Capítulo 8 Primera vez

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Hoy fue un día bien tranquilo en la escuela. Y se preguntarán... ¿Por qué? ¡Porque Dilan Johnson no asistió a clases! Un día sin bullying es lo que más increíble. Estoy por los pasillos tarareando canciones al azar. Ya no hay estudiantes en los pasillos, todos se habían ido. Al salir de la escuela, me llega un flashback de lo que pasó ayer. No pude evitar que una sonrisa creciera en mi rostro.

Escena retrospectiva

Abro la puerta y me encuentro en Mateo, lleva una camisa de cuadros rojos y negros, un mahón negro y unas Jordan rojas. Él me sonríe, su vista pasa de mi rostro a mi cuerpo. Me ruborizo.

-Te ves preciosa-dice embelesado.

-G-gracias.

-¿Nos vamos? -dice extendiendo su mano. Asiento y acepto su mano encaminandonos a su corolla negro.

Nos montamos, Mateo comienza a manejar hacia...

-Mateo, ¿a dónde vamos? -pregunto curiosa.

-A un lugar-dice sonriendo.

-Eso que ya lo sé, lo que quiero saber es cual es el lugar.

-Es un lugar grande, tiene estacionamiento, carros, personas...

-¡Mateo!

-No te voy a decir -dice con una sonrisa.

Yo con mi "madurez" cruzo mis brazos, me acomodo en el sillón del carro e hice pucheros. Él solo se echa un ojo por mi acción tan infantil. Al mismo tiempo, comienza un sonar una de mis canciones favoritas y yo comienzo una tararearla para mí misma.

-Canta.

-¿Qué?

¿Qué quiere el cante? ¡Estará loco!

-Que cantes, quiero oírte.

-No, tengo una voz pésima-digo sonrojándome.

-Ok vamos a hacer algo, si tu cantas yo canto-sugiere.

-Vale.

Estuvimos un buen rato cantando todo tipo de canciones que salían en la radio, riéndonos y teniendo conversaciones locas. ¡Terminamos hablando de si la banana era lo mismo que el plátano! Bueno, volviendo a lo importante...llegamos a al lugar, es un lugar de karaoke. Genial.

-Oye, tengo presentación mañana. ¿Quieres que te quede ronca? Me acabas de oír... ¡Canto horrible! -digo y él ríe.

-Seremos dos.

Él se acerca lentamente hacia mi oído.

-Además, para mí, cantas increíble -dice y me da un beso en la mejilla.

¡Joder, no puedo controlar mis mejillas! Sale del auto y da la vuelta para abrir mi puerta. Extiende su mano y caminamos de la mano hacia el lugar con las manos unidas. Al entrar, el lugar es tipo de discoteca: luces de colores, un pequeño escenario donde una mujer se ve cantando, una barra y las mesas en el frente del escenario. El tapiz de las paredes era negro con diseños de enredaderas de oro y el piso estaba tapado a causa de una gran alfombra roja que cubría todo el piso del local.

-Es increíble Mateo-digo sorprendida y él sonríe-. Un momento... ¿No tengo que c-cantar allá a-arriba cierto? -Pregunto notablemente aterrada con la idea.

-No tomatito, no vas a cantar allá-dice y yo suspiro.

Seguimos al empleado del local, que nos encamina a una pequeña sala aparte de los demás. El diseño era idéntico al local solo que una sección de cristal ocupaba el lado derecho donde se ven los edificios de la ciudad, una mesa de cristal en el centro y un televisor con micrófonos para el karaoke que se encuentra al lado de la puerta. Mi vista se fija en Mateo, que me miraba atentamente.

¡¿ENAMORADA DE MI BULLY?!Where stories live. Discover now