer algo ya, tenía suficiente con las críticas de mis padres sobre mi supuesta afición a Crepúsculo, ¿Por qué no entendían que era mi vida? Ojala mis padres fueran vampiros, ok esto ya se me sale de control.

Tenía que descansar y tenía que hacerlo ya, mi cabeza ya me dolía de tantas cosas que pensaba.

A la mañana siguiente…

 Mi cuerpo estaba adormilado y era normal por haber dormido tanto. Tenía que arreglarme antes de que me diera más flojera. Me levante de mi cama y tome mis muletas. Me acerque a mi closet que no era para nada pequeño. Separe los ganchos con diferentes ropas para fijarme que me pondría hoy, estaba decidido que sería un pans claro, pero era por la blusa.

Algo llamo mi atención, era algo brilloso, me fije mejor y era… el libro, el libro que yo había usado. Lo tome rápidamente y lo estampe en mi pecho. Esto era una esperanza para mí, de seguro aquí había una solución para mí.

Tenía que encontrar la forma de llegar a Alec, tenía que llegar a Vulterra, y no cualquier Vulterra sino que a la tierra de la realeza vampira. Vulterra, Italia de Crepúsculo . Solo esperaba que aquí se encontrara la respuesta.

La posibilidad de un error... ¿Alec Vulturi en mi cuarto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora