Aleación [SANGRE & ACERO #3]

Capítulo 33 - Apagón (Parte 2)

- Estad en guardia, vamos a inspeccionar la casa. - Tomó la iniciativa Aiden.

Asentimos y nos levantamos, dividiéndonos entre los pasillos. Seguí a Arya hasta el jardín de la parte de atrás, llegándo hasta la piscina y ahí nos dividimos.

Avancé por el lateral de la casa, examinándo cada centímetro de la misma con sumo cuidado. Seguí por la pared hasta llegar al lado del garaje, dónde se encontraba el contador de la luz. Saqué el teléfono y activé la linterna, alumbrando a la pequeña cajita de metal, dónde se encontraban los plomos. Observé aterrorizada cómo se encontraba totalmente destruída, con un fuerte golpe en el centro del mismo.

- Mierda.- Murmuré.

Volví a cerrar y corrí hacia la piscina de nuevo.

- ¡Están aquí! - Grité al ver a Arya a lo lejos.

Levantó la mirada confusa, mientras que una sombra se levantaba tras ella.

- ¡Detrás! - Señalé, dándole tiempo a reaccionar.

Se giró rápidamente, cogiendo al asesino del brazo y haciéndolo volar por los aires.

Una bala impactó en el jarrón de cristal de mi derecha. No sabíamos dónde estaban, ni de dónde venían los impactos, así que después de darle una rápida mirda a Arya corrimos hacia el interior.

Cerramos la puerta trasera y corrimos de nuevo hasta el salón.

- ¡Están aquí! - Grité, llamándo la atención de todos.

Aiden fué el primero en aparecer, alarmado por los gritos.

- ¿Que pasa? -Preguntó Jayce bajando del segundo piso.

- Están aquí, han desactivado la electricidad. - Informé.

- Nos han atacado. - Continuó Arya.

- No hemos escuchado nada. - Dijo Irina.

- Llevan silenciadores, están aquí.- Repetí.

No dió tiempo a decir nada más, ya que una fuerte explosión nos aturdió por completo.

Me levanté cómo pude, para distinguir a más asesinos, totalmente vestidos de negro entrar al salón.

- ¡Entrán por la puerta princial! - Grité cómo pude mientras me levantaba.

En décimas de segundos, los proyectiles comenzaron a volar hacia todas partes. Me deslicé por el suelo, llegándo hasta uno de ellos. Rompí su pierna con un rápido movimiento, usándolo como escudo humano mientras avanzaba hacia atrás. Ví a mi familia luchando como podía, pero era inútil, eran demasiados.

- ¡Atrás! -Grité mientras íbamos retrocediendo como podíamos.

Miré hacia la cocina, nuestra salvación.

- ¡Necesitamos llegar! - Grité de nuevo. Todos dirigieron sus miradas hacia atrás.

- ¡Corred! ¡Ya! - Gritó Jayce, corriendo el primero para entretenerlos. Las balas volaron en su dirección, fallando. Tuvieron que recargar, cosa que nos dió tiempo para reaccionar, todos corrimos hasta la puerta de la misma.

Habíamos llegado todos, o eso parecía. Un fuerte gritó se escuchó justo detrás de mi.

Giré, observándo a Markell cayendo al suelo detrás de mi.

Paré en seco, no podía dejarlo ahí.

- ¡Sophie! ¡Corre! - Gritó Aiden desde la puerta de la cocina.

Miré hacia él por unos segundos, y después hacia Markell, quien herido intentaba refugiarse detrás del sofá.

Acabaron de recargar, y mi reacción fue tan rápida cómo precipitada. Me agaché, deslizándome hasta Markell, lo cogí de los hombros y lo arrastré hasta detrás del sofá.