Capítulo 15

736 109 19
                                    


¿Qué pretendía con todo esto? ¿Fastidiarla? Porque si se trataba de eso lo estaba consiguiendo. ¿Cómo se había atrevido a presentarse en su casa sin haber sido invitado?

Le había pedido "disculpas" por lo sucedido con el coche, así que no entendía por qué estaba actuando como un cretino.

Madison estaba de los nervios y no se molestaba en ocultarlo, golpeaba la mesa con los dedos sin detenerse, mientras pateaba el suelo con la planta del pie con exageración, llamando de esa manera la atención de su abuela.

—Madison ¿Puedes estarte quieta, por favor?— le ordenó, dejando un zumo en la mesa para Derek—. Tenemos un invitado en casa, así que ten un poco de modales.

La castaña resopló, cruzándose de brazos.

—Perdón, abuela—respondió finalmente, ganándose una sonrisa por parte de Bryant, quien al parecer se lo estaba pasando bastante bien.

«Deja de sonreír como un imbécil», pensó la joven, advirtiéndole con la mirada, pero lamentablemente no estaba haciendo efecto.

Ella gruñó molesta.

Quería darle un buen puñetazo para hacer desaparecer esa expresión de su rostro, burlarse de ella en el instituto era un paso, pero dentro de su propia casa se convertía en un motivo para cometer un asesinato premeditado. A parte de eso, no saber que intenciones tenía—¡Porque sí las tenía!—hacía que se sentiese profundamente nerviosa, y no le estaba​ gustando nada.

«Debo estar alerta, tratándose de Bryant, puede sorprenderme con cualquier cosa», pensó Madison, entrecerrando los ojos.

—Eres un chico encantador—escuchó decir a la señora Britt. Derek le había echado otro piropo, queriendo ganársela de esa manera «Menudo Fantasma». Madison no dudaba de que el rubio podía llegar a ser todo un insoportable parlanchín que se dedicaba a acariciar los oídos ajenos con simples palabras para solamente tenerlos dentro de su bolsillo. Para la castaña, ese tipo de acciones eran verdaderamente molestas y que tenían cierto límite pese a ver que nadie opinaba lo mismo que ella, algo que no comprendía ¿Acaso realmente, a todo el mundo le gustaba la gente que siempre buscaba  como caerte bien? Que asco—. Será un placer que te quedes a cenar.

¿Quedarse a cenar? ¿Realmente se había ganado a la cascarrabias de la abuela? Esto tenía que ser una puta broma. Sí definitivamente sí.

—Dudo mucho que pueda hacerlo ,abuela—dijo Mad—. Seguramente Bryant tendrá muchas cosas que hacer.

—Tienes razón—corroboró el rubio, desanimando con su respuesta a la abuela—. Pero cuando se trata de comida preparada por una señora como tu abuela, estaré encantado de dejar cualquier cosa para más tarde.

—¡Entonces no se hable más!—Britt se levantó con la intención de preparar la cena—. ¿Te gusta la pasta?

—Me encanta.

—Pero...—Madison estaba consternada.

—Entonces no se hable más.

La señora Britt dejó a solas a Derek y Madison para preparar la cena.

—Oye tú—ella lo llamó en un susurro—. ¿Cuáles son tus intenciones?

—Nada.

—No te creo, eres demasiado predecible caraculo.

—No digas palabrotas, estamos en la mesa—respondió Derek a modo de burla, consiguiendo provocar a Madison. Si estaba teniendo algo en mente debia este alerta, pues no sabía que podía llegar a suceder cuando se trataba de la mente retorcida de un empollón.

Madison #PGP2019©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora