- ¡Joder Jayce! ¡¿Es que no sabes llamar?! - Gritó Ryan.
- ¡Lo siento! - Exclamó. - Sólo quería avisar de que James nos espera.
- Ahora vamos. - Me atreví a hablar.
- No tardéis en .. bueno supongo que ya habréis acabado, o eso espero, con que os vistáis está bien, porque no creo que ir desnudos sea buena idea, no sólo por la mala impresión, sino también ..
- ¡Largo! - Volvió a gritar Ryan, provocando que Jayce pegara un saltito en su sitio por el susto.
- ¡Ya me voy! - Exclamó saliendo de la habitación y cerrando la puerta, todo sin girarse.
Una vez la amenaza estaba fuera no pude evitar reírme.
- No van a cambiar nunca, ¿verdad? - Preguntó llevándose las manos a la cabeza.
- Tu sabrás, llevas más tiempo con ellos.
- Por desgracia. - Se quejó.
Me levanté, llevándome la sábana conmigo.
- El deber nos espera. - Dije mientras rebuscaba en mi armario.
Me vestí y esperé a que Ryan lo hiciera, para después bajar junto con los demás, decididos a dirigirnos a la sede de la orden de los cazadores, decididos a acabar con todo esto de una vez por todas. No podía haber otra razón, si James nos llamaba era porque la habían encontrado, Kylie había salido de su escondite, y ahora tocaba cazarla. Así que sin más dilación nos dirigmos en coche hacia James.
No me iba a engañar a mi misma, estaba asustada, aterrorizada, y no sólo por mi, eso era lo de menos, sino por todos. Ni siquiera iba a intentar persuadirlos, a ninguno; Jayce, Aiden, Arya, Grayson, Irina, Ryan .. todos iban a poner sus vidas en peligro una vez más, una última vez, y la idea era terrorífica.
Nadie sabía lo que pasaría si no lo conseguíamos, si Kylie escapa, o aún mas fácil, decide suicidarse. Kylie volvería a renacer, y Papa Legba tomaría el alma de Ryan como suya.
Única opción: No fallar.
Una vez dentro del coche me senté en la parte trasera, entre Ryan y Jayce, mientras que Aiden conducía e Irina iba a su lado, Arya y Grayson nos seguían en el otro coche. Eché la cabeza hacia atrás, apoyándome en el respaldo mientras Aiden arrancaba e intenté relajarme.
Cuando quise darme cuenta ya habíamos llegando.
Observé por la ventanilla el edificio, dónde todo empezó. James y Lexa lo habían retomado y reconstruido, estaba todo igual que el primer día, igual que la primera vez que me embarqué por esas puertas, igual que el día en el que dejé de vivir, y de alguna manera también empecé a hacerlo, salí de mi mundo perfecto de adolescente feliz y me encontré de lleno con la cruda realidad.
Suspiré mientras Aiden paraba el coche.
- Hey. - Llamó mi atención Ryan a mi lado. - Todo va a ir bien. - Dijo seguro de sí mismo.
Asentí y fingí una sonrisa, sin sentirme mucho mejor.
Bajamos del coche y nos reunimos con los demás, para después acercarnos todos juntos al edificio, dónde las primeras miradas ya nos acosaban.
- Me siento como un cerdo llegando al matadero. - Dijo Jayce con repugnancia a medida que las puertas quedaban cada vez más cerca.
- Vamos no seas dramático, has estado aquí antes. - Arya trató de ser optimista. - No puede ser tan malo.
- Antes Sophie estaba al mando. Son cazadores Arya, de vampiros. Somos vampiros. - Le recordó. - No me extrañaría si alguno de ellos nos clava una estaca de plata en la frente.
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Aleación [SANGRE & ACERO #3]
VampireTercera y última parte de la trilogía Sangre & Acero. Los libros anteriores en mi perfil.
Capítulo 48 - Un plan infalible
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