El rubio y castaño, y sus amigos iban a gran velocidad, por lo que eran las ruinas del abandonado muro María, les habían arrebatado lo más preciado que tenían y debían recuperarlo.
Fue una noche de otoño, las hojas caían de los árboles, cuando todos estaban durmiendo un intruso ingresó sin autorización al hogar de cada titán cambiante robando lo más valioso que tenían... Familia.
"¡MALDITO MALDITO!"gritaba la mente de Eren usando el equipo de maniobras para alcanzar al capitán Rivaille.
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—¡Por favor no mueras!— Gritaba Armin sobre el muro Rose mientras intentaba despertar al cuerpo que sostenía.
La legión de reconocimiento temblaba de miedo viendo el charco de sangre salir del cuerpo partido a la mitad sollozante de miedo.
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Ambas figuras, Eren y Weevil miraba el caos formado por un titan salvaje, estando ambos de pie sobre las ruinas de "María" simplemente se tomaron las manos.
—Es arriesgado... Pero siempre te vi como un hermano— Sonrió Weevil viendo el titan acercarse.
—Irónico... Yo igual— Rió Eren a su compañero mientras cerrando ambos los ojos se dejaban caer al vacío.
Sentían una conexión unida en sus manos, era el deseo de pelear por quienes amaban, sus familias y más.
—¡TE MATAREMOS MONSTRUO!— Rugieron al mismo tiempo mordiendose cada uno la mano del otro, en un fuerte destello la carne de ambos titanes se comenzó a unir, los huesos se asimilaron en un solo esqueleto al igual que músculos y nervios... Dos titanes en uno solo.
El titan que emergió de ambos chicos tenía exactamente la misma musculatura que Eren pero con una boca más humana, una cabellera castaña y un ojo violeta y otro verde daba a entender quienes estaban dentro....
"Lo... Mataremos... Por arrebatar lo que amamos..."
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Buscando el amanecer
ספרות חובביםHabía pasado un tiempo y la paz reinaba las murallas. Eren y Armin ya capaces de vivir una vida próspera al recibir una cura a base de la sangre de los 9 titanes cambiantes pueden vivir más de los 13 años asignados. Pero a veces... La paz puede ser...
