No saben nada de nosotros ( Luke Ross )

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Imagina que .............................

Para todo el alumnado, ___________ y Luke, eran polos opuestos.

Eran luz y oscuridad.

Verdad y mentira.

Perro y gato. 

Luke era de aquellos chicos que siempre eran coquetos.

____________ era de aquellas personas que amaba molestar a todos.

Sus peleas por cosas insignificantes eran entretenidas.

Como la que ahora se presenciaba.

— ¿¡Que hacés, pendejo!? ¿¡Pensás que por solo tener ser millonario te hace especial!? ¡No! ¡Solo sos un chico que no puede defenderse! — Sus gritos se captaban por todos lados. A pesar de que su garganta doliera por alzar la voz para gritar, no se iba a detener.

— ¿¡Y vos!? ¡Vos no podés vivir sin molestar a alguien! ¡El hecho de que tu madre te golpeé no significa que vos también lo hagas! — grito estaba vez el pecoso

Golpe bajo.

la castaña miraba atónita. Sus ojos picaban por por el agua que amenazaban por salir. Su nudo en su garganta, y mil pedazos en el corazón.  

No era la única sorprendida. Emma y Zuri miraban pasmadas.

— Y-yo no q-quería decirlo... — tartamudeo el peli-negro

— Si, pero igual lo dijiste— Salio corriendo de la cafetería con un camino definido: escapar.

Luke trató de ir por ella, pero dos brazos lo hagarraron por detrás.

— ¡Déjame, Emma!

— ¡No, Luke! ¡Déjala! ¡Vos no podés hacer nada! ¡¿En que le vas a ayudar?! ¿¡Ah!? ¡¿Hiriendola mas?!

Pues, no era primera vez. 

— Bien, déjame. — dijo el pecoso

Lo soltó lentamente, temiendo que saliera corriendo tras ella, y fue inesperado.

Una vez libre, corrió detrás de ella.

No tenía ni idea de dónde ella podría estar.

Pero si conocía su lugar.

Corrió por varias calles hasta llegar a un terreno algo alejado.

En ese lugar se veía un hotel. No. No uno de esos grandes hoteles de lujo relucientes y de cinco estrellas. No. Parecía una casa de campo. Entró por la parte de atrás (ya que adelante estaba cerrado) y corrió escaleras arriba.

Buscaba una puerta en especial.

Llegó al cuarto 206 y no vió necesario tocar. Solo abrió y la vió sentada en la cama.

— ¿Y? ¿Te vieron? — pregunto ____________ sonriendo  

Cerró, no sin antes ver por ambos lados.

— No— respondió el pecoso 

Se acercó a ella y la besó. No comenzó de forma calmada. No. Era un beso apasionado. Sus labios eran imanes atrapantes. No tenía la intención de soltarlos jamás. Era imposible poder dejarlos un momento. Era su adicción. Su dulce favorito. 

Pero por algo llamado aire, se separaron, y chocaron sus frentes, para soltar varias carcajadas.

— No creo que se lo hayan creído. —decía la castaña entre risas.

— Pero fue bueno, sino no estuviera aquí —sus risas ya no se producían. Luke le sonreía coqueto. A la menor le encantaba verlo de esa forma

Se acercó nuevamente a ella, para atrapar, de nuevo sus labios. No había forma de que ellos pudieran separarse. Estaban calientes. Y sin ser conscientes de la situación, se dejaron llevar.

Al final, todos creen que se llevan peor que perro y gato; pero, no saben nada de ellos.


Imaginas de Cameron Boyce ......Where stories live. Discover now